PST Colombia

Partido Socialista de los Trabajadores

Proletarios de todos los países: ¡Uníos!

Primero de mayo

Desde el Norte de África y el Medio Oriente, pasando por Europa y Estados Unidos, los trabajadores han manifestado su indignación frente a un sistema social que hunde al mundo en el desempleo, la miseria y la violencia. Millones de pobladores se tomaron las plazas durante el año pasado. En Europa es necesaria y posible una huelga general continental que impida la aplicación de los planes de ajuste, despidos masivos y destrucción de los servicios sociales. Y así en otras partes del mundo los trabajadores y los pobres buscan una salida a la catástrofe.
Frente a esta sociedad capitalista en crisis económica y descomposición social, política y moral los trabajadores podemos presentar una alternativa. Una sociedad gobernada por los verdaderos productores de la riqueza social: los obreros, los empleados, los campesinos pobres, los indígenas, las comunidades raizales. Una sociedad que arrebate la propiedad de los medios de producción de las manos mezquinas de empresarios y transnacionales y los ponga en manos de la mayoría. Una sociedad que tenga como prioridad garantizar trabajo digno para todos y la satisfacción plena de las necesidades básicas de alimentación, vivienda, educación y salud. Una sociedad que elimine el afán de lucro y acumulación de riqueza por parte de una minoría, a costa de la miseria de la mayoría. Una sociedad basada en la solidaridad y el apoyo mutuo, que elimine las fronteras entre los pueblos, acabe las guerras y planifique la producción en beneficio de todos.
Ese es el verdadero sentido del Primero de Mayo. Frente a los gobiernos de la burguesía y el poder militar del imperialismo, los trabajadores nos presentamos como un ejército mundial unificado dispuesto a la batalla contra el capital. Hacemos así realidad la consigna “¡Proletarios de todos los países, uníos!”.
Y debemos salir a las calles para dar otro paso en la superación del principal obstáculo que aún se interpone entre nosotros y la posibilidad de una sociedad socialista: la inexistencia de una verdadera organización internacional revolucionaria que conduzca nuestras luchas. La Liga Internacional de los Trabajadores cumple treinta años en la lucha por la construcción de esa organización, la Cuarta Internacional. Como afirmó León Trotsky, su fundador, dos años antes de caer asesinado: “¡Obreros y Obreras de todos los países, agrupaos bajo la bandera de la Cuarta Internacional: Es la bandera de vuestra próxima victoria!”