La polarización entre el PCC y el MOIR

La exclusión del Partido Comunista Colombiano del Polo Democrático Alternativo el pasado 9 de agosto abre un nuevo período en la crisis que arrastra esta organización desde su fundación y que pretendían solucionar a través de la Conferencia Ideológica que realizaron a finales de julio.

La pugna entre las distintas tendencias que confluyen en esta agrupación por controlar la dirección pone en evidencia las debilidades de lo que ha sido la principal causa de su crisis: un programa de conciliación de clases que busca reformas a través de la participación institucional y electoral.
El Polo, fiel a su consigna de defensa al régimen encarnado en la Constitución del 91, excluye al PCC por violar “lo normado en la ley 1475 de 2011, reglamentaria de la actividad política en Colombia y la Sentencia C-490 de 2011 de la Corte Constitucional”, es decir, por haber reiterado en su 21° Congreso su permanencia en la Marcha Patriótica, organización que también plantea un programa reformista y de conciliación de clases a través de un proceso de paz con la insurgencia.
Desde su fundación, el Polo Democrático ha sufrido constantes rupturas y, una vez se producen, las tendencias que han quedado han iniciado una nueva lucha por el control de la organización y una nueva ruptura. Así, salieron Lucho Garzón al Partido Verde y Gustavo Petro al Movimiento Progresista, ahora el turno es para el Partido Comunista quedando el MOIR y Clara López. Lo que muestra esa sucesión de rupturas es la inviabilidad de construir la cacareada unidad de la izquierda sin principios políticos.

¿Para qué sirvió la Conferencia Ideológica?
La imposibilidad de avanzar en una declaración política en la Conferencia Ideológica del Polo Democrático Alternativo muestra la profundidad de su crisis. Es cierto que los cambios programáticos y organizativos sólo podrán realizarse en el Congreso de esta colectividad, pero cuando una semana después del evento el MOIR pide de manera pública al Partido Comunista su salida del PDA lo que está en evidencia es que el Seminario no sirvió para avanzar en los acuerdos internos sino para ahondar las contradicciones.
La fórmula, expresada en un comunicado de prensa, fue manifestar “la necesidad de fortalecer nuestra capacidad de convocatoria y contundencia de nuestras propuestas, la democracia interna, nuestra disciplina partidaria; desarrollar a fondo los debates y reflexiones con franqueza y respeto por las diferencias, para defender la vigencia y futuro del partido, en el marco de la preparación del Tercer Congreso del Polo que renovará y actualizará su ideario y estatutos, su programa, su política de alianzas”.
La Conferencia se inició con intervenciones de Clara López Obregón y Carlos Gaviria, quienes saludaron al Senador Mauricio Ospina por mantenerse en el PDA y no irse al Movimiento Progresista. Gaviria también hizo énfasis en que el Polo Democrático y la Marcha Patriótica son dos organizaciones con fines y tácticas diferentes y que por tanto debían deslindarse.
Clara López –con aspiraciones de ser la candidata presidencial del Polo– sostuvo un discurso unitario con miras a fortalecer la posición del Polo en las próximas elecciones y de buscar acuerdos más allá de la izquierda, sosteniendo que el Polo debe“contribuir a concretar una amplia confluencia democrática, que luche por una sociedad justa, prospera y en paz”. Durante el Seminario, actuó como mediadora de todos los asuntos, apaciguando y posponiendo las discusiones para el Congreso.
Contraria a la posición de Clara López, el MOIR y Carlos Gaviria Diaz llevaban como intención principal deslindar al Polo Democrático de la Marcha Patriótica y por ello le plantearon de manera abierta al Partido Comunista que debía definir si estaba en una u otra colectividad. El Partido Comunista insistió en la unidad de todos los sectores de oposición (Marcha Patriótica, Congreso de los Pueblos) en busca de un proceso de paz.
Los Socialistas en el Polo (corriente integrada por sectores de Presentes por el Socialismo y del Colectivo María Cano, encabezadas por Ricardo Sánchez) plantearon la necesidad de discutir el Ideario de Unidad y criticaron con vehemencia el acuerdo que propone el MOIR con sectores como los terratenientes y ganaderos contra los TLC. El Senador Robledo en su intervención había manifestado en defensa del Ideario Unidad: “Un programa que defiende la producción nacional, industrial y agropecuaria, que está siendo liquidada por el libre comercio. Y cuando hablo de producción me refiero, claro, a la campesina y a la de los artesanos, pero también hablo de la empresarial”.

