PST Colombia

Partido Socialista de los Trabajadores

¡Abajo el estado de emergencia en Cajamarca! ¡No a Conga!

¡Jornada nacional de lucha en solidaridad con Cajamarca!

El gobierno del presidente Humala ha decretado el “estado de emergencia” por 60 días en cuatro provincias de Cajamarca.
La medida es un desesperado intento por quebrar la masiva y heroica lucha campesina, juvenil y popular iniciada el 24 de noviembre en dicho departamento, exigiendo la cancelación del proyecto minero Conga (una ampliación de la mina Yanacocha que opera la multinacional Newmont), y cuya ejecución significaría la destrucción de cuatro cabeceras de cuenca constituyendo una nueva agresión al medio ambiente por actividades mineras, y en particular la desaparición de reservorios naturales de agua que son base de la vida y la existencia del pueblo cajamarquino.
El “estado de emergencia” decretado por Humala significa la suspensión de los derechos y libertades más elementales y coloca a Cajamarca combativa, bajo el control de botas militares, con la amenaza de producir un nuevo hecho de sangre de las proporciones del “Baguazo”.
De este modo, Humala termina de sacarse la careta “nacionalista” con la que llegó a Palacio. Ahora, garrote en mano, toma partido a favor de las multinacionales mineras y su angurria de seguir enriqueciéndose a costa del saqueo de nuestros recursos y la destrucción de nuestro medio ambiente. Para amplios sectores que le dieron su apoyo esto equivale a una “traición”. Humala no sólo defiende a las mineras contra al pueblo. En ese empeño hoy apela al recurso del gatillo fácil y criminal contra el pueblo como lo hicieron los gobiernos anteriores. En realidad el giro autoritario del gobierno se puso en marcha desde el inicio, cuando tuvo que hacer frente conflictos en Tacna, Andahuaylas y recientemente Cañete. En esta última una protesta popular fue respondida con bala causando un muerto y más de veinte heridos.
El “estado de emergencia” es presentado por diversos medios como un recurso necesario para resguardar los derechos y libertades de la población civil que serían  víctimas de secuestro por la acción de un grupo de dirigentes radicalizados. La verdad maciza es que con dicha medida se busca quebrar la férrea voluntad del pueblo cajamarquino que inició una dura pelea sabiendo que enfrenta enormes intereses, y para ello radicalizó su lucha llegando a colocar a la ciudad bajo su control y orden.
Reivindicamos este derecho del pueblo de autoorganizarse y ejercer el control del orden, frente al Estado burgués y proimperialista que para defender los intereses de un puñado de ricachos, dispone de sus recursos y destruye sus fuentes de vida mientras lo mantiene sumido en la mayor pobreza. Extracción de oro y miseria son caras de la misma moneda y de una misma realidad lacerante que es la fuente de enfrentamientos y conflictos que atraviesan a Cajamarca y al Perú todo.
Las autoridades locales denuncian que el “estado de emergencia” se ha impuesto mediante un acto provocador. La mesa de “diálogo” con el premier Lerner, se instaló con una previa ocupación militar de la ciudad y con un desfile de tropas provisto de armas de guerra con el fin de disuadir a la población. Al final, la farsa de “dialogo” derivó en un descarado chantaje obligando a los dirigentes a “firmar el acta” so pena de declarar el “estado de emergencia”, sin opción para que ellos (favorables a dicho acuerdo) consultaran a sus bases sobre el levantamiento de la medida.
La declaratoria de emergencia no sólo estaba prevista. La estrategia del gobierno fue ir a negociar con garrote en mano y un poco de zanahoria. Su finalidad era quebrar la lucha popular y su osadía de controlar la ciudad, recuperar la “autoridad” del gobierno mellada en los conflictos precedentes donde tuvo que dar marcha atrás, y así crear las condiciones para retomar la ejecución del proyecto Conga.
Todo esto sin dudas trae bronca y desengaño en vastos sectores del pueblo. Esto confirma la necesidad que tenemos desde el campo de los trabajadores y del pueblo pobre de no confiar en oportunistas que para ungirse presidente ofrecen de todo y hasta fungen de izquierda, y de construir nuestra propio partido independiente, de obreros y campesinos, para impulsar las luchas y construir una alternativa de poder.
Saludamos que la CGTP y algunos partidos de izquierda que apoyan al presidente Humala han declarado su rechazo a esta medida represiva del gobierno. Pero no bastan las declaraciones. Se precisa de acciones concretas de solidaridad con el pueblo cajamarquino, ahora. Si se condena de palabra pero no se haga nada concreto, en los hechos es actuar como cómplice de un giro autoritario que sin duda alguna alcanzará al resto del pueblo y la clase trabajadora. Como reflejo de ella ya algunas patronales se vienen ensañando contra activistas sindicales provocando despidos.
Demandamos a la dirigencia de la CGTP y a los partidos de izquierda que apoyan al gobierno y aun cifran expectativas en Humala, que rompan con él, que renuncien a los cargos que ocupan en el gobierno, que retomen la independencia política de la clase trabajadora, de sus organizaciones y el camino de la movilización.
Demandamos que convoquen ya mismo a una Jornada Nacional Unitaria por el levantamiento inmediato del estado de emergencia en Cajamarca, por la cancelación del proyecto Conga, por la solución a los pliegos de Backus, Coca Cola-Inca Kola, por la no privatización de los puertos, por la nacionalización de la minería para proteger nuestro medio ambiente y colocar sus beneficios al servicio del pueblo. Hoy todos somos Cajamarca. Su lucha es nuestra lucha. Llamamos a todas las fuerzas y organizaciones a coordinar y trabajar por un plan de movilizaciones y de solidaridad con este heroico pueblo.