El gobierno nacional, en cabeza de Juan Manuel Santos, está desarrollando una campaña de desprestigio contra el movimiento de los indígenas Nasa del Cauca, señalándolos como infiltrados por las FARC, al tiempo que adelanta un masivo movimiento de tropas hacia este departamento, con el pretexto de perseguir a la guerrilla.
Con su lucha democrática por defender el derecho a la autodeterminación –reconocido formalmente por la Constitución Nacional– los indígenas Nasa están dando un ejemplo a todo el pueblo colombiano. Sus acciones son previamente discutidas en asambleas y han adoptado la movilización permanente como forma de resistencia. Desarmados, han desmantelado las trincheras levantadas por el ejército, y han detenido a los soldados responsables de asesinar y herir a los manifestantes. Al mismo tiempo han exigido a las Farc el respeto a su territorio, sancionando, de acuerdo a sus costumbres, a los indígenas que se habían vinculado a la guerrilla.
En la mesa de conversaciones, los representantes de las comunidades indígenas exigen el retiro de la fuerza pública del Cerro Berlín, sitio sagrado de los Nasa, y que el control del territorio sea ejercido por la Guardia indígena, entre otras reivindicaciones. El desenlace de esta confrontación dependerá de la correlación de fuerzas. Y es aquí donde urge la solidaridad de todo el movimiento sindical y popular del país. Las centrales obreras, las organizaciones sociales, los partidos políticos de izquierda, las organizaciones juveniles, debemos manifestar nuestro acuerdo con la lucha de los nasa por su autodeterminación.
El plan represivo de Santos sólo puede ser frenado con una movilización masiva que retome la histórica Minga Indígena de 2008, uniendo todas las manos en un frente de acción contra el gobierno.