PST Colombia

Partido Socialista de los Trabajadores

Hacia un encuentro Nacional Sindical

Frente a la precaria situación de los trabajadores y al panorama de las organizaciones sindicales y sus direcciones conciliadoras es necesario poner en discusión la necesidad de impulsar una nueva organización que impulse las luchas de los trabajadores y de los sectores populares. La pregunta acerca del fracaso de la CUT como central clasista tiene vigencia, más cuando los nuevos procesos de lucha de los trabajadores no tienen reales posibilidades de influir en su dirección y mucho menos en cambiar su comportamiento frente a los conflictos.
En el caso de la CUT, las fuerzas políticas con mayor incidencia son la Corriente Clasista (conformada por el PCC, el Moir, el PUP, el Colectivo Guillermo Marín, la FSM, el Modep y Presentes por el Socialismo) y el bloque conformado por el Partido Liberal, el PIN, el PTC y el Movimiento Progresista. La correlación de estos dos bloques es de 13 a 8 a favor de la Corriente Clasista, pero su dirigencia ha estado más preocupada por acceder a cargos gubernamentales y parlamentarios que en coordinar y centralizar las luchas.
La creación de la Coordinadora de Sectores en Conflicto en Bogotá, un espacio de unidad de acción donde confluyen sectores sindicales y políticos (como el Partido Socialista de los Trabajadores y el Modep, entre otros) ha sido un aporte a la recomposición de las organizaciones de la clase. Pero su principal impulso ha sido la creación de nuevos sindicatos (como Untsalud, Sintrafamisanar, Sintradomesa, Sinaltram, Sintraholcim, Ustrial, Sintratucar, Sintrametal y Sintramérica) que –muchos de ellos afiliados a las centrales– no han encontrado en ellas un escenario para potenciar sus luchas.
La pregunta que surge es hasta cuándo las nuevas organizaciones y los sectores en conflicto estarán pidiendo y exigiendo a las direcciones de las centrales obreras que abandonen su política de concertación con el Gobierno y que se pongan al frente de la centralización de las luchas de los trabajadores contra la contratación tercerizada, por estabilidad laboral y por condiciones dignas de trabajo, así como el respeto al derecho de organización y protesta.
Experiencias en otros países, como en Brasil, con la creación de la Central Sindical y Popular - Coordinación Nacional de Luchas, CSP-Conlutas, mostraron la necesidad de construir una organización por fuera de las viejas estructuras controladas por la burocracia sindical. En Colombia el proceso de sindicalización por fuera del control de la burocracia sindical es aún muy embrionario, pero si se sigue desarrollando se podrán generar las condiciones para la construcción de una nueva dirección. Claro que así como las organizaciones políticas que confluyeron en el Polo, llevaron a la actual crisis al movimiento sindical con la política de concertación y colaboración de clase, la construcción de una nueva dirección sindical que defienda consecuentemente los intereses e los trabajadores, requiere de la orientación de una organización política revolucionaria. Es decir, un nuevo sindicalismo para una nueva dirección sindical, también necesita de una nueva dirección política: un partido revolucionario. Al servicio de ello se coloca el Partido Socialista de los Trabajadores.