PST Colombia

Partido Socialista de los Trabajadores

Restitución de personería a la Unión Patriótica

Mural en la calle 26 de Bogotá en homenaje a las víctimas del sindicalismo y la Unión Patriótica.

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El pasado 9 de julio el Consejo de Estado, con visto bueno y aprobación del gobierno de Santos, con oposición de la reaccionaria Procuraduría, restituyó a la Unión Patriótica la personería jurídica que le había sido cancelada en el año 2002 por el Consejo Nacional Electoral.
Años atrás, en medio del reguero de sangre y muertos que dejó a lo largo y ancho el país el exterminio de la Unión Patriótica y el de muchos miles de activistas y luchadores de otros movimientos, aplicando la reaccionaria legislación electoral y los umbrales de votación que impiden el libre ejercicio del accionar político, a la Unión Patriótica y también a nuestro partido, el Partido Socialista de los Trabajadores, le fue retirada la personería jurídica.
En esas medidas se traducía el reaccionario régimen electoral que, en “desarrollo” de la Constitución de 1991 y con la aprobación incluso de partidos como el Polo Democrático Alternativo, que ahora se siente amenazado por el engendro que apoyó, fijó requisitos de niveles mínimos de votación (umbral) para que un partido político fuese reconocido y se le otorgasendiversas garantías y derechos, necesarios para su funcionamiento y participación en los procesos electorales.
La tendencia actual es a continuar aumentando los mínimos de votación, buscando eliminar y restringir en esa forma cualquier clase de actividad política de partidos que no representen directamente los intereses de los dueños del poder. Por eso muchos ya alertan que la restitución de la personería a la UP puede tener corta vida, ante los requisitos de votación que se exigen para mantenerla.
La decisión del Consejo de Estado es eminentemente política. Está relacionada con el proceso de negociación en curso con las FARC, en La Habana. Antes que mostrar una decisión de cambio democrático por parte del régimen tras ella se vislumbran los aspectos reaccionarios porque se limita a dar algo, que luego será nuevamente arrebatado.
Si de una verdadera ampliación de las libertades y derechos democráticos de los partidos políticos se tratase (independientemente de que defiendan o no al régimen), las medidas tendrían que ser muy diferentes: plena libertad para la acción política, reconocimiento de los partidos y movimientos con un mínimo de exigencias, garantías y derechos reales (con acceso a los grandes medios de comunicación) para que expresen sus propuestas ante toda la población del país, etc.
La restitución de la personería jurídica a la UP, que sabemos alegra a sus actuales militantes y dirigentes por considerarla un derecho legítimo, alegría que compartimos, no puede llevarnos a ninguna ilusión. Sólo una acción política masiva y generalizada, que confronte al régimen político existente en el país, que le arranque los derechos y libertades políticas que cercena cotidianamente, logrará avances sólidos y duraderos en ese terreno.