El Dólar: suba o baje pierden trabajadores y campesinos pobres
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El dólar instrumento y símbolo de la hegemonía norteamericana
El precio del Dólar depende de una institución del imperialismo americano llamada la FED (Reserva Federal) que viene siendo como el Banco de la República de los Estados Unidos, la cual determina que tanto se emite, y sobre todo a qué tasa de interés se prestan los dólares. En el mundo capitalista el dinero más allá de servir como instrumento para el trueque, se ha convertido por sí mismo en una mercancía, viene siendo una mercancía sui generis, mercancía porque se produce (emite) y está sometida a las leyes de oferta y demanda, y sui generis porque es una mercancía que se puede intercambiar por cualquier otra en el mundo.
Sin embargo el dinero representa la riqueza o capital acumulado (el fruto del trabajo humano), por lo que al emitir o imprimir papel moneda que no esté representado por riqueza real, el valor (las cosas que puede comprar) disminuye. De igual modo sucede con el dólar en la economía de otros países como Colombia, cuando hay muchos dólares en Colombia entonces serán más baratos, cuando se “van los dólares” (fuga de capitales) entonces es más caro.
La moneda norteamericana es por definición la moneda del mundo, este hecho representa sin lugar a dudas la hegemonía norteamericana en el mundo imperialista, existen desde luego contradicciones inter-imperialistas y crisis que los afectan, pero su control económico, político y militar no están amenazados; esta hegemonía política-económica hace que los cambios de su economía afecten prácticamente a todos los países del mundo, en especial a sus semi-colonias, las cuales no tienen una economía independiente, este control está establecido y formalizado a través de los tratados de libre comercio (TLC´S) y de la deuda externa.
Razones del alza
Para resolver la crisis económica del 2008 la economía norteamericana y la FED tuvieron que recurrir a varios mecanismos para salvar a los bancos y a los empresarios - además por su puesto de recrudecer la explotación a los trabajadores-, para poder mover la economía se emitieron dólares y las tasas de interés se bajaron a casi cero, con lo que el dólar fue barato y fácil de conseguir, de ese modo creció lo que conocemos como la “inversión extranjera”, países semi-coloniales como el nuestro se inundaron de dólares, haciendo que el cambio llegara por abajo incluso de los 1800 pesos.
Actualmente asistimos a una recuperación parcial de la economía norteamericana lo que quiere decir que los dólares representan más riqueza acumulada, también estamos ante una depreciación acelerada del precio del petróleo y un aumento de las tasas de interés de la FED; estas cosas llevan al alza del dólar que ha llegado esta semana a niveles superiores a los 3200 pesos, economistas predicen que esta alza se mantendrá con pocas variaciones por lo menos durante un par de años. Esta recuperación de la economía norteamericana quiere decir una mejora parcial en las ganancias de los capitalistas, pero para nada una mejora en las condiciones de vida de los trabajadores del norte, por el contrario esta recuperación existe sobre la base de la pérdida de derechos laborales y súper-explotación de las grandes masas, en especial de los trabajadores migrantes y de la explotación a distancia de los países tercermundistas.
Aumento en los costos de producción y en todos los productos importados
Los cínicos analistas y economistas de la burguesía no tienen reparo en anunciar las “ventajas” del alza del dólar, reduciendo el problema a un problema de los importadores (quienes traen mercancía de afuera). Manifiestan que los exportadores se verán beneficiados, así como la industria del turismo y la vivienda.
Se olvidan de varios detalles, por ejemplo que los insumos y máquinas que requieren los exportadores son importados! Así que los costos de producción de la mayoría de industrias incluido el agro crecen enormemente, empresarios importadores como exportadores hacen cuentas y entran en pánico, y ya sabemos lo que hacen los empresarios en pánico: despedir trabajadores, rebajar salarios, cerrar plantas… los burgueses no invierten donde creen que van a perder, los grandes burgueses colombianos retirarán su dinero para ponerlo donde sea más rentable incluso fuera del país, pero los trabajadores no tendrán tantas opciones.
