¡Ni una menos por causa de un aborto inseguro! ¡Exijamos la despenalización ya!

El próximo 28 de setiembre, como cada año desde 1990, habrá acciones y marchas por conmemorarse el Día de la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe.

Es un día de lucha para denunciar a los Estados, a los Gobiernos, a la Iglesia Católica y a las demás iglesias, responsables todos, de la muerte evitable de miles de trabajadoras y de jóvenes por abortos inseguros, practicados en la clandestinidad. Es un día de lucha para gritarles que ellos son cómplices de los negocios de las lujosas clínicas privadas, donde las clases altas pagan fortunas por un aborto seguro. Y que son también responsables de la violencia ejercida sobre otras miles de mujeres obligadas a llevar adelante embarazos producto de violaciones, y sobre millones forzadas a ser madres en situaciones de sometimiento y pobreza brutales.

Pobreza y violencia
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que cada año se practican 42 millones de abortos por embarazos no deseados en el mundo, 20 millones de los cuales son inseguros.
Unas 68.000 mujeres mueren anualmente por consecuencias de abortos inseguros; entre 2 y 7 millones sufren secuelas graves.
Casi todos los abortos inseguros (98%) ocurren en países donde el aborto es ilegal o está penalizado y/o donde los recursos sanitarios o los métodos anticonceptivos no están disponibles. (1)
América Latina y el Caribe sigue siendo la región más desigual del mundo, donde 95% de los abortos son inseguros, y el embarazo adolescente no para de crecer.
El aborto es legal solo en Ciudad de México (Distrito Federal) y en cuatro países: Cuba, Guyana, Puerto Rico y Uruguay. En todo el resto, ser pobre y tener que abortar puede pagarse con la vida o con la cárcel.
Siete de los nueve países del mundo que criminalizan el aborto en cualquier circunstancia están en esta región: El Salvador, Chile, Nicaragua, Honduras, República Dominicana, Haití y Surinam.
Pero incluso en los demás, que tienen leyes más o menos restrictivas, la falta de regulación del aborto no punible pone en riesgo constante su aplicación. El 86% de las mujeres más pobres de A.L. y el Caribe viven bajo leyes altamente restrictivas.
En Argentina, por ejemplo, si bien un fallo de la Suprema Corte de Justicia de 2012 aclaró las excepciones a la criminalización del aborto y sus requisitos, muchas provincias siguen sin aplicarlo. En Perú, tras 90 años de haberse despenalizado el aborto terapéutico, recién en julio de 2014 se aprobó un protocolo para regularlo, pero no incluye los casos de aborto por violación o por riesgos a la salud psicológica de la mujer. En Colombia, en donde existe también el derecho al aborto terapéutico, una enorme cantidad de médicos arguyen objeción de conciencia para no practicarlos; además, la desinformación y la desidia del Estado hace que el 98% sigan siendo abortos clandestinos.
En paralelo, América Latina y el Caribe es la segunda región con más embarazos adolescentes, de acuerdo con el último informe de UNICEF. Hoy, una de cada 3 jóvenes es madre antes de cumplir 20 años. Se vinculan esos embarazos con la falta de información y oportunidades, la marginación, la violencia sexual. Entre los 15 y 19 años la mortalidad materna se ubica como una de las causas más importantes de muerte. Ese riesgo se duplica en embarazadas antes de los 15 años. (2)
Gobiernos “progresistas” y “socialistas”: ¿de qué lado están?
A inicios del siglo XXI hubo grandes procesos revolucionarios en Latinoamérica. Como respuesta a ellos, o para prevenir nuevos estallidos, los gobiernos procuraron medidas para aliviar la situación de miseria de los pueblos.
Pero las políticas demagógicas en algunos casos, y la ausencia de presupuestos estatales suficientes, se hacen críticas cuando se trata de los derechos femeninos, y en particular cuando se trata de que una mujer pueda decidir cuándo ser madre.
A Rafael Correa [Ecuador] no le bastó repetir que jamás despenalizaría el aborto. En 2014 anuló su propio plan ENIPLA (Estrategia Nacional Intersectorial de Planificación Familiar y Prevención del Embarazo Adolescente), cuya principal iniciativa era la distribución gratuita de métodos anticonceptivos entre los jóvenes, por ser una “total equivocación” y parte de una “agenda abortista y gay”, afirmó.
