PST Colombia

Partido Socialista de los Trabajadores

Por la unidad de las luchas obreras, populares y democráticas

En el lanzamiento del Movimiento Marcha Patriótica

Saludo del Partido Socialista de los Trabajadores
 
Compañeros participantes de la Marcha Patriótica,
Compañeros de la Dirección:
Nuestro partido les presenta un cordial saludo en el lanzamiento del Movimiento, a pesar de no ser parte del mismo. Reconocemos en la conformación de la Marcha Patriótica un intento por darle expresión política al accionar de centenares o miles de luchadores del país, agrupados en una amplia gama de organizaciones que en ella confluyen.
Los trabajadores, explotados y oprimidos en Colombia hemos estado sometidos durante décadas a un reaccionario y antidemocrático régimen político. Ese régimen ha exterminado a sangre y fuego a miles de luchadores obreros, campesinos y populares, buscando acallar cualquier protesta o lucha por la defensa de los más mínimos derechos. Ese régimen político es responsable de la expropiación de la tierra a millones de campesinos y de su desplazamiento forzado. Es el principal responsable del baño de sangre al que ha estado sometido el pueblo colombiano en las últimas décadas.
A la vez que expresa los intereses de los explotadores y opresores nacionales, el régimen político colombiano es la manifestación del dominio de la burguesía imperialista mundial, liderada por la de Estados Unidos. Por ello, desde una posición obrera y popular, es necesario unir la lucha contra el régimen político a la más decidida lucha contra el imperialismo y su dominación. Contra la inmisericorde explotación que las empresas transnacionales hacen de los recursos naturales. Contra los tratados comerciales, políticos y militares que colocan al país al servicio de los intereses del capitalismo mundial; buscando descargar sobre los hombros de los trabajadores la crisis del mismo.
Desde nuestra perspectiva socialista consideramos que la lucha contra ese régimen político y contra el dominio imperialista está indisolublemente unida a la lucha contra el sistema capitalista en su totalidad, y no solo en el país sino a nivel mundial. No se trata sólo de enfrentar un modelo capitalista especialmente lesivo: el neoliberalismo. Quedarse allí es quedarse menos que a mitad de camino. Se trata de orientarnos y organizarnos para luchar contra la raíz última de todos los males que nos aquejan: el sistema capitalista, en cualquiera de sus modelos. 
Asistimos a una de las más grandes crisis capitalistas en las últimas décadas. En todos los países los gobiernos intentan descargar su costo sobre los hombres de los trabajadores. En respuesta los trabajadores se levantan contra los planes de los gobiernos que tratan de arrebatarles conquistas y derechos, reduciéndolos cada vez más a la miseria. A la vista están las huelgas generales en Grecia, España y Portugal. A la vista está el derrocamiento de los regímenes dictatoriales en el Norte de África. En esas luchas se unen indisolublemente la búsqueda y defensa de derechos y libertades democráticas con las exigencias económicas, salariales y de bienestar para la población.
En muchos casos los trabajadores y sectores populares tienen que enfrentar directamente a gobiernos que llamándose nacionalistas, democráticos o progresistas despiertan ilusiones en millones de trabajadores pero que rápidamente, más temprano que tarde, se despojan de su careta. A la vista está Evo Morales, enfrentado por los indígenas del TIPNIS que defienden sus territorios; las luchas indígenas y populares en el Perú contra los gigantescos proyectos mineros del gobierno de Humala;  las exigencias del movimiento indígena frente al gobierno de Correa. En ningún gobierno de similares características podemos depositar ninguna confianza e ilusión. La tarea que está planteada, en todos y cada uno de los países, es por conquistar a través la lucha y la movilización gobiernos obreros y populares que tengan una definición absoluta y completa de destruir la estructura económica y social capitalista, no reformarla.
Hemos señalado públicamente a la Marcha Patriótica y a su dirección que, reconociendo diversas coincidencias en aspectos que son base programática del movimiento, percibimos importantísimas e insoslayables diferencias cuya discusión consideramos necesario continuar. En nuestra concepción programática la verdadera segunda independencia de los pueblos de América Latina tendrá que ser anticapitalista, es decir, socialista, confluyendo todos en la conformación de una Federación de Repúblicas Socialistas de América Latina.
En esa lucha, que obliga a una amplia política de alianzas, tiene que existir una norte y una guía. Sólo desde una concepción de clase, sin ninguna ilusión en ningún sector burgués por más democrático, nacionalista o progresista que se proclame, será posible aglutinar a todos los sectores populares, a los indígenas, los afro-descendientes, a todos los explotados y oprimidos. Cualquier otra concepción tarde o temprano nos conducirá a fracasos más o menos similares a los sufridos en el pasado inmediato, como en el caso del PDA.
Ustedes reivindican como aspecto central de su plataforma la lucha por la solución política negociada al conflicto social y armado. Discrepamos de esa formulación. Mientras exista la explotación y opresión capitalista-imperialista el conflicto social, más allá de cualquier negociación parcial de un aspecto del mismo, continuará profundizándose y agudizándose.
Consideramos válido que las fuerzas que durante décadas han mantenido un enfrentamiento armado con el estado busquen una negociación de ese conflicto armado. Sin haber participado en el mismo, con diferencias profundas respecto al programa, la estrategia y los métodos de las organizaciones insurgentes, pero reconociendo las razones políticas y sociales que les dieron origen y mantienen, consideramos que su mantenimiento  no significa una contribución efectiva para ganar la conciencia y decisión de lucha de millones lo cual es absolutamente necesario para derrocar al actual régimen político, enfrentar la dominación imperialista, conquistar un gobierno de los trabajadores, campesinos pobres y sectores populares que adopte un conjunto de medidas trascendentales de carácter socialista.
Sabemos que la expresión clara de nuestras diferencias será la mejor garantía para poder mantener y profundizar una relación que nos permita actuar en común en todos los aspectos en los cuales existen coincidencias a la vez que profundizamos la discusión sobre las mejores estrategias y políticas para el avance de las luchas obreras, populares y democráticas en las que ustedes y nosotros estamos comprometidos.
Comité Ejecutivo – PST
Abril 21 de 2012