El capitalismo mata, matemos al capitalismo
El objetivo de la vida en sociedad debería ser el mejoramiento continuo de las condiciones de existencia en armonía con la naturaleza. La sociedad capitalista está destruyendo aceleradamente la base de la vida con la utilización irracional de los recursos naturales, la contaminación de la tierra, el agua y el aire. Además de las catástrofes ambientales se multiplican las enfermedades y las epidemias.
Dos mil millones de personas a nivel mundial viven en condiciones de pobreza, sin posibilidad de alimentación adecuada, o acceso a servicios de salud. En Colombia la pobreza acosa al 40% de la población. Sólo una sociedad que garantice trabajo productivo para todos, con condiciones laborales adecuadas, empezará a superar las causas sociales de enfermedades comunes que ya podrían estar erradicadas. Un medio ambiente sano contribuiría al bienestar general, elevando la expectativa de vida. La infancia sería protegida y la vejez y la muerte dignas serían parte natural de la existencia.
Para los capitalistas los seres humanos son sólo “mano de obra”, “materia prima”, “desechables o reciclables”, sólo útiles para obtener ganancias. Por eso tratan de eludir el gasto en salud que se necesita para reparar la capacidad productiva del trabajador; o lo descargan al Estado, socializando el gasto; o directamente tratan de convertirlo en un negocio, como hicieron en Colombia con la Ley 100.
Por eso, la salud sólo se garantizará como derecho en una sociedad que elimine la propiedad privada de los medios de producción y ponga todas las fuerzas productivas al servicio del bienestar general y no de la codicia de unos pocos.