
El paro indefinido que adelantan los educadores a nivel nacional se realiza en medio de una coyuntura de conflictos sindicales. Los empresarios vienen descargando la crisis económica sobre los hombros de los trabajadores y el gobierno de Juan Manuel Santos está implementando fuertes recortes en el gasto público, empezando por los servicios sociales a cargo del Estado, como la salud y la educación. Por otra parte los sindicatos estatales vienen negociando un pliego nacional unificado.
Todos los sectores en conflicto coinciden en reclamar incrementos salariales, estabilidad laboral y mejores servicios sociales. Lamentablemente estos conflictos continúan dándose aislados, enfrentando por separado las difíciles condiciones en que se desarrollan. Es una tarea de las bases sindicales impulsar la unidad de acción para buscar la convergencia de los conflictos laborales y luchar por concretar el Paro Nacional Estatal.
Una coyuntura de luchas
Se vienen produciendo miles de despidos en el sector petrolero, ante la cancelación de los contratos con las empresas de intermediación laboral en el sector. La Unión Sindical Obrera USO, que agremia a los obreros de Ecopetrol anunció un paro en febrero para enfrentar los despidos, pero no lo concretó por las promesas del gobierno. En Monte Líbano, Córdoba, los trabajadores del complejo minero de Cerro Matoso iniciaron la huelga desde el 14 de abril, por la decisión arbitraria de la empresa de imponer una jornada de 12 horas. Los trabajadores de la transnacional Coca-Cola realizaron una semana de protesta y varios afiliados a Sinaltrainal se declararon en huelga de hambre en la plaza de Bolívar de Bogotá, para denunciar los atropellos por parte de la empresa. Los trabajadores de la Universidad Nacional y profesores del Colegio IPARM (de la UN) están en asamblea permanente por las malas condiciones laborales y salariales y ante el incumplimiento de acuerdos logrados en el paro anterior, apoyados por estudiantes y profesores universitarios en asambleas triestamentarias. También los trabajadores del Ministerio de Trabajo han entrado en conflicto.
Pero el conflicto que tiene mayor impacto en la situación nacional es el paro indefinido de los educadores de básica y media. Los maestros son la columna vertebral de todo el sector estatal, y más de la mitad de los afiliados a la CUT, por esta razón podrían ser los catalizadores de un paro estatal, en la medida que la negociación del pliego nacional unificado del sector no ha logrado ningún avance.
El aula de la lucha está en la calle
Desde el 22 de abril el magisterio colombiano se encuentra en paro indefinido. Miles de maestros han inundado las calles de la capital colombiana así como las principales ciudades del país. Los maestros han demostrado su voluntad de lucha expresada en la decisión de mantenerse en el paro a pesar de las amenazas de descuentos y sanciones por parte de la Ministra de Educación Gina Parody y del chantaje permanente del gobierno y los grandes medios de comunicación contra el Magisterio.
La justeza del paro
El magisterio sale al paro por un pliego de peticiones que ha sido ignorado por el gobierno. Los maestros han retomado la bandera de la nivelación salarial, acordada con el gobierno desde mayo de 2014 producto del incumplimiento a este acuerdo por parte del reelecto Santos y su ministra. El salario del de los docentes se encuentra, según estudio hecho por la Universidad Nacional, 28.33% por debajo del de otros profesionales al servicio del estado.
También los maestros luchan contra los mecanismos de evaluación usados por el gobierno para frenar el ascenso de los profesores en la carrera docente, y el actual congelamiento del ascenso producto también del incumplimiento de los acuerdos de la negociación del año 2014 entre Fecode y el Ministerio de Educación.
Luchan contra un pésimo servicio de salud, que supuestamente es de régimen especial pero que solo ha servido para enriquecer a los mercaderes privados de la salud quienes no prestan un servicio adecuado y necesario para los maestros y sus familias.
Otro objetivo de lucha es por presupuesto para la educación pública para garantizar la gratuidad, el preescolar de tres grados, contra la privatización y la tercerización laboral.
Las mentiras del gobierno
Pero frente a estas exigencias del magisterio el gobierno ha respondido con la misma política con que enfrentó al movimiento de los estudiantes universitarios que lucharon contra la reforma a la Ley 30 que proponía el gobierno en el 2011 y como enfrentó el paro campesino del 2013. Primero ignora sistemáticamente el conflicto, luego lo ataca cuestionando su legitimidad. Eso es lo que ha hecho con el paro del magisterio.
Frente a un pliego presentado el 26 de febrero, el Ministerio de Educación sólo se ha presentado a la mesa de negociación con evasivas. Solo al final, después de 56 días de burla, es que la ministra presenta sus propuestas de respuesta al pliego, que son totalmente inaceptables. Y ahora que el magisterio salió al paro, abundaron las amenazas de no pago de los días no laborados, y la negativa a negociar el pliego en medio del paro, dando muestras de la hostilidad del gobierno hacia los maestros.
Santos es heredero de la neoliberal política educativa de Uribe quien hoy de manera hipócrita y cínica dice “apoyar” a los maestros. Fue Uribe uno de los mayores perseguidores del magisterio, y autor junto con Santos de los peores recortes al presupuesto de la educación pública.
