PST Colombia

Partido Socialista de los Trabajadores

“Si el voto en blanco obtiene la mayoría los colombianos pueden hacer una revolución”

ENTREVISTA

El Socialista entrevistó al ex presidente de la Corte Constitucional, doctor Jaime Araujo, sobre la campaña por el voto en blanco que está impulsando en coordinación con otros sectores políticos y sociales, entre los que participa el Partido Socialista de los Trabajadores.
E. S.: Las encuestas pronostican un voto en blanco mayoritario. ¿Qué interpretación tiene usted de ese fenómeno?
Jaime Araujo: Desde hace mucho tiempo existe un inconformismo por parte del pueblo colombiano contra sus dirigentes por la manera como han venido ejerciendo el poder político. Desafortunadamente no había el cauce legal para tratar de expresarlo electoralmente. Hoy tenemos como instrumento para hacer un cambio pacífico, por primera vez, el voto en blanco, en rango constitucional.
En el año 2003 se eleva a rango constitucional y se le dan efectos jurídicos pero se establece una mayoría absoluta: mitad más uno del total de votos válidos. En el año 2009, con la reforma constitucional de ese año, se hace un avance que consiste en reducir esa mayoría absoluta a mayoría simple. ¿Qué quiere decir eso? Que basta un voto de más, que tenga el voto en blanco sobre los demás candidatos, para que eso produzca efectos jurídicos importantes.
El pueblo colombiano lo ha entendido y está dispuesto a hacer uso de ese instrumento. Es un instrumento que como decimos es un instrumento de paz en un país tan violento como Colombia. Nosotros no le estamos proponiendo a la gente que tome las armas.
En materia de derechos fundamentales hay unos que no se discuten. Y uno es el derecho a elegir y ser elegido. Modernamente incluye el derecho a no elegir mal. O dicho de manera inversa: el derecho a elegir bien. El voto en blanco es la manifestación de ese derecho. De manera que ese derecho fundamental lo tenemos los colombianos para que el 9 de marzo y el 25 de mayo, sólo en dos días, podamos barrer a la clase política colombiana.
E.S.: Ese inconformismo que menciona ¿cómo se ha expresado en el país y cómo se relaciona con el voto en blanco?
J.A.: Usted recuerda que el año pasado el país vivió una ola de protestas populares. Los campesinos hicieron su protesta, lo hicieron los sindicalistas, lo hicieron también los estudiantes, lo hicieron los médicos. Todos los sectores sociales mostraron su inconformismo. En este proceso tienen la oportunidad ahora de aplicar los efectos jurídicos de ese instrumento.
Con la mayoría absoluta que se le exigía al voto en blanco no bastaba un voto más sino que requerían la mitad más uno del total de votos. Mientras un candidato cualquiera con 20 votos podía elegirse, el voto en blanco si sacaba 21, si sacaba 25, si sacaba 30, 40, 50, no ganaba. Necesitaba 51 votos. Ahora, con la reforma lo importante es eso: que si participan los candidatos y participamos también quienes tenemos el voto en blanco y sacamos un voto de más, si por ejemplo el señor Santos saca 30 (de 100 votos), los señores de la U sacan 15, los señores del partido Verde sacan el 3, cualquier cifra, pero nosotros sacamos 31 votos, eso sería suficiente para obligarlos a ellos a que no se presenten más. Eso es parte de los efectos jurídicos importantes. Es que el voto en blanco obliga y sanciona a esos candidatos que se presentaron de tal manera que ellos no pueden presentarse en la próxima elección.
E.S.: El señor Registrador Nacional del Estado Civil está afirmando en este momento en los medios y en su página de internet lo contrario.¿A qué situación nos podemos enfrentar?
J.A.: Yo creo que eso es parte de la estrategia contra el voto en blanco porque como están asustados y saben que van a perder pues entonces se valen de una argucia jurídica para no perder aun perdiendo. Y es lo que nosotros no les vamos a permitir. La razón es muy simple, se la reitero: es que en el 2003 por primera vez se lleva a la Constitución Política el voto en blanco a rango constitucional, aunque señalando mayoría absoluta.
En el 2009, el acto legislativo, precisamente quiso lo contrariode la formulación de 2003.Si usted lee el texto simplemente dice mayoría, no dice como en el 2003 mayoría absoluta. Eso se mantuvo y se mantuvo en los ocho debates que requirió para ser aprobado. Podemos afirmar con certeza que desde el primer debate está el texto y está el espíritu de que bastaba un voto más, y eso sería suficiente para que esos candidatos o partidos políticos no puedan volverse a presentar en la próxima elección.
