PDA: Hacia un Congreso dividido por el Proceso de Paz

 
El 30 de septiembre será la consulta interna del Polo Democrático, una organización que se proclamó como la mayor experiencia de unidad de la izquierda en Colombia pero que al contrario deja como resultados: escándalos de corrupción, rupturas, expulsiones y un Ideario de Unidad que defiende la Constitución del 91, las alianzas con sectores de la burguesía y el caudillismo parlamentario.
La crisis actual, que es el resultado de una serie de dificultades que arrastra el Polo Democrático desde su conformación, tienen como principal causa la ruptura programática que originó el anuncio del proceso de paz entre las FARC y el Gobierno de Santos, cuando el Partido Comunista decide hacer parte de la Marcha Patriótica, organización que surge con una plataforma política para la negociación de paz.
La unidad del Polo Democrático
En el PDA coincidieron diversas fuerzas políticas: sectores liberales como la Familia Moreno, Carlos Gaviria Diaz o Clara López Obregón; organizaciones tradicionales de izquierda como el Partido Comunista, PCC, el Movimiento Obrero Independiente Revolucionario, MOIR, y Poder y Unidad Popular, PUP; además de caudillos parlamentarios provenientes del movimiento social y pequeñas agrupaciones de la izquierda y la socialdemocracia.
Desde su fundación muchos sectores se desprendieron del Polo Democrático – Lucho Garzón hacia el Partido Verde y Gustavo Petro hacia el Movimiento Progresista – mientras la Alcaldía de Bogotá se sumía en un escándalo de corrupción que llevaría a los Hermanos Rojas a la cárcel. En medio de esta crisis, la consigna para mantener la unidad del Polo Democrático fue siempre preservar la unidad de la izquierda, cuyo eje fue la unidad entre el PCC y el MOIR.
PCC y MOIR: coincidencias y divergencias
Estas dos organizaciones, junto a las FARC, han conformado la troika del estalinismo en Colombia a través de la historia, pues a pesar de sus diferencias coinciden en buscar reformas al capitalismo a través de una alianza entre los trabajadores y campesinos con sectores ‘progresistas’ de la burguesía, afectados por el imperialismo. Este programa encontró su consolidación en el llamado Ideario de Unidad del Polo Democrático, que promueve la conciliación de clases, el caudillismo parlamentario y las alianzas con sectores del liberalismo.
Pero la principal diferencia entre el PCC y el MOIR ha sido el conflicto armado. Para el PCC la insurgencia es la expresión de la lucha campesina y debe ser resuelta a través de una negociación en la que se derrotaran a los latifundistas en un acuerdo con sectores burgueses. Para el MOIR, la lucha armada es un obstáculo para ganar a sectores terratenientes en la defensa de la producción nacional.
El PDA resolvió esta diferencia en el Ideario de Unidad manifestando: “La solución del conflicto armado interno en Colombia debe ser política y no militar. Por ello, en lugar de la guerra y la violencia, las partes en conflicto deben acudir a diálogos y negociaciones en busca de acuerdos de paz. Nuestra principal política de paz, serán las profundas reformas democráticas de las estructuras de exclusión social, política y económica, anteriormente descritas”.
Esta fórmula fue suficiente en el Gobierno de Uribe, pero al llegar el Gobierno de Santos y al abrirse la posibilidad de una negociación, se rompió este acuerdo sumiendo al Polo Democrático en una crisis terminal pues a pesar de que siga existiendo como una bancada parlamentaria ya no será más la organización que representa la unidad de la izquierda.
El PDA en tres pedazos
El proceso hacia el 3er Congreso del Polo Democrático ha dejado a esta organización dividida en tres pedazos: el MOIR aliado con sectores liberales como los de Clara López y Carlos Gaviria; el PCC que aunque expulsado insiste en permanecer; y un tercer bloque constituido por PUP y otras agrupaciones como Presentes por el Socialismo, Democracia Socialista María Cano, Fuerza Común y la Corriente Ecosocialista que intentan reconfigurar la llamada ‘unidad’ de la izquierda en el PDA.
En el bloque ‘oficial’ – que ha estado de acuerdo con la expulsión del PCC por su adhesión a la Marcha Patriótica – se encuentran las listas de Clara López y la Familia Moreno; la del MOIR; la de los parlamentarios Alexander López y Wilson Arias; y la de los concejales de Bogotá Álvaro Argote y Rafael Santiesteban, simpatizantes del progresismo.
En el bloque opositor – contrario a la expulsión del PCC y que decidieron marginarse de las internas al Congreso – están el Partido Comunista y las listas de Iván Cepeda, del Movimiento por la Constituyente Popular y de Gloria Cuartas. Un tercer bloque es el de las organizaciones que estando en contra de la expulsión del PCC han sido sus críticos, por sus anteriores alianzas con el MOIR y la Familia Moreno, este bloque ha decidido participar en las elecciones al Congreso, como las listas del PUP, de la Corriente Ecosocialista y Democracia Socialista María Cano.
Perspectivas del Congreso del Polo
En la pasada consulta al 2° Congreso del PDA, realizada en octubre de 2008, 570 mil personas acudieron a las urnas (con 126 mil votos nulos). Para este Congreso, con importantes fuerzas excluidas de las votaciones, sin la burocracia distrital y con unas bases desmoralizadas, las expectativas son menores, a pesar del fallo del Consejo Nacional Electoral que obliga al Polo Democrático a incluir en la consulta las listas del Partido Comunista.
Incluso el carácter del Congreso será distinto al anterior, en el que estaban en juego las tendencias de ‘izquierda’ representadas por Carlos Gaviria, la Familia Moreno, el PCC y el MOIR y la ‘progresista’ de Gustavo Petro. Al contrario, este será un Congreso de aclamación que no sólo elegirá la mitad de los delegados del anterior – sólo 750 – sino que durará dos días, es decir, que sólo servirá para elegir una nueva dirección y oficializar un nuevo acuerdo político.
El gran interrogante al interior del Polo es qué pasará con los sectores que ven la negociación política como un escenario para obtener reformas del régimen político y reivindicaciones sociales, como los que constituyen el que hemos llamado el tercer bloque.
Lo que es evidente es que este es un proceso electoral en el que se oficializa la ruptura del Polo Democrático. El MOIR y sus aliados entienden que en la medida en que avancen los procesos de paz y que las discusiones se trasladen de los espacios parlamentarios a las mesas de negociación, el papel que jugará el PDA será secundario.
Por tanto, los trabajadores y los pobres no pueden tener expectativas ni en el Congreso del Polo ni en las negociaciones con la guerrilla, que utilizan a las masas para respaldar bien sea la actividad parlamentario o los diálogos de paz o su incorporación a la actividad política legal a cambio de su desmovilización, pues la única forma de lograr reivindicaciones sociales sigue siendo la lucha organizada de la clase obrera y los sectores populares.