Plenaria de la Mane, Universidad del Tolima, enero de 2012.
Mucho han dicho los estudiantes acerca de la MANE, entre palabra que viene y palabra que va se escuchan expresiones que confluyen en un punto: “es un proceso embrionario, que de no corregir el rumbo formará desde sus entrañas un engendro”. En los tiempos y lugares en donde se han realizado reuniones de la MANE, demuestran que los periodos extensos en donde participan las hegemonías estudiantiles, siempre fenecen con los mismos síntomas: menoscabo de las participaciones democráticas, construcciones de mesas excluyentes y asfixia argumentativa, o estos por lo menos son los síntomas que se padecen tras algo mas de seis meses de MANE.
A pesar de que se cuenta con los lineamientos básicos para la formulación de un proyecto educativo coherente, la MANE ha venido soportando una serie de fenómenos que apuntan hacia una desestabilización del movimiento estudiantil: Direccionamiento por parte de organizaciones que emplean la violenta dictadura de mayorías, es decir, bloques de estudiantes organizados que emplean la imposición en vez de democracia, utilizando discursos con posturas reclutadoras que no apuntan a la reflexión crítica de lo que se dice, afán por cumplir con las fechas programadas (ver declaración en Neiva) apostando a dialogar lo más pronto con el gobierno, lo que extiende un manto de dudas sobre la razón de ser de la MANE.
El desafío ahora es romper con esa lógica, es devolverle a la MANE su carácter: incluyente, amplia, democrática y participativa, es desatar ese nudo, ese ciclo repetitivo en todos los encuentros que permean su esencia y así lograr divisar su rumbo. El desenterrar esas malezas que están enraizadas y vigentes en el interior de la MANE corresponde a una amplia gama de procesos estudiantiles legitimados por los mismos, y validan el lema: “La MANE somos todos y todas”, es decir que procesos como el Congreso Estudiantil de los Pueblos, Constituyente, Red Independiente, entre otros inconformes que piensan, discuten y sueñan –con ellos se construirá la MANE.
No será fácil romper el ciclo de acomodamiento y mezquindad de ese sector que domina la dirección de la MANE. El reto está en poder tejer el hilo de la rebelión hacia una MANE que deseamos todos y todas, si esta rebelión no se gesta estaremos condenados o mejor, forzados a la extensa vida del continuismo.
Miguel Angel Reina
Estudiante de U. del Tolima