Primero de Mayo: internacionalista, anticapitalista y rojo

El día internacional de los trabajadores es la gran fecha de todos los obreros del mundo. Este día fue establecido en la mayoría de los países por un acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional de los Trabajadores celebrado en París en 1889, en homenaje y memoria de los mártires de Chicago, es decir de los dirigentes obreros condenados a la horca por el gobierno “democrático” de los Estados Unidos, por encabezar la lucha por la jornada de 8 horas.
Hoy en día el Primero de Mayo simboliza la lucha de todos los trabajadores del mundo por sus reivindicaciones económicas, sociales y políticas.
Sólo en dos países del mundo este día no se celebra el Primero de Mayo sino el primer lunes de septiembre: en los EE. UU. y en Canadá. El presidente Groveland impuso que esa celebración se hiciera en esta fecha para que el movimiento socialista no se fortaleciera. Canadá lo apoya en esa decisión.
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Compañeros obreros: ya estamos cerca del Primero de Mayo, la fecha en la que todos los trabajadores del mundo festejamos el despertar a la conciencia de clase, a la necesidad de la unión para luchar contra toda explotación económica, todo opresión política  y por la organización socialista de la sociedad.
Todos los que trabajamos, todos los que con nuestro trabajo sostenemos y enriquecemos a los capitalistas, los que trabajamos por un mísero salario hasta agotar nuestras fuerzas y sin llegar a disfrutar nunca los productos de nuestro trabajo, los que vivimos como si fuéramos bestias de carga, en medio del esplendor, el lujo y el derroche de la sociedad capitalista, nos damos la mano, nos debemos unir y expresar como un solo hombre y mujer, toda nuestra indignación por tanto explotación económica, miseria social y opresión política. Igualmente para proclamar ante todo el mundo que la única posibilidad de evitar que el capitalismo siga conduciendo a la humanidada la barbarie, en medio del lujo, el derroche y la tecnología más sofisticada, es que los trabajadores impongamos con nuestra lucha, la organización de la sociedad socialista, que descanse en la socialización de la riqueza y en la más amplia democracia y libertad para todos los trabajadores y pobres del mundo.
El primero de mayo debe ser internacionalista, porque los obreros no tenemos patria, la patria se la apropiaron los empresarios, los capitalistas, los políticos corrompidos, los gobiernos de los explotadores; porque debemos expresar nuestra incondicional solidaridad con todos los trabajadores del mundo, que sufren y lucha como nosotros: los trabajadores chinos, los norteamericanos, los asiáticos, los africanos, los europeos, los centroamericanos y latinoamericanos. De manera especial con los que en este momento están realizando luchas concretas e incluso revoluciones como los huelguistas de EE.UU., españoles, griegos, los trabajadores de Siria, Egipto, etc. y con todas las mujeres, víctimas del machismo, de la discriminación, de agresiones y, desde luego, de la explotación económica y la opresión política.
El Primero de Mayo debe ser anticapitalista, porque los trabajadores, los campesinos pobres, las masas populares y las mujeres trabajadoras, no tenemos futuro dentro de esta sociedad, basada en la explotación asalariada y en la opresión política. Debe ser una oportunidad más para expresar nuestro odio  al capitalismo, para avanzar en organizar nuestro propio partido, el partido socialista de los trabajadores, que nos sirva para avanzar en la lucha por el poder para los trabajadores. 
El Primero de Mayo debe ser rojo, que es el color que simboliza la lucha y es el color de los trabajadores. El color rojo, junto con el Himno Internacional de la clase obrera, la fraternidad, la unidad para la lucha, el desprecio y el odio contra la sociedad capitalista, hacen parte de las mejores tradiciones de la clase obrera mundial. Pero los liberales, los conservadores, los reformistas socialdemócratas o losestalinistas, han venido haciendo lo posible y lo imposible, para tratar de borrar de la memoria de la clase obrera estas tradiciones y transformar el primero de mayo en un desfile para llamar a la transacción y la conciliación, han impuesto los colores amarillo y blanco, el himno nacional de cada país en lugar de la Internacional y en algo intrascendente e inofensivo para el capitalismo. Tenemos que recuperar todas nuestras tradiciones de lucha, por el socialismo y la libertad.
En Colombia los trabajadores estamossometidos a una explotación económica sin límites por parte de las empresas multinacionales, por los capitalistas nacionales y por sus gobiernos de turno. La mano de obra en Colombia es una de las más baratas del mundo, la libertad y los derechos democráticos son violentados, miles y miles de dirigentes y activistas obreros han sido asesinados. El gobierno liberal de Santos sigue entregando los recursos naturales al capital imperialista, mantiene la inestabilidad y la informalidad en el trabajo y sigue manteniendo en la pobreza y la miseria a millones de colombianos. 
Sólo 4 de cada 100 trabajadores estamos organizados sindicalmente y, para desgracia nuestra, las centrales obreras CGT, CTC y CUT, son dirigidas y controladas por direcciones comprometidas con los liberales o con los reformistas como los verdes y progresistas, como es el caso de la CGT y CTC, o por los otros reformistas como Marcha Patriótica, Unión Patriótica y el PC (estalinista), que en lo único que están interesados es en promover la paz de la FARC con el Gobierno (lo que no significa necesariamente la paz para los trabajadores), y en recaudar votos para sus candidatos a la presidencia de la República. Este año tratarán que el Primero de Mayo sea lo que siempre han impuesto: un desfile carnavalesco entre la Plaza de Toros y la Plaza de Bolívar, en medio del escándalo de las bubucelas, la oportunidad para pronunciar unos cuantos discursos reformistas, llamar a votar por sus candidatos, balbucear el himno nacional, y, finalmente, estallarán los petardos de siempre como expresión “revolucionaria” de los anarquistas, los extremo-izquierdistas y los provocadores, concluyendo todo con la huida de los trabajadores y sus familias, lagrimeando, ante la acción de los gases disparados por la policía y el ESMAD. Y como siempre la dirección mayoritaria, política y sindical, desaparece como por encanto, en lugar de dirigir y hacer respetar la celebración del día internacional de la clase obrera.
Los socialistas trataremos, en la medida de nuestras fuerzas minoritarias, que este Primero de Mayo sea realmente internacionalista, anticapitalista y rojo. Nos solidarizaremos con todos los trabajadores del mundo, y en especial con los que están en lucha. Repudiaremos el gobierno burgués y proimperialista de Santos. Denunciaremos a todos los empresarios que nos explotan y nos oprimen todos los días  en las fábricas. Denunciaremos a los partidos reformistas, como los progresistas, el Polo, el Partido Comunista, Marcha y Unión Patriótica. Llamaremos a votar en blanco como repudio al régimen neoliberal y corrupto.
Llamaremos a los obreros a que se hagan socialistas y nos ayuden a construir el Partido de los Trabajadores, el PST.
Proletarios de todos los países: ¡uníos!
(Texto enviado por uno de nuestros lectores)