¡No nos representan! ¡Que se vayan todos! ¡Votemos en blanco!

El próximo 9 de marzo se realizan las elecciones parlamentarias. Los trabajadores y los pobres tenemos una opción para expresar nuestra inconformidad frente al gobierno de Santos y la podredumbre de su Congreso de bolsillo: VOTAR EN BLANCO.
Ni los partidos ni los candidatos que compiten por las curules parlamentarias nos representan. Los problemas que nos afectan no son la preocupación del gobierno o los congresistas. Ellos no son más que administradores de la cosa pública en beneficio de los grandes empresarios y las transnacionales.
Para poder legislar a favor de los explotadores monopolizan también la actividad política. Los trabajadores y los pobres no tenemos posibilidad de llenar los requisitos que impone la legislación electoral, presentar nuestros propios candidatos y exponer ampliamente nuestras propuestas para cambiar de rumbo a una sociedad que no garantiza lo más elemental para las grandes mayorías: trabajo, vivienda, educación, salud. No sólo somos excluidos del acceso a una vida digna, sino que también se nos niega un derecho democrático básico: elegir y ser elegidos.
Esta es la razón fundamental para rechazar en las urnas a este régimen político. En las encuestas el voto en blanco sigue a la cabeza, sobrepasando el porcentaje que se pronostica para la reelección del propio Presidente de la República. A nivel nacional decenas de comités llaman a votar en blanco. Es necesario luchar por centralizar esfuerzos y extender la campaña, tal como intenta hacerlo la convergencia de organizaciones que el 28 de enero presentó públicamente ante los medios la propuesta de votar en blanco. Entre los participantes de ese esfuerzo unitario se encuentra nuestro partido, el Partido Socialista de los Trabajadores.
Pero nuestra propuesta va más allá del simple rechazo electoral al régimen y al gobierno, o la búsqueda de otra reforma constitucional. Queremos provocar un golpe de opinión que haga entrar en crisis a este régimen antidemocrático y abra paso a la movilización de masas hasta que caiga. Es la enseñanza que nos han dejado las protestas masivas de los años recientes: la minga indígena, la movilización estudiantil, el paro agrario, la marea blanca por la salud pública.
El 9 de marzo debemos llevar la movilización de protesta hasta las propias urnas:
¡No nos representan! ¡Que se vayan todos!
¡Votemos en blanco!