El Partido Socialista de los Trabajadores rechaza la destitución del alcalde Petro. Dicha destitución es una decisión de carácter abiertamente reaccionario. Refleja el interés de una de las fracciones más retardatarias de la burguesía de recuperar el control directo de la administración del Distrito, el cual durante varios años no ha tenido, por decisión del voto popular.
Respaldamos todas las acciones de movilización y protesta que contra esta medida arbitraria se desarrollen o sean convocadas. Este respaldo a la movilización contra la destitución y exigiendo la restitución del alcalde en modo alguno significa respaldo a sus políticas. Petro, desde la alcaldía, se ha limitado a unas medidas tímidamente reformistas. Nuestro programa revolucionario para resolver las necesidades de amplias masas obreras y populares del país va mucho más lejos que simples medidas de reforma al actual sistema económico, político y social.
Comprendemos la justa indignación que genera la destitución de Petro entre los sectores democráticos y populares que respaldan sus políticas. Pero más allá de dicha indignación debemos comprender que esta destitución es expresión de la totalidad de un régimen político reaccionario que hay que echar abajo si se quiere avanzar, así sea sólo en el terreno democrático.
Ordóñez fue elegido y respaldado ampliamente por un Congreso corrupto, y contó con el voto del propio Petro. Tal Congreso, verdadera cueva de ladrones, es similar en muchos aspectos a la caverna reaccionaria de la Procuraduría. Por ello, como parte de una profunda lucha democrática contra la totalidad de dicho régimen político, el alcalde Petro debería llamar, como mínimo, a sitiar de manera permanente a la Procuraduría hasta tanto reverse la medida adoptada.
Simultáneo a lo anterior, como repudio y rechazo ante el régimen del cual Ordóñez es sólo una expresión, llamamos a que en las próximas elecciones realicemos la más amplia unidad democrática acogiendo el llamamiento al voto en blanco.