Clara López y Aída Avella: Unidad para dividir

El acuerdo político entre el Polo Democrático Alternativo y la Unión Patriótica para la primera vuelta de las elecciones presidenciales aparece como una alternativa para muchos electores que quieren rechazar activamente la reelección de Santos. No podemos descartar que, ante los resultados de la elecciones parlamentarias  que confirmaron el monopolio de los partidos de la Unidad Nacional (U, Liberal, Cambio Radical, Conservador y Opción Ciudadana), la notoria aparición de un sector de ultraderecha (Centro Democrático) como cabeza de la oposición burguesa a Santos, y la reducción significativa del número de curules de la llamada izquierda, algunos electores definan respaldar esta fórmula política. Pero la pregunta que nos tenemos que hacer es si es la mejor alternativa electoral para golpear al gobierno y al régimen.
Hace pocas semanas las encuestas pronosticaban un incremento del voto en blanco hasta un 41.5% en las presidenciales. Si esa expectativa se hace realidad quedarían inhabilitados todos los candidatos, como acaba de ocurrir con la elección del Parlamento Andino. La experiencia histórica nos dice que en las presidenciales se incrementa el voto de opinión y la polarización política. Ante un panorama electoral dominado por los candidatos más reaccionarios nuestro propósito debería ser unir la inconformidad del más amplio porcentaje de electores que rechazan a todos los candidatos y deslegitimar, no sólo a los candidatos, sino a sus partidos y la institución electoral que condena a la izquierda a ser comparsa de un gobierno y un régimen político podridos. Esa es la posibilidad que brinda el voto en blanco.