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La deportación masiva de colombianos de Venezuela ha volcado la atención de los trabajadores y los pobres a un supuesto enfrentamiento entre nuestras naciones. El drama de los desplazados está siendo utilizado por los gobiernos de Nicolás Maduro y Juan Manuel Santos sólo para frenar su desprestigio político y seguir adelante con sus planes antipopulares.
Ambos gobiernos están al servicio de los grandes empresarios y las transnacionales, a quienes los desequilibrios económicos entre las dos naciones les sirven para mover sus capitales y acumular ganancias, legal o ilegalmente. Pero, sobre todo, la fronteras les sirven para mantener encerrada la mano de obra, la fuerza de trabajo, única creadora de valor, fuente suprema de plusvalía y riqueza. Poco les importa el bienestar de la población que, acosada por el desempleo, las carencias y la violencia, migra desbordando todas las barreras.
Si queremos soluciones de fondo a la crónica crisis fronteriza debemos imponer un plan de los trabajadores y los pobres, independiente de la diplomacia burguesa. Esa es la razón por la que hemos propuesto a la dirección de las centrales sindicales colombianas (CUT, CGT,CTC) que tomen la iniciativa y, de común acuerdo con las centrales venezolanas, convoquen un Encuentro Obrero y Popular en la frontera.
En tal sentido, en todas las juntas directivas de todas las organizaciones sindicales y populares de ambos países deberían aprobarse resoluciones que soliciten la convocatoria del Encuentro, el cual debería realizarse por parte de quienes compartan esta iniciativa si las direcciones de las centrales se niegan a su convocatoria.
En este Encuentro, de manera independiente, podemos definir un plan de lucha para enfrentar los planes económicos, políticos y sociales de ambos gobiernos, exigiendo en primer lugar una solución al conflicto fronterizo. Hoy más que nunca, ante el agravamiento de las condiciones de vida de nuestros pueblos, sobre los que se descarga sin tregua la crisis económica del capitalismo, debemos hacer realidad la consigna: ¡Proletarios de todos los países, uníos!
Que las centrales sindicales convoquen un encuentro binacional de trabajadores para resolver la crisis
Colombia-Venezuela