PST Colombia

Partido Socialista de los Trabajadores

Los médicos como clase obrera: el despertar de una nueva conciencia

A propósito de las movilizaciones del sector salud, volvemos a destacar este artículo sobre la precaria situación laboral de los trabajadores de la salud.

A propósito del movimiento en defensa de los servicios de salud como una obligación del Estado y en contra de la Ley 100, una profesional del sector nos ha enviado el texto que publicamos a continuación. Nos invita a la siguiente reflexión: ¿El proceso acelerado de proletarización de los médicos, provocado por la privatización del sector, está transformando su conciencia? ¿Aquel médico tradicional, de gran reconocimiento social por su importancia para la vida de la comunidad, cuyos ingresos lo situaban en las capas altas de la clase media, está desapareciendo? ¿Esta nueva realidad lo lleva a reconocerse como un asalariado y a adoptar los métodos de organización y lucha de la clase obrera? Invitamos a nuestros lectores a estudiar y comentar este aporte.

Recordando el pasado
Hasta hace pocas décadas los médicos, no sólo en Colombia sino en la mayoría de regiones del mundo, gozaban de una situación privilegiada y se movían en las esferas sociales del poder. Aunque no fueran propiamente burgueses sí era esa la clase con la que se identificaban en su diario vivir; justamente porque las clases altas, antes los nobles y posteriormente los burgueses, eran los que tenían acceso a sus servicios. La posición que les daba su nivel de conocimientos les permitió vivir en abundancia y en muchos casos aprovechándose de la ignorancia de los pacientes obtener ganancias desmedidas por su trabajo, hicieron parte de las cortes y luego se fueron separando de este mundo de lujos para convertirse en hombres de ciencia.
Los honorarios médicos fueron por muchos años a discreción del profesional, según quien fuere el paciente, desde enormes sumas a pacientes ricos hasta atención de caridad; no existían tarifas y el médico vivía de su prestigio.
En realidad el actual médico asalariado, al igual que toda la clase obrera, vive y depende de la venta de su fuerza de trabajo (obviamente dentro de la burguesía algunas personas pueden haber estudiado medicina, y algunos médicos se han dedicado a la explotación de los otros, pero no es ese el tema), no posee medios de producción ni vive de la plusvalía producida por otros, por lo tanto aunque por lo dicho anteriormente se relacionara con la burguesía, nunca fue parte de ella.

Una nueva realidad
Una situación económica y social privilegiada impidió históricamente que el médico se reconociere a sí mismo como un trabajador; sin embargo eso ha cambiado. La ley 100 de 1993, el usufructo de las ganancias por patrones particulares (EPS), es decir, el reconocimiento de un “patrón”, el establecimiento de un salario, incluso de tarifas por hora o por consulta, la enorme oferta de profesionales que pone los salarios a la baja, el desempleo antes desconocido por el gremio, y con ello el detrimento de la calidad de vida, ha dejado la realidad desnuda tal cual es: los médicos son clase obrera altamente calificada, pero clase obrera al fin de cuentas.
En Colombia según datos del 2006, habría aproximadamente 58 mil médicos, de los cuales 72% , es decir 42 mil, son médicos generales; el número de escuelas de medicina se duplicó en los últimos 20 años pasando de 20 a 54, así como el número anual de egresados pasó de 1.200 a 2.500 aprox.1 Sin embargo datos del 2009 presentados por el Observatorio de la Universidad Colombiana, hablan de más de 70 mil , con un tercio de especialistas; este mismo observatorio señala que este número no es excesivo, sino que de hecho en el más optimista de los cálculos para este año harían falta cerca de 14 mil médicos y 1.500 enfermeros para satisfacer dignamente las necesidades de los colombianos, por lo tanto la excusa de la baja de precios (salarios) por un exceso en la oferta sólo se explica por la negación del derecho a gran parte de la población, y por la concentración de los médicos en las grandes ciudades.2

Caída salarial…
Hace 20 años un médico ganaba un promedio de 20 salarios mínimos, actualmente gana máximo 6 o 7, el 10% gana menos de un millón de pesos por mes y menos del 5% gana más de 4 millones3: aun cuando las jornadas prácticamente se han duplicado, dado que el profesional debe trabajar en varios sitios para mantener su nivel de ingresos. Mientras un trabajador promedio labora máximo 50 horas por semana, los médicos pueden hacer hasta 80 horas, lo cual pone en peligro su salud y disminuye su capacidad de respuesta, además de reducir al mínimo su tiempo de esparcimiento y recreación.

