PST Colombia

Partido Socialista de los Trabajadores

Cartagena: un botín al mejor postor

Desde el año anterior, mucho antes de que el Consejo Nacional Electoral autorizara la publicidad de las campañas políticas, Cartagena está inundada de murales, camisetas y vehículos con los nombres de candidatos que aspiran a manejar los negocios de una ciudad que está en plena ampliación de su puerto marítimo y en la que se implementará en los próximos meses el arranque de la mayor refinería del país y del sistema de transporte masivo Transcaribe.
De igual manera, a nivel departamental, la Gobernación de Bolívar inició su campaña con dos candidaturas que por más de un año utilizaron los recursos de las regalías, la contratación de las secretarías y la inauguración de obras de infraestructura para competir por los favores políticos de los sectores legales e ilegales que controlan la administración de Juan Carlos Gossaín.
El botín de la Alcaldía
En marzo de este año, la administración de Dionisio Vélez Trujillo prorrogó el contrato de prestación del servicio agua potable y saneamiento básico a la empresa Aguas de Cartagena, faltando seis años para su vencimiento. Este caso es un ejemplo de por qué en las campañas electorales pagan alrededor de 50 mil pesos por un voto y por qué se ha construido toda una red clientelista para acceder a estos cargos.
En el caso de Cartagena, la Familia Char de Barranquilla en alianza con la vieja élite de la ciudad, han manejado los negocios en este corto período en el que Vélez Trujillo remplazó al fallecido Campo Elías, que había sumido en un caos a la ciudad.
Dos años después el panorama es igual: el 40% de la gente sigue viviendo bajo el índice de pobreza, la juventud de los barrios sigue controlada por las pandillas y la presencia de grupos para-policiales, Electricaribe sigue sometiendo a la población a constantes cortes de energía, se siguen desalojando a los vendedores informales, continúan los problemas de movilidad, la falta de vías y de un sistema de transporte público masivo y se sigue amenazando a los dirigentes sindicales que defienden los derechos de los trabajadores.
La actual Alcaldía además ha retrocedido en las luchas por los derechos democráticos de la ciudad, con el uso del escudo colonial contra el escudo de la independencia y la eliminación de las Fiestas de la Independencia para apoyar el decadente Reinado de Belleza de Raymundo Angulo.
Los que aspiran
El candidato que encabeza las encuestas es Quinto Guerra del Partido Conservador, tres veces concejal del municipio de Mahates, diputado a la Asamblea de Bolívar y tres veces concejal de Cartagena. Pero a pesar de su larga trayectoria en el clientelismo solo se dio a conocer a nivel nacional por la bacanal que realizara en agosto del año pasado, con concejales, parlamentarios, ex mandatarios y contratistas, más de mil invitados en su finca, que sirvió de escenario para el lanzamiento de su campaña.
Siguen en las encuestas los candidatos que han aspirado por firmas: el periodista Manolo Duque y los ex concejales Andrés Betancourt y Willian García. Con fuertes sumas de dinero y respaldos en sectores de la burocracia distrital, se disputan el apoyo de los empresarios e intentan comprar las pequeñas bases electorales de los líderes de las redes clientelistas.   
Sin ninguna opción están los que se plantean como ‘alternativos’, que en realidad son liderazgos que desde hace años han ocupado cargos menores o secundarios de las administraciones de la ciudad. Son ellos Reynaldo Manjarrez que del Partido Verde pasó a la Unión Patriótica, la empresaria de la salud Rosario Romero, ex gerente de Saludcoop, por la Alianza Social Independiente y Fabio Castellanos del Partido Verde, proveniente del grupo de Javier Cáceres Leal.
Las mafias en la Gobernación…
A nivel departamental el panorama es más preocupante. La actual gobernación se ha dedicado a la contratación a través del sistema de regalías de obras en su mayoría suntuosas y ornamentales que les han servido para tener dos candidaturas: Dumek Turbay y Yolanda Wong, financiadas por las mismas mafias que financiaron a Gossaín, entre las que se destaca la de Emilse López, alias La Gata.
La tercera candidatura es la de Rosario Ricardo que viene de la Casa García, de la que provienen los ex senadores Juan José García Romero y Piedad Zuccardi de García, condenados por corrupción.
El Polo Democrático y la Unión Patriótica llaman a votar en blanco a Gobernación y Alcaldía, pero de manera contradictoria presentan listas al Concejo y Asamblea, lo que permitiría hacer acuerdos con sectores tradicionales en algunos municipios para fortalecer sus candidaturas y así debilitan la opción de tener un voto de protesta.
Votar en Blanco
En una ciudad con la mayor desigualdad social del país, en la que los grandes negocios contrastan con el crecimiento de los cinturones de miseria, ninguno de los candidatos propone un programa que represente los derechos de la clase trabajadora y de los pobres contra los empresarios y políticos tradicionales que se han aliado por decenios para apropiarse de la ciudad. 
Ninguno de ellos plantea soluciones estructurales como la creación de las Empresas Públicas Distritales para acabar con la privatización de los servicios públicos domiciliarios, la implementación de un sistema público de transporte que no sea operado por privados, planes masivos de viviendas acordes al clima de la ciudad, construcción de infraestructura educativa y cultural y recuperación de la red pública hospitalaria.
Esto implica que la expansión industrial no se haga con base en la reducción de impuestos, la tercerización, los salarios precarios y la persecución al derecho de asociación de los trabajadores. Por eso la opción es votar en blanco como protesta al clientelismo y la corrupción, pero también como búsqueda de una opción política para los trabajadores y los pobres.