La distancias entre el MOIR y el PCC
Mientras el PCC desplegó su militancia por todas las comisiones, manteniendo una posición de no polarizar las discusiones e insistiendo en su vocación unitaria, el MOIR estuvo agazapado, dejó sus vocería en Carlos Gaviria y resistió a las críticas de los Socialistas del Polo y de militantes de base, que acusaban al Senador Robledo de preparar acuerdos con José Félix Lafourie, Presidente de Fedegan.
El MOIR, a través de Robledo sostuvo: “El problema es que dirigentes y tendencias del Polo son también dirigentes y tendencias de la Marcha. Ese es el lío que tenemos. Y les pregunto a los compañeros del Polo: ¿no tenemos nosotros derecho a defender a nuestro Partido, a cuidar a nuestro Partido, a defender los elementos fundacionales de este Partido?”.
En el cierre, Carlos Gaviria manifestó: “No estigmaticemos, yo no estigmatizo a la Marcha Patriótica pero registro un hecho: nació con el lastre de ser un apéndice de la guerrilla y la experiencia muestra que eso hace inviable cualquier movimiento político”.
Una semana después el MOIR envía una carta al Partido Comunista en la que lo invita a abandonar el Polo Democrático: “Lamentablemente ustedes, conscientemente, se separaron del acuerdo originario, participando en la formación de Marcha Patriótica...  los estatutos del PDA señalan taxativamente que no es posible que las organizaciones y los militantes que conformen el Polo Democrático Alternativo hagan parte o apoyen otras opciones políticas distintas a la nuestra, queremos proponerles que ustedes se separen del PDA dentro de la más cordial fraternidad y respeto. Así podremos, dentro de las convicciones políticas e ideológicas respectivas, adelantar nuestras actividades en la búsqueda de ganar la conducción del Estado para alcanzar la independencia, la soberanía y el bienestar de la nación colombiana”.
El lunes 6 de agosto, sectores como Vamos por los Derechos de Iván Cepeda, Poder y Unidad Popular - PUP, Presentes por el Socialismo, Polo al Sur, Democracia Socialista María Cano, Movimiento por la Constituyente Popular, Corriente Ecosocialista y  Partido Comunista Colombiano, entre otros, firman un comunicado en el que se comprometen a  coordinar el trabajo hacia las elecciones del próximo 30 de septiembre con el fin de escoger delegados dentro del Polo Democrático Alternativo para la realización del III Congreso Nacional. Además sostienen que “no estamos de acuerdo con medida alguna que pretenda excluir tendencias o personas que conforman el PDA e insistimos en el espíritu de realizar debates de forma democrática y que incluyan a todos los sectores que componen el espectro político de la izquierda en Colombia”.
En esa misma semana el Comité Ejecutivo se reúne y decide excluir al Partido Comunista con una respuesta de los mismos sectores que apoyan la decisión del PCC de “no aceptar tal arbitrariedad”, en comunicado firmado el 10 de agosto y llaman a un Encuentro Nacional de Unidad.

¿Entre la Marcha y el Polo?
La pregunta que surge es si la opción es la Marcha o el Polo. Los socialistas decimos que es una falsa disyuntiva. La salida es construir una organización de los trabajadores y los sectores populares, sin alianzas con empresarios o con sectores de la burguesía, que luche por destruir al capitalismo a través de la movilización y la lucha organizada de las masas.
Los programas del Polo y de la Marcha no apuestan a la destrucción del capitalismo sino a un cambio en el ‘modelo’, como si la explotación capitalista tuviera un menú en el cual se pudiera elegir entre el neoliberalismo y el proteccionismo.
El Ideario de Unidad, otrora defendido por todos los sectores del Polo Democrático, ahora es criticado por la mayoría que pidió en la Conferencia Ideológica un nuevo acuerdo programático, aunque reiteraron su opción por fortalecer el mercado interno y por buscar reformas a través de alianzas con sectores ‘democráticos’ de la burguesía.
La diferencia interna sigue girando en torno a cuáles son esos sectores democráticos y para qué son esos acuerdos: para el PCC es Piedad Córdoba y todos los que le apuesten a un proceso de paz; para el MOIR es la burguesía nacional afectada por el TLC, que según ellos son gremios como  Asocaña y Fedegan; para Clara López son sectores como el Movimiento Progresista, el Partido Verde y hasta el Partido Liberal.
Lo cierto es que las bases del Polo Democrático que prepararon y participaron en la Conferencia Ideológica, aspirando a que su colectividad sea un frente político con democracia interna, en el que las decisiones no sean tomadas con los cálculos electorales de los parlamentarios, asisten hoy a una disputa entre sectores que pusieron en evidencia que el Polo dejó de ser una colcha de retazos para convertirse en una manta hecha girones.