…y deterioro laboral
Según datos del 2006 el 5% de los médicos se encuentra desempleado y el 8% trabaja en otro oficio. La contratación ha sufrido los mismos cambios que en todos los sectores, la desregulación laboral que aleja al trabajador de sus derechos afecta gravemente a los profesionales de la salud, sólo el 40% tienen un contrato laboral, 25% trabajan por Orden de Prestación de Servicios (OPS) y 33% ganan por evento (consulta o procedimiento al destajo). Cerca del 20% de los médicos no tienen seguridad social (¡!), 30% no está afiliado a pensiones y cerca del 40% no tiene ARP4 (seguro de riesgos profesionales): por lo tanto no tienen derecho ni siquiera al servicio que ellos mismos prestan.
Pero no sólo el salario ha disminuido y aumentado el tiempo de trabajo sino que se han modificado adversamente las condiciones de trabajo, con tiempos récord de 15 minutos por consulta en la cual el médico debe además de ver al paciente, diligenciar la historia, formular y llenar varios formatos administrativos, lo cual impide que se dé una relación médico-paciente satisfactoria lo que se presta para errores e inconformidades. No sólo se limita el tiempo de la consulta sino el número de laboratorios y medicamentos que se ordenan, por lo cual ya han sido sancionadas las más grandes EPS del país, sin que esto deje de ocurrir. Sin embargo, pese a que el médico no tiene “permiso” de cumplir con su trabajo como debe ser, si se presentara algún resultado adverso el profesional debe responder penal, civil y administrativamente; por lo cual es necesario contar con seguro para poder trabajar, seguros de alto costo (de 1 millón de pesos anuales para un médico general y unos 2,5 millones para un especialista, aproximadamente) con lo que se lucran las grandes aseguradoras. Aunque este tema se presta para una revisión más profunda sobre las bases e implicaciones en la población del Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS), el objetivo de éste análisis es exponer la situación laboral de los médicos.

Sobrexplotación calificada
Grandes niveles de explotación laboral son la norma en la relación del médico con sus patronos. El médico recibe un porcentaje mínimo de lo que vale su trabajo y debe pagar los altísimos costos del régimen de salud y pensiones contributivo, además de descuentos como la Retención en la Fuente.
Para la muestra algunos ejemplos, que ilustran lo dicho: la tarifa SOAT5 es lo que la empresa recibe por parte del pagador por la facturación del servicio, o sea lo que le pagan al patrón por el trabajo del médico, honorarios es lo que el patrón le paga al médico por realizar el trabajo, los ejemplos más sencillos son el valor de una consulta, pero también en los procedimientos hay enormes niveles de explotación.
Como se puede ver el médico general es más explotado que el especialista en consulta externa, pero en procedimientos el especialista produce muchísimo más de lo que gana.
Un médico general gana cerca de 15 mil pesos por hora, promedio 14 mil, debe atender 4 pacientes por hora por lo tanto cada consulta se la pagan a 3.500 pesos el 15% de lo que vale y la empresa se queda con el 85%; a un especialista le pagan aproximadamente 50 mil pesos la hora sin importar si hace consulta o procedimientos, en consulta le pagarían más del 50% de lo que trabaja, pero si un especialista de planta o contratado por horas debe realizar una cirugía que dura una hora o dos (por ejemplo una colecistectomía laparoscópica, uno de los procedimientos más costosos del sistema) ésta es pagada a la empresa a $4’285.100 y el especialista recibirá los mismos $50 mil por hora, entre el 1 y el 2%.

Un lento despertar
Ante semejante situación quizá expresada con demasiados números, los médicos han ido lentamente despertando ante esta realidad, en iniciativas inicialmente desordenadas y despolitizadas como defensa contra los atropellos de la ley 100, el cierre masivo de hospitales y la desregulación laboral. Las Cooperativas de Trabajo Asociado, que en realidad enmascaran trabajo al destajo, aunque en este momento se encuentran restringidas, siguen operando en muchos sectores en especial el privado. En Bogotá es prohibido para las entidades públicas contratar con cooperativas, esto como una pequeña ganancia de la clase obrera, pues algunos sectores se han unido por la defensa de sus derechos, lo que los ha obligado reconocerse como trabajadores.
La reforma a la Ley 100, la Ley de Talento Humano, la pelea por el ISS, la derrota de los decretos de emergencia social, son ejemplos de cómo los médicos se han vinculado en varios niveles en peleas democráticas, aunque no se haya tenido éxito en el objetivo en todos los casos. Cada vez crece más la conciencia de que es necesaria la unidad entre los médicos para conformar una fuerza capaz de enfrentar un sistema que privilegia las ganancias particulares sobre los trabajadores y la salud de la gente.