Evo Morales [Bolivia] declaró en 2013 que “el aborto es un delito”. La ilegalidad del aborto fue ratificada por el Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia en 2014.
En la castigada Venezuela, Nicolás Maduro sigue el camino trazado por Hugo Chávez durante su campaña presidencial de 2012: “Califíquenme de conservador, pero no estoy de acuerdo con el aborto para detener un parto”.
Igual piensan las tres presidentes mujeres, Dilma Rousseff, Cristina Kirchner y Michelle Bachelet. En Chile recién se está debatiendo la legalidad del aborto terapéutico, recientemente fue aprobada la despenalización por la causal violación.
Puede sorprender que gobiernos que se autodefinen como “progresistas” o, incluso, “socialistas” coincidan con los sectores más conservadores de la sociedad y de la Iglesia. Pero, en la práctica, todos ellos comparten el interés patronal e imperialista de mantener sumisas a las mujeres, la mitad de la clase trabajadora, que sirve para explotar más y mejor al conjunto del proletariado.
Francisco y el perdón de los pecados
El Papa determinó que durante 2016, año del Jubileo de la Misericordia, todos los sacerdotes del mundo podrán absolver a las personas que se arrepientan de haber cometido el pecado del aborto. Una medida que no cuesta nada. Alivia el complejo de culpa que muchas mujeres sienten por causa de sus creencias religiosas, pero no modifica en nada sus terribles condiciones materiales de existencia.
La autorización papal fue celebrada por gobiernos y medios periodísticos. Pero no representa un cambio de postura de la Iglesia. Francisco reacciona ante la gran presión social a favor de la despenalización, que existe en muchos países donde el aborto no es legal, principalmente en América Latina y el Caribe. También a situaciones donde la derecha burguesa y la Iglesia han intentado hacer retroceder la legalización y han sido derrotadas por la movilización, como sucedió en el Estado español con la Ley Gallardón, y en el Uruguay.
Pelear como en el Uruguay y en el Estado español
En ambos países hubo grandes triunfos que fueron resultado de una pelea de organizaciones políticas, gremiales, estudiantiles, agrupaciones feministas y de toda la población. Esto muestra que se precisa una gran movilización social para ganar la batalla.
Las mujeres pobres que se practican abortos ilegales y mueren en las puertas del hospital al que, por temor a ir presas, acuden cuando ya es tarde; las que sufren violaciones y quedan embarazadas; las que no tienen acceso a la educación sexual ni a los anticonceptivos; las obreras que trabajan por contrato y serían despedidas si continuaran con su embarazo, no necesitan ser perdonadas. Necesitan educación sexual para prevenir, anticonceptivos para no abortar y derecho al aborto legal, seguro y gratuito, para no morir.
Desde la LIT- CI decimos que eso no es y no puede ser una cuestión tomada exclusivamente por las mujeres, como sostienen las feministas e, incluso, otros sectores de izquierda.
Con las mujeres a la vanguardia, debe discutirse ya en todas las organizaciones gremiales y centros de estudiantes, agrupaciones de mujeres, de derechos humanos, sociales, barriales, para exigir que las centrales obreras y federaciones estudiantiles lo incluyan entre sus reivindicaciones. Así como la exigencia al Estado de garantías amplias y suficientes de los derechos para las mujeres que quieran ser madres: salario, empleo y vivienda dignos, guarderías y jardines maternales, acceso a salud y educación.
En momentos en que la crisis mundial ataca con fuerza, la pelea contra esta y toda violencia hacia la mujer debe ser parte del enfrentamiento a los planes de ajuste. No es posible dar respuesta a las demandas de los trabajadores y los pueblos sin exigir a los gobiernos que paren la estafa de las deudas externas. No pagarlas es la consigna del momento para que los recursos se inviertan en las necesidades de los trabajadores y de los más pobres.
Es la hora de pelear por la Segunda y Definitiva Independencia, por gobiernos obreros en camino hacia el socialismo. La sociedad socialista dará a la mujer lo que ni el más avanzado Estado capitalista ha otorgado.

Datos de Instituto Guttmacher , “Hechos sobre el aborto en AL y el Caribe”, enero de 2012.

Unicef, “Vivencias y relatos sobre el embarazo en adolescentes: una aproximación a los factores culturales, sociales y emocionales a partir de un estudio en seis países de la región”, Página 12, 15/02/ 2015.