Delegacion del PST Colombiano ante el Embajador de Brasil en Colombia.
Declaración Pública
Presentamos ante usted, señor Embajador, y por su intermedio ante todas las autoridades de su país involucradas y con responsabilidad en las acciones u omisiones durante el violento desalojo del asentamiento de Pinheirinho realizado el día 22 de enero, nuestra más enérgica protesta por tal proceder y los métodos utilizados.
No es suficiente calificar estos hechos como barbarie, tal como lo reconoció en declaración bastante tardía –sólo el día 29 de enero-- la señora Presidente Dilma Rousseff. La responsabilidad política de ellos recae no solamente en las autoridades que directamente emitieron las órdenes, el señor Gobernador Geraldo Alckmin, el prefecto Eduardo Cury y la juez Marcia Loureiro. Recae también, por negligencia y omisión, en las autoridades nacionales que teniendo todo el poder y autoridad política para haber impedido su ejecución no lo hicieron, dejando que prevalecieran los intereses de los especuladores inmobiliarios sobre las necesidades y derechos de miles de pobladores indefensos, mujeres y niños que pacíficamente habitaban sus casas desde hace varios años.
Al presentar ante usted nuestra voz de protesta señor Embajador, en nombre y representación de la militancia de nuestro partido y de muchos dirigentes sindicales y miembros de organizaciones democráticas de muy diversa índole, estamos simultáneamente demandando que su gobierno en todo lo posible repare el daño causado y el atropello evidente a los derechos humanos, adoptando todas las medidas necesarias para que estas familias puedan continuar habitando pacíficamente donde antes lo hacían. Ninguna otra actitud podríamos esperar de un gobierno y una presidente que califica los hechos ocurridos como una “barbarie”, si tal calificativo es más que una palabra o declaración de prensa y realmente expresa un profundo convencimiento democrático respecto a los derechos de la población.
Públicamente expresamos y hacemos llegar a los habitantes del Pinheirinho, a las organizaciones políticas y democráticas que en Brasil los han respaldado y apoyado su lucha, nuestra voz de aliento y solidaridad.