¡Movilicémonos por la libertad inmediata de Feliciano Valencia!
La condena del líder indígena Feliciano Valencia a 16años de prisión--y su traslado en calidad de reo a un resguardoen Cauca para que cumpla la pena impuesta arbitrariamente por el Tribunal Superior de Popayán-- sólo tiene como objetivo criminalizar la protesta popular, en este caso la legítima y ejemplar lucha democrática de los pueblos indígenas de Colombia por la defensa de su territorio ancestral y su autonomía. Autonomía que es reconocida por la Constitución Nacional.
Valencia fue juzgado después de ser acusado de secuestro y lesiones personales contra un miembro del Ejército quien fue detenido por la comunidad indígena que lo señaló como infiltrado con la intención de provocar acciones violentas en las protestas del año 2008. El cabo Jairo Caparral fue enjuiciado por la comunidad de acuerdo a sus propias normas, castigado con varios latigazos y luego dejado en libertad. El gobierno de Colombia y su aparato judicial quieren ahora amedrentar a los pueblos indígenas, y de paso a todo el movimiento social, con la condena de Feliciano.
Pero mientras tratan de escarmentar al movimiento social sigue adelante el pacto de impunidad negociado en La Habana a espaldas de más de seis millones de víctimas. A cambio de su incorporación a la legalidad, las FARC aceptan que los máximos responsables de la violencia social que ha asolado al país por más de medio siglo sean perdonados por la justicia.
Es necesario que todos los trabajadores y los pobres de Colombia tomemos en nuestras manos la defensa incondicional de Feliciano Valencia. Esta es la razón por la que el Partido Socialista de los Trabajadores ha promovido un proyecto de resolución que fue presentado en el Congreso Extraordinario de la CUT para que se concrete un plan de movilización hasta lograr la libertad del líder indígena. Este proyecto de resolución fue acogido por la Asociación Sindical de Profesores Universitarios (ASPU) Universidad Nacional y difundido a través de la página web del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC). Posteriormente fue suscrito por más de veinte directivos sindicales y fue aprobado por la asamblea general de Sintraholcim, significativo núcleo obrero.
Sólo la movilización puede liberar a Feliciano de su arbitrario confinamiento y defender el derecho democrático a la protesta, en la perspectiva de la lucha por una Asamblea Nacional Constituyente Democrática y Soberana. Por eso debemos sumarnos a la marcha hacia Bogotá que han anunciado las comunidades del Cauca para exigir la anulación de la sentencia contra Feliciano y el respeto a su autonomía.