10 razones para VOTAR EN BLANCO
El régimen político colombiano es antidemocrático. Impide la participación de las minorías en los procesos electorales con una legislación arbitraria que induce a la corrupción y al clientelismo.
Todas las instituciones del Estado, en particular el Congreso de la República, están al servicio de los intereses de la gran burguesía y las transnacionales, y la minoría que actúa como oposición no puede modificar esta situación.
Partidos de izquierda, como el Polo, que en el pasado reciente lograron un importante respaldo electoral, provocaron una gran frustración en el electorado por su complicidad con la corrupción de la Alcaldía de Samuel Moreno en Bogotá. Hoy la izquierda se encuentra irremediablemente dividida.
Nuevos movimientos de protesta han demostrado que sólo es posible arrancar conquistas sociales al Estado y la oligarquía con la movilización de masas. Es lo que demostró la protesta estudiantil en 2011 y el paro agrario en 2013.
La manera más eficaz de enfrentar a este régimen corrupto y genocida en el terreno electoral es exigiendo plenas garantías democráticas para todos con la protesta unificada de la población.
Todas las organizaciones sociales y políticas de oposición al gobierno y a este régimen antidemocrático podemos unificarnos con el llamado al VOTO EN BLANCO en las próximas elecciones.
El VOTO EN BLANCO puede lograr la mayoría absoluta e inhabilitar a todos los candidatos que se presenten obligando a convocar de nuevo a elecciones. Un éxito de esa magnitud abriría la posibilidad de una verdadera REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA.
Los trabajadores y los pobres debemos luchar por preservar nuestra independencia política frente a todos los partidos de la burguesía, y en el momento actual frente a la reelección de Santos o el fortalecimiento del uribismo. Santos y Uribe son las dos caras de la misma moneda.
Al tiempo que impulsamos el VOTO EN BLANCO debemos proponer salidas de fondo a los problemas más graves que afectan a la mayoría de la población: trabajo y salario adecuados para todos, salud y educación a cargo del Estado, tierra y vivienda para los pobres.
Estas soluciones a los más graves problemas sociales se pueden financiar negando el pago de la deuda pública a los bancos nacionales y extranjeros, nacionalizando las principales empresas y tierras productivas y rompiendo todos los pactos comerciales, políticos y militares que subordinan a Colombia a las grandes potencias imperialistas.
5 de febrero de 2014