Las 100 mil viviendas gratis
A finales del mes de abril, Juan Manuel Santos hizo dos anuncios: que su gobierno entregaría 100 mil viviendas gratis a los más pobres y que este proceso sería liderado por Germán Vargas Lleras, quien pasaría del Ministerio del Interior al de Vivienda. El Gobierno había anunciado un plan para construir un millón de viviendas en el cuatrienio pero manifestó que su propuesta “deja por fuera a cientos de miles de familias que no tienen ingresos suficientes para acceder al sistema financiero, es decir, para que les aprueben el crédito” (El Tiempo, abril 23 de 2012).
Pero detrás de la construcción y entrega de 100 mil viviendas gratuitas no sólo se esconde una operación electoral que aseguraría un caudal de votos entre los supuestos beneficiarios sino una operación económica de 4 billones de pesos del presupuesto público que beneficiarán al sector financiero y a las empresas del sector de la construcción, mientras las 100 mil familias serán ubicadas en sectores marginales de las ciudades en viviendas de 45 metros cuadrados.
Luis Carlos Sarmiento, el primer ganador
El banquero Luis Carlos Sarmiento –el más rico del país y dueño del diario El Tiempo será el primer beneficiario del plan de viviendas gratis de Santos. Los 4 billones de pesos destinados a la construcción de estas unidades habitacionales serán manejadas por Fidubogotá, entidad que pertenece al conglomerado de Sarmiento, el Grupo Aval.
Fidubogotá, que es dirigida por el ex Superintendente Financiero, César Prado, es la tercera fiduciaria de Colombia con fideicomisos por 20 billones de pesos, con este negocio pasará a ser la segunda del país. De las 27 fiduciarias del país, la mitad manejan menos de los 4 billones de pesos que se le otorgaron a Fidubogotá, lo que representa una operación monopólica gestada con recursos públicos.
Pero no es la primera vez que Fudibogotá se beneficia con las políticas públicas, la tradición es larga y se destacan proyectos como la renovación urbana de San Victorino en Bogotá y el Parque Industrial y Portuario del Caribe en Barranquilla. Según el portal ‘La silla vacía’, Fidubogotá tuvo utilidades el año pasado por 50 mil millones de pesos.
Además, la ley aprobada por el Congreso previó que todas las contrataciones se realizarían por el derecho privado, para evitar licitaciones, fue así como el Gobierno pidió a las seis mayores fiduciarias inmobiliarias sus ofertas y seleccionó a Fidubogotá entre las dos que se presentaron.
Constructores, los otros ganadores
Los segundos beneficiarios son los constructores. El mes pasado, a instancias de Germán Vargas Lleras, Ministro de Vivienda, y de José Miguel de la Calle, Superintendente de Industria y Comercio, se reunieron los empresarios del cemento, el acero y el PVC para suscribir un acuerdo de precios para las llamadas viviendas de interés prioritaria, VIP.
La noticia fue anunciada como una gran rebaja en los precios de los insumos para la construcción de las 100 mil viviendas, Vargas Lleras sostuvo. Así las compañías cementeras ofrecieron un descuento del 25% menos del valor comercial, mientras el PVC y el sector siderúrgico ofrecieron un descuento del 12%.
Pero en realidad, estas empresas aumentarán de manera significativa su volumen de ventas, lo que les permitirá disminuir los precios. Entonces los segundos ganadores – firmantes del convenio – son:
Sector siderúrgico: Diaco, Acerías Paz de Río, Sidenal, Sidoc, Sidecaldas y Ferrasa. Sector de cemento: Cemex, Argos, Holcim y Cementos Tequendama. Sector de PVC: Gerfor, Mexichem de Colombia, Tigre S.A. y Tubotec.
Las viviendas VIP
Las llamadas viviendas de interés prioritario, VIP, para nada serán viviendas dignas y menos confortables. Según el decreto 2060 de 2004 el lote mínimo para construir una vivienda es de 35 metros cuadrados, cuando el promedio de una familia en Colombia es de cuatro personas.
Vargas Lleras anunció que las unidades habitacionales VIP serían de 45 metros cuadrados y si se tiene en cuenta que el número de personas en las familias más pobres está por encima del promedio, lo que se espera es que estos complejos de viviendas se conviertan en tugurios como sucedió con Ciudad Bicentenario en Cartagena.
De hecho, en Bogotá la Secretaria de Hábitat, María Peña, y el Director de Relaciones Internacionales, su cónyuge Daniel García Peña, renunciaron por diferencias frente al plan de construcción de viviendas, pues mientras los progresistas plantearon en su campaña la densificación del centro en su programa político, Petro decidió afiliarse al plan de Santos y beneficiar un proyecto de construcción de Luis Carlos Sarmiento en Usme.
Así que lo único VIP que tendrá este plan serán las ganancias para el Grupo Aval y para las empresas constructoras y la plataforma electoral que tendrán los alcaldes y el Gobierno.