Crónicas de la huelga educativa en Madrid y Sevilla

Foto: corrienteroja.net

Ha habido un seguimiento masivo también por parte de los estudiantes tanto de universidad como de institutos con una participación muy importante de los de la universidad ante la subida de tasas del 66% que se propone para el año que viene. En cuanto a la movilización unas 60.000 personas según nuestras estimaciones y 100.000 según los organizadores recorrieron desde Atocha a Sevilla las calles de la Ciudad con animo combativo y de lucha. El cortejo de Corriente Roja iba conjuntamente con las organizaciones sindicales y políticas que forman la pataforma Hay que pararles los pies y en el gritamos , bailamos al ritmo del “Obreros y estudiantes tenemos un deseo que para la deuda no haya dinero, dinero pa aquí, dinero pa alla, la pública pa alante, la deuda pa atrás” saltamos al ritmo del “Un bote, dos botes Rajoy el que no bote” gritando el “ Vuestras tasas no las pagamos”, y la gente se enfurecía al cantar: “A ver, a ver quien lleva la batuta si el pueblo en la calle el gobierno hijo de puta”· Además en la manifestación se pudo escuchar el “La educación no se vende, se defiende” o el “Menos policía y mas educación”. Al final de la manifestación se leyó un comunicado que llamaba a la continuidad de la lucha hacia la huelga general.
Antes de la manifestación, la movilización empezó con varios detenidos en la Complutense en la facultad de Ciencias Políticas y Sociología por su participación en la huelga, ya que el rectorado de la Universidad dio permiso para la entrada de la policía. Desde Corriente Roja, nos solidarizamos con estos compañeros y el resto de los compañer@s detenidos y exigimos la libertad inmediata y la retirada de todos los cargos.

En Sevilla
La participación masiva de estudiantes, profesores, PAS y asociaciones de padres en la convocatoria de huelga estatal ha dejado patente la unidad de estudiantes y trabajadores en la lucha en contra de los ataques del gobierno de Rajoy. La participación en esta jornada de lucha histórica del sistema educativo (la primera a nivel estatal) se cifra en un 80% de media en la provincia, con un paro casi absoluto en la comunidad universitaria y una más que amplia participación en el resto de etapas formativas.
La manifestación, convocada por diferentes organizaciones estudiantiles y de trabajadores/as a la que han acudido más de 30.000 personas, partía a las 19 horas desde la subdelegación del gobierno en la capital hispalense. En su recorrido no han faltado las consignas en contra de Wert, del gobierno y de sus planes de ajuste para el pago de la deuda, que atacan directamente a los servicios públicos, enseñanza y sanidad. De esta manera, se exigía una “educación pública y de calidad”, “salida de los bancos de la universidad”, etc.
Asimismo, la convocatoria del 22 se conforma como el punto de arranque de una huelga de 10 días en la Universidad Pablo de Olavide (UPO) y hasta final de curso en la Universidad Hispalense, huelga que ha sido discutida y votada en las asambleas de las diferentes facultades con un respaldo masivo a la misma.
Las medidas propuestas pasan por una subida de las tasas universitarias, recortes presupuestarios que afectan a todos los niveles de la educación y que se traducen en la merma de las becas, en la saturación de las aulas, en el aumento de las horas lectivas, en la precariedad laboral, entre otras. Todas estas medidas atacan directamente a los trabajadores y trabajadoras y a la posibilidad de acceso a una educación para sus hijos/as.
El desmantelamiento de la educación pública, así como el de sanidad y, en general, la política llevada a cabo por el gobierno títere, no están haciendo otra cosa que ahondar la brecha entre clases y que, en el caso de la educación, se traduce en la desaparición de un derecho básico y en la salida forzada del sistema educativo, especialmente del universitario, de muchos estudiantes que no podrán costearse los estudios.
Por todo ello, la necesidad de unificar las luchas se hace más necesaria que nunca, para acabar con los ataques perpetrados a los trabajadores/as en nombre del pago de una deuda privada e ilegítima.