También se olvidan que los productos colombianos en primer lugar no son muchos, de hecho tenemos un mercado inundado de productos extranjeros incluido el arroz y el maíz, además tendrán que competir en un enorme mercado donde todos los demás países están devaluando y tratando de sacar sus mercancías, en un contexto totalmente desfavorable determinado por las condiciones arancelarias de los TLC.
Por otro lado el precio del petróleo está por los suelos por lo que el alza del dólar está lejos de beneficiar esa importante rama de la economía nacional, a duras penas la compensa, lo que ya ha llevado a varios miles de despidos.
Aumento astronómico de la deuda pública externa y sus intereses
Por otro lado las economías semi-coloniales están unidas al imperialismo o más bien atadas a él por una cadena enorme: la deuda externa, esta deuda está en gran parte tasada en dólares, por lo que con el alza crece varios millones por día, aunque un ciudadano colombiano no sabe por qué debe ni a quien, lo cierto es que nace debiendo y la situación empeora.
Deuda ilegítima, impagable, eterna que tiene como único fin mantener la dominación política y el flujo de riquezas como un interminable torrente hacia el centro ( Estados Unidos) y los sub-centros (UE); pese a que se pague cumplidamente siempre crece (aumenta 13% anual), a principios de este año superó los 106.000 millones de dólares y representa el 32% del PIB, se roba anualmente 25% del presupuesto nacional con un total de 46 billones de pesos para el 2015, casi el doble del presupuesto destinado a la educación.
Esto quiere decir que solo en lo que lleva del año Colombia tendrá que destinar 3 billones de pesos al servicio de la deuda por fuera del presupuesto inicial ¿Estos tres billones de dónde saldrán? Estos 3 billones saldrán del recorte al gasto público, es decir, saldrán de disminuir la inversión en infraestructura, salud, educación y vivienda, la pagarán los más pobres y desposeídos. Estas riquezas deberían utilizarse para mejorar la vida las personas a quienes pertenece, para alimentar a los niños Wayuu, para rescatar a los hospitales en quiebra.
Cuando el dólar baja las cosas no son mejores
Viendo este panorama, no es difícil creer que entonces una caída del dólar sería beneficiosa para la economía y por tanto para los trabajadores, pero lamentablemente no es así. La caída del dólar en su momento no trajo mejores condiciones de vida, al contario representaba una crisis de la economía mundial que amenazaba con ser peor que la gran recesión de 1929.
La caída del dólar en los años precedentes significó el estallido en la economía más fuerte del planeta, pero como no hubo una revolución que llevara al cambio de sistema económico, el sistema se recuperó haciendo estallar cientos de guerras en el mundo y aplicando planes de ajuste o austeridad en prácticamente todos los países incluyendo los imperialistas, lo que llevo a crisis tan graves como la crisis griega.
La baja del dólar en un país como el nuestro afecta lógicamente a los exportadores y a todos los que negocian con ellos, pero también produce una gran entrada de productos extranjeros baratos que destrozan cualquier posibilidad de pequeña-mediana industria nacional llevando a despidos y miseria. Así fue como se afianzaron las multinacionales y monopolios en el país en la etapa anterior.
Sí hay opción, el camino está en las manos del pueblo trabajador
Esta situación de incertidumbre y de dependencia no será resuelta con políticas cambiarias: mientras que los ricos ostenten el poder, harán todo lo posible por hacernos pagar sus errores y sus crisis. Sin embargo SI existe una salida, los trabajadores debemos tomar la economía por nuestra cuenta y llevarla hacia una economía socialista.
Únicamente la nacionalización de la banca, la economía planificada y el control obrero sobre el mercado cambiario pueden hacer que las riquezas estén al servicio de quienes las necesitan, de sus verdaderos dueños: trabajadores y campesinos pobres.
Ante esto un primer paso tiene que ser el inmediato cese del pago de la deuda externa, obreros y campesinos debemos unirnos para exigir por la movilización que los 3 billones sean invertidos en el salvamento de los hospitales públicos y en la atención inmediata de la infancia Wayúu.
Ivonne
PST-C