¿Paz con justicia social, o injusticia social y sin paz

La consigna "Paz con justicia social" ha sido la bandera de la izquierda reformista en Colombia, que condensa la ilusión en un capitalismo democrático y justo.

En la política revolucionaria existen expresiones propias del marxismo o de la misma izquierda, que hacen eco a las concepciones filosóficas partidistas, como también, a los hechos sociológicos y al terreno de los conflictos y problemas que afligen a los pueblos. Pero también, y fue Lenin quien habló de ello, existen organizaciones, partidos, intelectuales o dirigentes que a través de sus periódicos, proclamas, discursos, libros o escritos, utilizan expresiones, consignas o palabras que “mellan el filo revolucionario” de la teoría marxista, tuercen la visión de las luchas de los trabajadores o simplemente engañan o confunden a las masas. A eso se suma, por supuesto, el método en la práctica política.

La semántica en conflicto
Pues bien, en el amplio mosaico de la lingüística de izquierda en Colombia, hay una expresión que ha hecho carrera y que proviene del discurso de organizaciones como el Partido Comunista, las Farc, y ahora, la Marcha Patriótica, e incluso, de otros sectores del reformismo o izquierda democrática como el Polo o del partido liberal. Dicha expresión es: “Paz con justicia social”.
Podemos afirmar que su origen semántico recaba en el conflicto armado y es una expresión propia del stalinismo, pero que también, ha sido instituida por el lenguaje oficial.

Imaginando las palabras
En este sentido, su utilización, desde diversas fuentes, ha producido el efecto sociológico esperado en el pueblo: el imaginarse un país rebosante de libertades, de equidad, de derechos garantizados, de plena participación en política de las minorías y de los partidos de izquierda revolucionarios; serias políticas de Estado en educación y salud, insertas en billonarios presupuestos, igual para el campo. Trabajo para todos y superación de los altos índices de pobreza: un país sin indigencia, sin desplazados, sin miseria, sin TLCs, sin multinacionales y, todos los recursos del subsuelo, puestos al servicio del desarrollo de la nación: una aldea de leche y miel.

Una ecuación utópica
Bien, todo esto en teoría y en literatura es viable, por surrealista o fantástico que parezca, pero no deja de ser una construcción de ideas e imágenes filosóficas, propias más, de utopías irrealizables que de hechos posibles: un espejismo y una turbación de los sentidos, pues dicho imaginario puede ser poesía pero no dialéctica, es decir, no consulta la realidad política. Por ello, es una frase ambigua, y completamente incorrecta. Sin embargo, el Partido comunista, las Farc, y el mismo gobierno, la han querido presentar como un “dulce” fruto al final del conflicto. Por el contrario, los socialistas tenemos que decirle a la clase obrera y al proletariado en Colombia que en los marcos de una sociedad burguesa la ecuación “Paz con justicia social” no funciona, sino que, es una aleación rara y letal en un ambiente alienado como el nuestro.

Reinserción, pero no solución
Además, tendríamos que preguntar: ¿Por qué en los marcos de un Estado burgués? He aquí la respuesta:
Primero: porque lo que se negocia hoy en La Habana no es la solución al conflicto social que hay en Colombia, lo que se negocia allí, es la posibilidad de que las Farc se reinserten a la vida civil. Para ello, el gobierno, les brindará algunas garantías.
Segundo: la injusticia social es un hecho inherente al sistema capitalista y a todos los Estados burgueses sustentados en él. No tiene ningún origen misterioso, sino en la propiedad privada de los medios de producción, que es lo que origina la desigualdad, la miseria, la exclusión, el pensamiento único y la antidemocracia, la represión y todos los males existentes. Y nosotros sabemos que los capitalistas del mundo ya ni siquiera están dispuestos a ceder reformas sustantivas, mucho menos la propiedad privada de los medios de producción y de cambio.
Por ello, el problema social en nuestro país continuará existiendo mientras existan las condiciones estructurales económicas que lo generan, es decir, el monopolio privado de los medios de producción. Es por esto que quienes utilizan la expresión “Paz con justicia social” no hacen otra cosa que engañar y confundir a las masas. Frases como esta no educan para la emancipación sino que atrasan políticamente.

Del paraíso al capitalismo
No obstante, los socialistas saludamos la reinserción de las Farc a la vida civil  y el espacio que conquisten para desarrollar su concepción política: habrán solucionado, a través del diálogo, el tránsito de su lucha, de la vía armada a la vía electoral; es su derecho y lo defendemos. Pero una vez reinsertados, los miles de guerreros de la insurgencia tendrán que saber que no se van a encontrar precisamente con el paraíso sino con el infierno del capitalismo

Otra vuelta de la tuerca
Y a su vez, la clase obrera y el proletariado, el pueblo en general, también sufrirán el desencanto de un proyecto que les fue vendido a lo largo de cincuenta años, frustrado, como producto de un método y un programa equivocados, y que al final, su última consigna: “Paz con justicia social”, resultó ser un verso de consuelo en medio de la tempestad, al ver que los problemas estructurales que afligen a Colombia continúan su marcha en favor de la burguesía, y del imperialismo. Encontrarán, en la búsqueda semántica del tiempo perdido, que dicha consigna fue un error más, a nombre de la izquierda y el socialismo.