PST Colombia

Partido Socialista de los Trabajadores

La "nueva" dirección de la CUT: Continuismo

Reunión de la Coordinadora de Movimientos Sociales y Políticos de Colombia en la sede de la CUT.

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El 7 de junio se realizaron las elecciones de Comités Ejecutivos nacional y regionales de la CUT. La abstención superó el 55%, aumentando respecto a la de 2008, y con más del 11% de votos en blanco, resultados que reflejan la apatía y rechazo de los trabajadores afiliados a los actuales dirigentes, lo que profundiza la crisis del movimiento sindical. Lo más grave es que el “nuevo” Comité Ejecutivo, en el que varios de los integrantes se limitaron a intercambiar cargos, es la continuidad de la política de “concertación” que tantas derrotas ha provocado al conjunto de los trabajadores colombianos.

¿Cuál democracia sindical?
El Tribunal de Garantías señaló quela elección por voto directo y universal convierte a la CUT en un referente de democracia sindical; pero más allá del método de elección, se hace necesario señalar la ausencia de democracia no solo en las elecciones sino en todo el funcionamiento de la central.
Sobre los resultados abundaron las denuncias por irregularidades. El ejecutivo electo distribuyó sus cargos sin haber dado respuesta a varias solicitudes de reconteo, revisiones e impugnaciones, lo que condujo a que dos de los ejecutivos decidieran hacer pública la renuncia a sus cargos, y que se interpusiera hasta una acción de tutela, fallada a favor del demandado. El trasteo de votos, suplantación, negación del derecho al voto, y la elección de personas que llevan años sin vínculo laboral cuestionan la legitimidad de las elecciones y de sus resultados.
Las minorías políticas no contaron con garantías, incluso la CUT se vio obligada a sacar una aclaración en la que señalaba que “es muy difícil que los sindicatos o procesos de construcción de sindicatos de rama, tengan candidatos propios”, pues en las elecciones se intentó presentar candidatos a nombre de una organización sindical, negando las diferentes posturas políticas que se expresan en el seno de los sindicatos. La composición del Tribunal Electoral fue decidida por el anterior ejecutivo, y en él sólo tuvieron asiento los sectores políticos ya representados. Los horarios de trabajo sobre todo de los obreros, no se tuvieron en cuenta para definir el horario de votaciones, tampoco se previó la ubicación de urnas en los puestos de trabajo, obligando a que quienes quisieran votar, tuvieran que desplazarse hasta los puntos de votación.
La reglamentación para la elección de delegados al Congreso (sólo pueden votarlos sindicatos con más de 500 afiliados), significa que solo pueden participar unos pocos sindicatos del sector industrial y los de trabajadores estatales. A todo lo anterior se suma el anuncio del aplazamiento del Congreso, programado inicialmente para diciembre próximo.

Recuperar la CUT para la lucha
La política encarnada por el presidente electo de la CUT y en la que se pusieron de acuerdo los nuevos directivos, sólo será revertida con una amplia presión por la base, que obligue a que la central se ponga a la cabeza de las luchas de los trabajadores para enfrentar las políticas neoliberales del gobierno Santos y la patronal.
En un momento en el que se presentan conflictos y se anuncian más en los próximos meses (agrario, minero, estudiantil, salud, trabajadores universitarios, magisterio), la Central ha convocado reuniones de los sectores en conflicto, en un intento por reactivar el Comando Nacional Unitario, en el que se coordinan acciones con las otras centrales.
La política orientada por ese espacio debe ser la coordinación de las movilizaciones anunciadas, la más amplia solidaridad con los conflictos existentes y los que surjan, y frente a las amenazas y las agresiones contra el movimiento obrero y las organizaciones de oposición, que se vienen agudizando en la medida en que aumenta la protesta social. Es necesario orientar que se discutan y aprueben medidas como los paros de producción, y en un primer momento, la convocatoria al encuentro de dirigentes amenazados. Igualmente promover la preparación desde las bases sindicales del Segundo Encuentro de Unidad Popular citado para el 31 de agosto y 1 de septiembre en Bogotá.

Se profundiza la “fecodización” de la CUT, Continúa la política de concertación
El magisterio quedó con más de la mitad de representantes en el Comité Ejecutivo de la CUT y los trabajadores industriales cuentan sólo con uno. No fue gratuito que se modificara la fecha inicial de las votaciones para hacerla coincidir con las elecciones de Fecode. Los resultados fortalecen la presencia del sector responsable del naufragio de la Fecode, que puso al servicio del PDA la mayoría de las estructuras sindicales.
Los 21 ejecutivos de la CUT se distribuyen en dos bloques: el “democrático” y el “clasista”,que aparentan ser opositores, pero que se ponen de acuerdo (con mayor o menor dificultad) en la política a desarrollar por la Central. Más allá de los acuerdos para la repartición de cargos, lo que es claro es que se da continuidad a la política implementada desde hace años: profundizar la cooptación y la relación con los gobiernos. Poco diferencia a los “clasistas” de los “democráticos”, pues ni unos ni otros están dispuestos a retomar el camino de la lucha y abandonar la concertación. Esto pese a que en una carta pública de dos de los integrantes del nuevo ejecutivo, se decide romper el acuerdo inicial, denunciando la antidemocracia y rechazando al nuevo presidente, claro está, después de que participaron en la componenda. Tal como lo describió el mismo Pedraza, nuevo presidente, en una entrevista dada después de su elección: “Mantenemos las diferencias de criterios en la visión de los lo sindical y de la política, pero seguimos siendo colegas en el Ejecutivo. Y eso es lo bonito que tiene la CUT”; también señaló que las relaciones con las otras centrales es de “cooperación y mutuo apoyo” y que en el ámbito internacional, la CUT debe seguir apoyando los aparatos del imperialismo: la Central Sindical de las Américas (CSA) y la Central Sindical Internacional (CSI).
La elección de Luis Alejandro Pedraza como presidente permite confirmar eso de que todo lo que sea susceptible de empeorar, empeorará. Pedraza es fiel representante de los intereses patronales, lo que le costó la expulsión de Sintrabavaria en 1997 bajo la acusación de “corrupción y aliado de la gerencia”. Después creó el sindicato SICO con el cual, en medio de la huelga de 2002 en Bavaria, se puso al servicio de la patronal como esquirol. Pedraza gozaba entonces de permiso sindical otorgado por la empresa, utilizado para debilitar al sindicato.