La política educativa de Petro: Inclusión social... al modelo neoliberal

En eventos como este el Secretario de Educación Oscar Sánchez, muestra el talante de la alcaldía: Presenta las políticas oficiales impidiendo la participáción y la crítica de los docentes.

La destitución del Alcalde Petro por parte del Procurador Ordóñez es un ataque a las libertades democráticas frente al cual nos hemos pronunciado claramente en contra, y planteando la lucha y la movilización por que Petro se quede y el procurador se vaya.
Pero esta defensa de las libertades democráticas y la lucha contra la burguesía reaccionaria representada por Ordoñez, no significa apoyar ni la política ni el programa de gobierno de Petro en la alcaldía, pues consideramos que tras el discurso “ciudadano” de la “Bogotá Humana”, de fondo no hay más que el intento de conciliar el asistencialismo con la administración “democrática” del capitalismo en Bogotá, que no solo pospone la solución estructural a los problemas de los trabajadores y los pobres, sino que tiene un efecto pernicioso en la conciencia de clase entorno a la necesidad de luchar contra el capitalismo y toda su decadencia. 
La política educativa es uno de los ejes de la “Bogotá Humana” de Petro y bajo el discurso “progresista” y ciudadano entorno al derecho a la educación, se adaptan a las políticas neoliberales emanadas desde el Ministerio de Educación y de los organismos imperialistas. Un discurso demócrata inofensivo que encubre la consolidación del modelo neoliberal. Neoliberalismo con “rostro humano”.
Echemos un vistazo a esta política sectorial impulsada por el gobierno distrital y veamos lo que la educación pública y la lucha unificada por la defensa de las libertades democráticas necesita:

Primera infancia
Es una necesidad que la Secretaría de Educación Distrital (SED) asuma la prestación del servicio en preescolar, implementando tres grados de este nivel y otorgando el indispensable carácter pedagógico a la enseñanza preescolar. Pero para esto se requiere del nombramiento de más docentes licenciados(as), la construcción de aulas especializadas para el nivel y de toda la infraestructura para atender adecuadamente a los infantes. Lo que ha hecho la SED en el mejor de los casos es propiciar la apertura de salones de la básica primaria, sin el mobiliario adecuado, y sin los espacios de descanso, sanitarios, alimentación y recreación requeridos. En donde no hay salones, ha orientado el alquiler de casas vecinas para “adecuarlas” para preescolar. La construcción de la infraestructura para este nivel está paralizada, a pesar del millonario presupuesto aprobado para tal fin.

Grado 12 y media fortalecida
Tratando de paliar la falta de cupos en la educación superior, se brindan entonces horas adicionales en áreas técnicas o tecnológicas en los colegios, con la “posibilidad” de ser homologadas en la educación superior. Ante la ausencia de suficientes cupos en las Universidades y centros de educación superior y con los altos costos que esta educación implica en Colombia, este programa no será más que una ilusión vana para los estudiantes, que no habrá tal homologación y que las posibilidades de continuar una carrera profesional siguen siendo mínimas. El programa entonces pretende simplemente retener a los(as) jóvenes un año más en los colegios para que la crisis de cupos y la problemática social juvenil no sean tan evidentes.

Necesidades educativas especiales (NEE): Inclusión e integración solo de nombre
Se han ido acabando las instituciones distritales dedicadas a la educación especial y a cambio están enviando estudiantes con NEE, a los diferentes colegios distritales, con el sofisma de la inclusión, la integración y la no discriminación. Estas son solo de nombre, pues en los colegios no hay los necesarios y suficientes profesionales que puedan atender y orientar seriamente esta población estudiantil, entregándole a los docentes licenciados en diferentes disciplinas pero no en Educación especial, la responsabilidad de enseñar a estos niños(as) y jóvenes. Para la SED la integración significa simplemente que comparten salón y patio, junto con los demás estudiantes, pero no hay una verdadera atención a sus necesidades educativas. Agréguesele al problema el hecho de estar en salones de 43 a 45 estudiantes y que su promoción se ha convertido en un acto de conmiseración y no en el resultado de procesos pedagógicos.

Educación pública estatal para todos
La administración distrital dice que su política es la defensa de lo público, pero mantiene los convenios con colegios privados, perpetuando la política neoliberal del subsidio a la demanda, restándole estudiantes a la educación pública y reubicando docentes “sobrantes” por baja matrícula. En el mismo sentido mantiene los colegios en concesión y anuncia desde hace dos años que finalizarán estos, pero no ocurre así.

40 x40 y jornada única.
Apoyándose en la necesidad de que los estudiantes tengan la oportunidad de desarrollar habilidades artísticas, deportivas y talentos, la SED implementa el currículo para la excelencia a desarrollarse en cuarenta horas semanales (10 adicionales) durante las 40 semanas lectivas. Esto en la práctica significa, ampliación progresiva de jornada a 8 horas diarias y flexibilización del currículo en consonancia con el Ministerio de Educación y su directiva No. 16. Con el agravante de organizarse a través de un “voluntariado” docente para coordinar el programa y para atender 10 horas más de la jornada laboral establecida y en la práctica ya aumentada. A los coordinadores les toca tener todo el día disponible, a pesar de que en teoría solamente trabajarían 6 horas diarias, pues deben atender todas las jornadas que ofrezca la institución. A los docentes que asumen 2 horas diarias adicionales en contra jornada se les ofrece una “bonificación” en vez del legal ajuste salarial por más tiempo laborado. Adicionalmente se hace contratación con terceros para cubrir este tiempo adicional de trabajo y estos serian los que contraten a los(as) docentes.

“Si no se toma la sopa no hay postre”  
Entre tanto, los recursos económicos para el funcionamiento de los colegios, las necesidades de capacitación docente y la financiación los proyectos educativos en las instituciones, están todos ligados y supeditados a la extensión de la jornada y a la aplicación del currículo 40 x 40, aplicando la “pedagogía” materna de que si no se toma la sopa, entonces no hay postre.
Por otro lado los nombramientos de orientadores y los traslados se ofertaron en jornada global, desconociendo la existencia de 2 o 3 jornadas escolares en la misma institución y desconociendo las necesidades de orientación de los estudiantes que atendemos. La Básica primaria sigue sin docentes de artes, música, inglés, educación física y danzas, trasladándole esta responsabilidad al docente titular de grado. ¿De cuál calidad de educación habla la administración?
En síntesis, no hay una política educativa que realmente defienda la educación pública y que responda a la construcción de una escuela democrática, científica y laica. Este gobierno distrital al igual que los anteriores que se han llamado alternativos, solo han buscado de manera fallida administrar la política neoliberal sin choques con los docentes y allanarle juiciosamente el camino a la política neoliberal del gobierno Santos. Se requiere entonces que el alcalde Petro dentro de las medidas a tomar para hacer realmente una Bogotá humana incluya la suspensión de su currículo 40 x40, la construcción de la infraestructura necesaria para atender los 3 grados de preescolar, el nombramiento en propiedad de las docentes licenciadas en preescolar, el aumento de orientadores escolares, la disminución de estudiantes por salón, la recuperación de las instituciones especializadas en atención de estudiantes con NEE, el nombramiento de docentes de artes, danzas, música, Inglés, Educación física y tecnología para básica primaria, garantizar el acceso directo a la Universidad distrital de los bachilleres egresados de los colegios distritales, entre otras medidas. Que el procurador se vaya, que Petro se quede, pero que cambie su política educativa.