¡No dar tregua! ¡Unidad contra los planes de Santos!
La catástrofe invernal, que por segunda vez consecutiva se ensaña con los más pobres, le ha permitido de nuevo a Juan Manuel Santos convocar a la solidaridad nacional e internacional; pero sigue adelante con una agenda legislativa que garantiza el saqueo del país a manos de las transnacionales y las ganancias de los grandes empresarios. Al tiempo que nos presentan inundaciones y derrumbes como una catástrofe natural, se destapa la descarada corrupción de quienes han tenido la responsabilidad de prevenir el desastre pero se dedicaron a depredar el presupuesto del Estado.
Mientras decenas de miles de pobladores lo pierden todo, un puñado de oligarcas, con su parlamento de bolsillo, aprueban un Plan de Desarrollo que condena a Colombia a la producción de materias primas, agrava la desindustrialización de la economía y la quiebra del agro, precariza las condiciones laborales y legaliza la expropiación de millones de hectáreas a manos de los paramilitares y sus patrocinadores. Al mismo tiempo se anuncian la privatización de la educación pública y nuevos recortes al derecho a la salud. Se evidencia así la inutilidad de los encendidos debates parlamentarios en cabeza del Polo Democrático Alternativo frente a la aplanadora de la Unidad Nacional al servicio del gobierno.
En las calles en cambio, el 7 de abril y el Primero de Mayo, decenas de miles manifestaron su disposición a luchar para enfrentar esos planes, pero también se evidenció la política del gobierno de reprimir la protesta popular. Por eso hace falta la decisión consciente de la mayoría de la dirección sindical y de las organizaciones de masas de definir un plan de acción que tenga como objetivo la más amplia unidad en la lucha contra los planes de Santos y deseche la ilusión de concertarlos.
La Federación Colombiana de Educadores ha convocado una nueva jornada nacional para el 12 de mayo y los universitarios preparan otras acciones de protesta. Estas convocatorias pueden unificarse para que nos sumemos todos los sectores sociales que tenemos algo que reclamar, pero deben ser parte de un verdadero plan de acción que escale la resistencia y tenga como objetivo derrotar el Tratado de Libre Comercio, las leyes de impunidad y despojo, las cooperativas de trabajo asociado, la acción continuada de los grupos paramilitares, la contrarreforma de la Ley 30, el contrato de primer empleo, y todo el diluvio de medidas antiobreras y antipopulares pactadas entre Santos y Obama.