Exijamos un salario mínimo de $1’500.000!
Como consecuencia de la devaluación acelerada del peso y el incremento de la inflación, el salario de los trabajadores colombianos ha perdido una parte sustancial de su poder adquisitivo. Es una de las maneras como los capitalistas descargan la crisis sobre nuestros hombros. Ahora que se inicia la negociación del reajuste del salario mínimo que regirá durante el 2016, el gobierno y los empresarios han planteado públicamente sus argumentos para evitar un incremento verdadero. Lo máximo que aceptan es un porcentaje similar a la inflación, con el argumento de que un mayor aumento haría menos competitivo el precio de las mercancías o servicios producidos en Colombia. Ese argumento es mentiroso, por eso debemos unir fuerzas para arrancarles parte de sus desmedidas ganancias.
En el Congreso de la CUT el año pasado propusimos que en la Mesa de Concertación Laboral se exigiera que el salario mínimo fuera de un millón de pesos y a pesar de que seaprobó esa propuesta, la dirigencia se limitó a regatear un miserable reajuste que dejó el mínimo en unos trescientos dólares (poco más de $600.000). Con la devaluación del peso hoy ese salario vale más o menos doscientos dólares, o sea que se redujo en un 30%. Por eso este año, en el Congreso Extraordinario de la CUT, hemos planteado que nuestras exigencias también deben compensar este deterioro, subiendo la propuesta a quinientos dólares ($1’500.000).
Depende de la presión de las bases que la dirigencia atienda este reclamo, pues no podemos esperar nada de negociadores como Julio Roberto Gómez de la CGT, quien se atreve a anticipar que van a pedir “unos puntos por encima de la inflación”. Eso sólo es una burla para lo que necesitan más de quince millones de trabajadores que devengan el mínimo o menos aún. Por eso también propusimos que esta exigencia se respaldara con la convocatoria a un paro nacional antes de que el gobierno decrete un reajuste miserable como en los años anteriores.
En esta edición de El Socialista publicamos el texto completo de la resolución propuesta, e invitamos a las organizaciones de base a que la difundan, la respalden y llamen a los trabajadores a defenderla.
Bogotá, noviembre de 2015