Excluidos del Congreso de la CUT exigen participación

El pasado 24 de agosto en la ciudad de Cartagena, más de 70 dirigentes sindicales convocados por la Coordinadora de Solidaridad Sindical del Caribe se reunieron en el Seminario ‘Tesis del VI Congreso de la Central Unitaria de los Trabajadores’. Después de la reunión, los dirigentes suscribieron una carta abierta a los dirigentes de la CUT manifestando su intención de recuperar la principal central de la clase trabajadora “para la lucha contra el imperialismo, los gobiernos capitalistas y la patronal”.
En el seminario, los trabajadores discutieron acerca de la necesidad de exigir que al interior de la Central se aplique de verdad la democracia obrera y sindical, para que la Central pueda jugar el papel que le corresponde para sacar el movimiento obrero de su profunda crisis.
Al seminario acudieron trabajadores afiliados al Sindicato Nacional de la Industria Alimenticia, Sinaltrainal; al Sindicato de Trabajadores de Tubos del Caribe, Sintratucar; al Sindicato de Trabajadores de la Industria Metalúrgica, Sintrametal; al Sindicato de Trabajadores de Biofilm, Sintrabiofilm; al Sindicato Unificado de Empleados de la DIAN, Sinunedian; al Sindicato de Trabajadores de Prodenvases Crown, Sintraprodenvases; al Sindicato Único de Educadores de Bolívar, Sudeb; a la Asociación Sindical de Educadores del Municipio de Medellín, Asdem; y al Sindicato de Trabajadores de Servicios Públicos, Sintraemsdes.
Entre los asistentes, sólo dos sindicatos cuentan con más de 500 afiliados, pero manifestaron su contradicción con la reglamentación de la CUT que excluye a los sindicatos pequeños de la participación del VI Congreso.
En la carta los dirigentes sindicales expresaron: “nuestras organizaciones no tienen posibilidad de participar en el Congreso porque no tienen 500 o más afiliados o porque somos parte de  corrientes sindicales minoritarias… Todos los sectores políticos que hacen parte de la mayoría que hoy dirige la CUT afirman que son partidarios de la democracia sindical, en el ejercicio de ella reclamamos la participación en el VI Congreso y esta es la oportunidad para que la CUT aplique en la práctica la democracia sindical de manera real y plena”.
El seminario fue orientado por el abogado laboralista Edgar Ospina, quien explicó que la dirección político mayoritaria del movimiento sindical ha coincidido en limitar la lucha de los trabajadores al modelo neoliberal, renunciando a la lucha contra el capitalismo, lo que ha impuesto una política basada en la  concertación y la conciliación con los gobiernos y el régimen, al tiempor que mantienen la CUT como un aparato burocrático en el que se restringe la democracia para los trabajadores.
En la carta, los trabajadores llaman la atención acerca de que no existe en el orden del día un balance de la dirigencia de la CUT y de las políticas que ha aplicado durante los ocho años que han transcurrido desde el V Congreso, que tampoco aparece en las tesis presentadas por el Polo Democrático, el Sindicalismo Democrático y la corriente sindical del Partido Comunista.
Para los dirigentes sindicales reunidos en Cartagena “los estatutos de la Central son profundamente antidemocráticos desde todos los puntos de vista y están hechos y diseñados para que la organización sea dominada y controlada políticamente por las prácticas burocráticas”.
Para la reglamentación del VI Congreso excluyen a los sindicatos con menos de 500 afiliados pero, además, permiten que la Junta Directiva Nacional y el Comité Ejecutivo Nacional actual participen de manera directa con voz y voto, sin ser elegidos como delegados por las bases. Ante esa situación, los sindicatos pequeños exigen que se permita la participación de todos los sindicatos que tengan 50 o más afiliados.
Por último, los reunidos en el Seminario ‘Tesis del VI Congreso de la Central Unitaria de los Trabajadores’ rechazaron el apoyo electoral de la CUT a Juan Manuel Santos bajo la premisa de hacer un ‘voto por la paz’:
“La clase trabajadora no se debe oponer y no se opone a esas negociaciones, respeta la decisión que ha tomado la dirección de la guerrilla de negociar con el gobierno su desarme y desmovilización, una vez que ha fracasado política y militarmente. De concretarse, esas negociaciones pueden traer la desmovilización de la guerrilla y el compromiso por parte de ésta de no realizar más acciones que son percibidas por la población como atentados y actos de terrorismo; dejando así de darle pretextos al estado y el gobierno para reprimir la lucha obrera y popular, como ha sucedido en los últimos 50 años. Lo anterior podría facilitar en algo la organización y movilización directa de los trabajadores y las masas populares. Pero esas negociaciones no necesariamente traerán la paz que necesita la clase obrera, el campesinado pobre y los sectores populares. A quienes más va a beneficiar esa paz es a las multinacionales y al capital nacional, porque van a tener mejores condiciones para intensificar la explotación económica de la clase obrera”.
Y más adelante: “En La Habana está sucediendo exactamente lo mismo que sucedió en la Constituyente de 1991. No se discutió la derogatoria de la nefasta Ley 50 de 1990, que concretó el primer gran zarpazo contra los derechos de los trabajadores; zarpazo dirigido y coordinado por Gaviria como Presidente y Uribe como Senador. Entonces se dio a los trabajadores el contentillo del artículo 53 de la Constitución y el mandato al Congreso de que expidiera el Estatuto del Trabajo. Han pasado 24 años y el Congreso, símbolo muy importante de la corrupción, no ha cumplido lo ordenado por la Constituyente.”.