Organizarse gremialmente
Como parte de esas iniciativas nació hace algunos años, impulsado a través de la internet, el Colegio Nacional de Médicos Generales de Colombia, organización que pretende agrupar a los médicos con el fin de recuperar la dignidad del gremio y obtener condiciones de trabajo y salario más justas; ésta organización tiene una fortaleza desde su concepción y es que parte de la conciencia de clase de los médicos, y no acepta en su seno la participación del Estado, ni de las EPS porque tiene claro que los intereses empresariales estarán siempre opuestos a los de los médicos como trabajadores.
En el 2008 Minprotecciónsocial, por los resultados de la Encuesta Nacional de Salud, declaró que el 18 % de los pacientes son víctimas de errores médicos, culpando a los trabajadores de los errores y fallas de un sistema de salud inhumano. Por ejemplo, ellos cuentan como errores médicos la no formulación de medicamentos adecuados (normalmente no están disponibles y toca formular lo que haya) o el tiempo que un paciente espera por atención mientras la EPS autoriza el pago, pero en caso de que el médico atienda al paciente sin la autorización de la EPS los gastos le son descontados de su salario. Ante estas malintencionadas declaraciones se produjo un sentimiento de rechazo e indignación entre los médicos hacia el gobierno, lo que se ha evidenciado en un enorme crecimiento del Colegio, aumento de compañeros médicos que se interesan en ser líderes en todo el país y una postura cada vez más radical.
Sin embargo el Colegio tiene graves debilidades como son su poca visibilidad, la pobre politización de la mayoría de sus miembros y la vulnerabilidad que tienen ante los aparatos políticos clientelistas, lo que quedó evidenciado en las elecciones nacionales pasadas cuando el colegio llamó a votar por “candidatos médicos”, y muchos de éstos eran de partidos claramente enemigos de la clase como Cambio Radical y unos varios del Polo; obviamente esto se debe a la confusión y al atraso político aún mayoritarios pero también demuestra que el gremio está receptivo para hablar de política y se podría realizar un trabajo inicialmente educativo y explicativo con una parte de los trabajadores con la que antes habría sido imposible o inimaginable contar. El trabajo desde luego está todo por hacer en particular porque ideológicamente los médicos como pertenecientes a las capas medias tienden a responder de manera reaccionaria ante los temas de la política en general. Por ejemplo, un médico puede tener clarísimo que Sánitas o Saludcoop es su enemigo pero le sigue votando al Partido de la U y no comprende o ignora la relación entre el gobierno y ese tipo de entidades.
Varios médicos han dirigido cartas a los ministerios y a la prensa denunciando irregularidades en contratación y prestación del servicio, desde mucho antes que estallara el escándalo actual, y en varias ciudades se han constituido comités de impulso de la organización gremial; actualmente esta organización sigue creciendo y elaborando material de análisis así como propuestas de leyes y otras actividades en defensa de los intereses gremiales, además se mantiene independiente de las EPS y el Estado, pero tiene una enorme debilidad y es que no llama a la movilización o lo hace muy tibiamente, lo que le quita fuerza y poder a las propuestas; al no estar en el marco de un análisis anticapitalista aún creen en las instituciones de la democracia burguesa. No obstante esto, representa una gran oportunidad de interlocución y trabajo político, que debe ser tenida en cuenta en cualquier propuesta sobre salud en Colombia.

Tarifas para consultas

Servicio

Consulta externa médico general

Consulta de urgencias

Consulta especialista

Tarifa

$ 21.400

$ 35.200

$ 30.900

Honorarios aprox.

$ 3.500

$ 5.000

$ 18.000

Notas

1www.medicosgeneralescolombianos.com

(Información facilitada por Mineducación)

 
2 www.universidad.edu.co

3 www.medicosgeneralescolombianos.com

4 www.medicosgeneralescolombianos.com

5 Decreto 2423 del 31 de diciembre de 1996.(SOAT actualización 2011)