Santos presentó en su campaña reeleccionista como prioridad la inversión en educación y presenta como lema de su plan de desarrollo “Paz, Equidad y Educación”, pero en la práctica las cifras no corresponden con la propaganda. No se ve en el Plan Nacional de Desarrollo un real plan de inversión para educación mínimamente consecuente con las necesidades del sector.
Plata si hay
Con la excusa de la caída en los precios del petróleo y el alza del dólar, el gobierno pretende justificar fuertes recortes en el gasto público, empezando por la salud y la educación. Una vez más se evidencia que la otra cara de la moneda falsa de la paz es la guerra social desatada contra los trabajadores y el pueblo.
Cuando se incrementan los salarios de los congresistas y los altos funcionarios del Estado, no se argumentan problemas económicos, ni el precio del petróleo, ni la necesidad de hacer reformas constitucionales, simplemente se decreta. Cuando las entidades financieras han estado en crisis, los gobiernos llegan hasta ordenar al Banco de la República hacer emisión de dinero para salvar los bancos.
La producción minero-energética, que desde hace muchos años le entrega los recursos naturales y minerales a multinacionales, produce jugosas regalías que terminan alimentando la corrupción y no se usan en inversión social. El gobierno conoce y maneja las fuentes de ingreso.
Finalmente, del presupuesto nacional se destina cerca el 40% al pago de la deuda externa, si se dejara de pagar este robo continuado que la banca mundial le hace al país, también habría suficiente dinero para garantizar educación, salud y agua potable a toda la población, a cargo del estado.
Consultar a las bases que luchan
La consulta permanente sobre las propuestas en discusión, permite identificar la validez de las mismas a la luz del análisis y del sentir de las bases, que día a día han venido batallando en las calles, enfrentando al gobierno.
Que las decisiones de las asambleas de base sean un mandato para la Junta Nacional y el Comité Ejecutivo a la hora de firmar los acuerdos y definir la suerte del paro.
¡No más promesas!, ¡decretos firmados!
El magisterio colombiano con este paro tiene la fuerza y la voluntad de lucha necesaria para derrotar al gobierno y alcanzar sus justas reivindicaciones. Un paro indefinido que ha llegado incluso al 95% de cese de actividades en el país, manteniéndose con decenas de miles de maestros movilizados diariamente en las calles, ganando la solidaridad de padres y estudiantes y la simpatía de amplios sectores de la población, en medio de una coyuntura de conflictos laborales y luchas del sector estatal, son la demostración no solo de la fuerza necesaria sino del momento favorable para derrotar al gobierno y obtener triunfos para los maestros y trabajadores estatales.
Pero muchos maestros en medio de las marchas se preguntan si los dirigentes de Fecode, están a la altura del momento y responderán consecuentemente con la fuerza del paro. Esta es la responsabilidad fundamental que tiene el Comité Ejecutivo de Fecode, la Junta Nacional y las direcciones de los sindicatos regionales.
Las negociaciones de pliegos de peticiones y de los paros del magisterio en años anteriores han sido levantadas con promesas y acuerdos que el gobierno incumple sistemáticamente. El magisterio ya está cansado de esta situación y ésta es una de las razones por las que ha rechazado vehementemente las irrisorias propuestas del Ministerio en materia de reajuste salarial, evaluación, bonificación para el último año de servicio y “acompañamiento” frente al mal servicio de salud. Es más de lo mismo: más soluciones insuficientes, más promesas para ser incumplidas.
Por eso es imperioso y es un exigencia generalizada de las bases que este paro no sea levantado hasta que se obtengan los decretos firmados por Santos que recojan las mínimas reivindicaciones que esperan los maestros.
El propio Luis Grubert, presidente de Fecode así lo declaró para Caracol: “nosotros nos ratificamos en que el paro se levanta con soluciones, las soluciones son actos administrativos del Gobierno, actos que pueden salir en un par de horas”.
Los mínimos no negociables del magisterio
Nivelación Salarial:La base de negociación sobre nivelación salarial debe ser el 28% señalado por el estudio de la Universidad Nacional y que inicie en 2015, sin modificar la jornada laboral.
Ascenso:El ascenso para los docentes del 1278 sea por tiempo de servicio y títulos, sin evaluación, acogiéndose a los criterios de ascenso del Decreto 2277 que sigue vigente.
Incremento para docentes en categoría 14
del estatuto 2277
15% de incremento salarial para docentes en categoría 14 o que tengan especialización o maestría, como se logró para maestros del 1278 con maestría. No rotundo al plan de retiros voluntarios disfrazados de “bonificación para el último año de servicio” propuesto por la ministra Parody.
Jornada Única:Que se detenga la política de jornada única que ha iniciado el gobierno, pues a la postre significará disminución de la planta de personal, reducción del salario y privatización de la educación pública.
Salud:Dado que el sistema de contratación en salud ha mostrado su rotundo fracaso, es necesario exigir la prestación directa de los servicios de salud por parte del estado
Que los puntos reivindicativos logrados se apliquen a todos los docentes sin distingo de tipo de contratación.
