¡Votar en blanco es luchar contra una banda de ladrones!

Con intención perversa, a pocas horas de realizarse las elecciones parlamentarias, todos los candidatos de todos los partidos están lanzando la más variada gama de acusaciones contra el voto en blanco. ¡En eso están plenamente unidos! ¡Están desesperados ante el riesgo que los acecha: que haya millones de votos en blanco!
El parlamento es la institución más desprestigiada del reaccionario régimen político colombiano. Millones de ciudadanos honestos, de los que no venden su voto ni se dejan sobornar por una beca o un subsidio, sienten por él y sus miembros el más grande desprecio. Lamentablemente muchos de esos millones, resignados en sus angustias cotidianas, en la opresión y miseria a las que los ha sometido el sistema, optarán por la abstención. ¡Los llamamos a no hacerlo! ¡Hay la posibilidad de producir un verdadero remezón político!
El próximo 9 de marzo hay una oportunidad como pocas veces se presenta en el terreno electoral. Hay la oportunidad de decir con claridad: ¡Basta ya! ¡Estamos hasta la coronilla y esto tiene que cambiar! ¡El voto masivo, en blanco, es la mejor opción para ello!
Con cinismo sin límites el parlamentario del partido liberal Juan Fernando Cristo afirma que “votar en blanco es elegir a los malos”. ¡Falso! ¡Todos son malos! ¡Todos quieren legitimar ese Congreso corrupto! El voto en blanco es la posibilidad de pasar la escoba y barrerlos a todos. ¡Significa el más completo repudio a un sistema que vive y se reproduce con la corrupción, con los chanchullos, con la haraganería remunerada con dietas millonarias! Y todos los actuales candidatos, individualmente o a través de las políticas de sus respectivos partidos, son arte y parte de lo que se puede denominar, sin la menor duda, el establo del Parlamento colombiano.
Ante todos ellos debemos gritar en alto el próximo 9 de marzo: ¡No nos representan! ¡Que se vayan todos! ¡Vote en blanco!