E.S.: En el caso de votaciones uninominales, como la de Presidencia, es claro el efecto que los anteriores candidatos no se pueden presentar. ¿Cuál es el efecto en el caso de votaciones por listas, para cuerpos colegiados?
J.A.: Son varios los efectos. El primero, lo dice también la reforma constitucional, es que los partidos o movimientos políticos que no logren el umbral pues no pueden presentarse para la elección siguiente. ¿Eso qué quiere decir? El umbral es del 3%y lógicamente está ligado al total de votos. Me explico: si usted tiene 100 el 3% de 100 es 3. Si usted tiene 200, el 3% de 200 es 6. Los partidos que no lo pasen automáticamente no pueden presentarse en la nueva elección. Los partidos que lo pasen pueden presentarse. Y ahí hay que dar una interpretación a contrario sensu. Aceptando que la Constitución dice que los partidos que pasen el umbral pueden volver a presentarse inmediatamente surge la pregunta: ¿Con los mismos candidatos o con candidatos distintos? Nosotros sostenemos la tesis que son candidatos distintos. Por una razón: porque en el mismo acto legislativo está clara la sanción para los candidatos que pierden frente al voto en blanco y es que ellos no pueden volver a presentarse. Entonces la misma sanción es aplicable a las listas que no pasan. Las listas si bien es cierto pueden volver a presentarse, los candidatos de ellas son sancionados. De manera tal que en ese evento, para ponerlo con ejemplos gráficos, si el partido Liberal o el movimiento de Uribe pasa a la segunda vuelta, presentarán otros nombres, pero no pueden volver a presentar ni al señor Uribe ni al señor Serpa.
E.S.: Pero si en una segunda votación para cuerpos colegiados, los partidos que sí pasaron el umbral pueden presentar nuevas listas aparecería como ineficaz el llamado al voto en blanco.
J.A.: No es ineficaz por varias razones. Lo primero, como le decía, los candidatos uninominales no pueden volverse a presentar y es una sanción y salimos de esos señores. No hay duda. En listas, tal como lo acabo de explicar, no podrían presentarse los mismos candidatos sino personas distintas. Pero no se le olvide a usted que hay un hecho político importante. Si el voto en blanco obtiene la mayoría como esperamos nosotros sea, es porque los colombianos han entendido ahora que con un instrumento pacífico pueden hacer una revolución. ¿Y pueden hacerla cuándo? ¡Ya! No tienen que esperar 20 años.
Nosotros no estamos proponiendo a las personas ni que tomen el fusil ni tampoco que tengan que esperarse tres generaciones para ver el cambio. Basta con dos días, el 9 de marzo y el 25 de mayo, para que con un voto más arrasemos a esta clase política. Y entonces, en ese momento, lo que se abriría desde el punto de vista político sería otro fenómeno, por ejemplo, una Asamblea Constituyente. Las personas del voto en blanco vamos a pedir una Asamblea Constituyente. ¿Para qué? Eso no es gratuito. Es para que haya precisamente lo que queremos los colombianos: paz, pero paz con justicia social. Porque es que el gobierno en el proceso de paz, hay que decirlo claramente, y el señor Santos también está empeñado en eso, es la paz romana, que es la paz de los sepulcros. Los vencedores le imponen a los vencidos una paz con condiciones, sin reconocer los llamados, los valores, los intereses de los vencidos. Simplemente se imponen por la fuerza.
En el caso nuestro nosotros creemos que debe haber un proceso de paz con justicia social. Y eso sólo puede lograrse, ante la terquedad de nuestra clase dirigente que le está jugando a un proceso de paz pequeño, para no ceder… Eso implica que con otro actor distinto al señor Santos… Pero para que ese proceso culmine no solo con paz romana sino con paz con justicia social creemos nosotros que una persona democrática podría hacerlo mejor que el señor Santos. Y desde ese punto de vista esa Asamblea Constituyente nos serviría a nosotros para lograr la paz con justicia social.
Justicia social, ¿qué es, en el fondo? Cualquiera que sea el nombre son más derechos para los colombianos. O sea, una paz donde los colombianos, además de tener la tranquilidad y la seguridad tengan más salud, más educación, más vivienda, más trabajo, más empleo.