Que no haya ningún tipo de sanción ni descuento para los docentes que participaron en el paro.
¡Hagamos un encuentro de emergencia para unificar los conflictos!
Los trabajadores podemos unificarnos en tres objetivos: La prestación de los servicios de salud directamente por el Estado sin intermediarios, la nivelación e incremento salarial y la eliminación de la tercerización laboral, los cuales sumados a las peticiones particulares de cada sector, son razones suficientes para enfrentar decididamente al gobierno de Santos, a su Plan Nacional de Desarrollo y a sus pretensiones de pertenecer a la OCDE.
Para concretar esta tarea se hace necesario convocar a un encuentro de emergencia de los sectores en conflicto, donde se diseñe un plan de lucha y se organice un paro nacional estatal y se defina una mesa de negociación unificada.
Derrotar al gobierno con un frente de lucha
Llamamos a impulsar la convocatoria de un Encuentro de Emergencia de los trabajadores al servicio del Estado, abierto a todos los sectores en conflicto, con participación masiva de las bases sindicales para definir un plan de acción que fortalezca el paro del magisterio y tenga como objetivo concretar el paro nacional estatal para que triunfen todos los conflictos. Por eso hacemos un llamado a la dirección de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación -FECODE- a que se ponga a la cabeza de esta convocatoria.
¡Que la crisis la paguen los ricos!
¡Viva el paro nacional indefinido del magisterio y el paro nacional estatal!
¡Por la unidad de todas las luchas: Encuentro de Emergencia!
¡Viva la democracia sindical!
¡Fuera Gina Parody del Ministerio de Educación!
El paro estatal es imputable al empleador (el estado-patrón)
El Consejo de Estado, Sección Segunda, en sentencia de octubre 11 de 2007, expediente 3768 de 2004, en relación a los servicios de salud, dejó claramente establecido que cuando los paros o los ceses de actividades se originan en incumplimientos de las obligaciones del Estado, así sea en los servicios públicos esenciales, no habrá razones para declararlo ilegal, pues estaría dentro de los presupuestos de la huelga imputable al empleador.
Entre otras afirmaciones, se dijo lo siguiente:
“8. De manera que los planteamientos precedentes constituyen un principio de razón suficiente que permiten discernir el alcance de la norma que consagra la prohibición constitucional de la huelga, cuya intelección en este caso particular, resulta morigerada por las especiales circunstancias dentro de las cuales se llevó a cabo el cese colectivo, y que ciertamente recogen decisiones adoptadas por la OIT en las recomendaciones número 2355 y 2356 de 2005, acogidas por Colombia en lo que respecta a la protección del derecho de la libertad sindical dentro del marco de imparcialidad y moralidad para la decisión de los conflictos laborales. Por lo anterior, la Sala estima que la posibilidad que consagra el artículo 379 literal e) del Código Sustantivo del Trabajo para declarar el cese de actividades en caso de incumplimiento de las obligaciones del empleador, tiene plena aplicación en casos como el que se examina, pese al carácter esencial del servicio. Una conclusión diferente significaría colocar a los servidores en situación de realizar conductas imposibles y lesivas de los más elementales principios que atañen a la dignidad humana y a su propia supervivencia, y lo que resulta de mayor trascendencia aun, cohonestar con el ejercicio de una potestad jurídica del Estado que riñe con los principios de legalidad y moralidad de la función pública que desde luego integran el escenario dentro del que debe ejercerse la actividad administrativa”15.
No cabe duda que el paro estatal es imputable al estado que es el patrón por los incumplimientos con el magisterio y demás trabajadores.
Lo anterior quiere decir que no se les debe descontar un sólo día de salario ni deben haber represalias.
(Edgar Ospina Duque,
Derecho Colectivo del Trabajo, 2013)
Decreto 160 de 2014 y negociación colectiva
El Decreto 160 de 2014 sobre negociación colectiva en el sector público es una estafa sindical y política. Pretende ese decreto dar cumplimiento al Convenio 151 de la OIT que reconoce el derecho a la negociación colectiva de los empleados públicos. Pero no es así.
Ese Decreto sólo reconoce a los empleados públicos el derecho a presentar pliegos de solicitudes, no pliegos de peticiones. Presentados dichos pliegos hay una etapa de arreglo directo de 20 días y si no se arregla las partes tendrían que acudir a un mediador. Y si este no logra acercar las partes, allí termina la negociación. Se desconoce abiertamente el derecho de huelga y ni siquiera reconoce el derecho de acudir a un tribunal de arbitramento.
Sin derecho a la huelga no hay derecho a la negociación colectiva. Lo que tienen que hacer los trabajadores estatales es lo que están haciendo, ejercer el derecho a la huelga sin pedirle permiso a nadie. Igualmente tendrían que mantener una denuncia sistemática contra el Decreto 160 de 2014 que viola los convenios de la OIT 151 y 154. A esta burla se han prestado todas las direcciones sindicales mayoritarias que suscribieron los acuerdos con el gobierno de Santos en el 2014.