
Propaganda oficial del aniversario 90 del PCCh.
Un poco de historia
El Partido Comunista Chino (PCC) cumple 90 años. Fundado en 1921, a partir de la onda revolucionaria provocada por la revolución rusa de 1917, luego se burocratizó debido al dominio de la burocracia soviética dirigida por Stalin sobre la Internacional Comunista.
De 1925 a 1927, después de haber experimentado un increíble crecimiento en sus primeros años, el joven partido se encuentra frente a los grandes procesos revolucionarios, transformados en derrotas históricas por la política estalinista de sumisión del PCC a la burguesía nacional china.
La política de alianza de las cuatro clases (proletariado, campesinado, pequeña burguesía y burguesía) y la caracterización de la revolución china como una revolución burguesa que debería limitarse a implantar un capitalismo autónomo y cuya dirección debería pertenecer a la burguesía, llevó el PCC a someterse a la política y a la disciplina del Kuomitang (partido burgués nacionalista) y a su líder Chiang Kai-chek. Esto causó la casi destrucción del PCC debido a masacres seguidas llevadas a cabo por el propio Kuomitang contra sus aliados comunistas. Esa grave derrota hizo retroceder el ascenso obrero y popular en las ciudades chinas y obligó la fuga de los comunistas hacia las montañas del norte del país.
Aislado de la clase obrera, el PCC construye un partido-ejército campesino sin ninguna democracia interna. Después de la fuga en 1927 y un congreso en 1928, el siguiente sería realizado hasta 1945. La victoria de la revolución en 1949 encuentra al PCC con una estructura interna totalmente burocrática y una política de alianza de clases consolidada, típica del estalinismo mundial en el periodo posterior a la segunda guerra mundial.
En el poder, aplica la “teoría” estalinista del socialismo en un solo país y pasa a disputar con la Unión Soviética el liderazgo del “mundo comunista”. Intenta construir su propia esfera de influencia al apoyar procesos revolucionarios anticoloniales progresivos, pero siempre con la política de alianza con las burguesías nacionales en cada país, repitiendo los mismos errores de 1925 a 1927. Y, nuevamente, fueron víctimas de esta política. Sukarno, presidente de la Indonesia apoyado por Mao, repetiría el hecho de Chiang Kai-chek 38 años después, matando al menos 500.000 militantes del Partido Comunista de Indonesia, el tercer más grande del mundo en esa época.
Responsable por el restablecimiento capitalista de China con su política de las cuatro modernizaciones en 1978 (con Deng Xiaoping sucediendo a Mao al frente del PCC, después de derrotar la fracción maoísta conocida como la Banda de los Cuatro), el PCC dirige el principal de los países “emergentes”, conocidos como BRICs (Brasil, Rusia, China e India), a los cuales se sumó Sudáfrica.
Esta peculiaridad - un partido comunista al frente de uno de los más importantes países capitalistas del mundo - lleva a muchos activistas a preguntarse lo que es el PCC hoy. ¿Se trata de un verdadero partido comunista, dirigiendo el país en una etapa de transición al socialismo (el llamado socialismo con características chinas), como el PCC se autodefine, o, al contrario, sufrió una “restauración” de la misma forma que la restauración capitalista de China?
¿Partido bolchevique?
Creemos que nada mejor que las palabras del propio PCC (obtenidas en su web www.english.peopledaily.com.cn) para buscar una respuesta. La primera cuestión, y más importante, es sobre el carácter del PCC. En un artículo dedicado a “refutar cinco mitos sobre el PCC” (extrañamente basado en el libro de un crítico del régimen, el periodista de Financial Times, Richard McGregor), el editor de la web afirma que no es cierto que el PCC es comunista solo en el nombre: “Si Vladimir Lenin reencarnase en Beijing del siglo XXI, reconocería inmediatamente en el PCC una réplica del sistema proyectado por él casi un siglo atrás para los victoriosos de la revolución bolchevique. Es necesario solo mirar la estructura del partido para ver cuán comunista – y leninista – el sistema político de China sigue siendo”.
Sin llevar en cuenta la identidad entre el partido y el Estado, actitud propia de una burocracia, la cita iguala al bolchevismo a una “estructura”. Es correcto que el PCC tiene una estructura aparentemente bolchevique: comité central, comité ejecutivo, realiza (actualmente) congresos cada 5 años, etc. Pero ¿es esto suficiente para caracterizarlo como un partido bolchevique? ¿Donde están la democracia interna y la política revolucionaria, para decir lo mínimo? El PCC transforma, así, el bolchevismo en una cáscara de huevo, frágil por fuera y vacía por dentro. Partidos con esas características, o estructuras religiosas fuertemente centralizadas, existieron en varias sociedades y no tienen nada que ver con el leninismo.
Por eso, poco después el editor está obligado a aceptar que “China, hace mucho tiempo dejó el núcleo del sistema económico comunista, sustituyendo la rígida planificación centralizada por empresas estatales preocupadas con el mercado, que coexisten con un sector privado vigoroso”. Conviene recordar que, para Lenin, la planificación económica estatal centralizada, el fin de la propiedad privada y el control estatal del comercio exterior eran los tres pilares básicos de un Estado obrero (o socialista). Como vemos, del partido bolchevique de Lenin no quedó nada, ni la cáscara. Además de eso, Lenin defendía el Centralismo Democrático. El PCC, al contrario, es un partido centralizado y totalitario, al servicio de la expansión del capitalismo y de la integración de China a la economía mundial imperialista.
El PCC y el ejército
Aun así, ¿podría decirse que un partido con raíces históricas en el pueblo y que tiene más de 80 millones de afiliados (datos del PCC) que “cotizan regularmente” tiene algo de comunista? Al fin, un partido solo podría mantener el poder por tanto tiempo con un inmenso apoyo popular.
Otra vez, el propio PCC desmiente esta posibilidad. El presidente de China, Hu Jintao, afirmó el 1º de julio que “necesitamos adherir al principio fundamental del partido ejercer un liderazgo absoluto sobre el ejército”, durante un encuentro de Conmemoración del 90º aniversario del partido. Esto quiere decir que el ejército está bajo las órdenes del PCC, y no del Estado chino.
Li Jinai, un oficial graduado del Ejército de Liberación del Pueblo, analiza diez motivos para que el PCC ejerza este “liderazgo absoluto”. Para no cansar el lector con tantos motivos parecidos entre sí, reproduzco el más significativo: “El liderazgo absoluto del PCC sobre el sistema militar del ejército es nuestro elemento básico y la parte más importante del sistema político con características chinas”.
Más claro es imposible. El PCC continúa organizado como un partido-ejército, o por lo menos su parte más importante, que tiene influencia decisiva sobre el “sistema político” chino.
América Latina conoció un periodo en que partidos apoyados por ejércitos, o los propios ejércitos, gobernaron varios países y a estos regímenes se les daba un nombre muy simple de entender: Dictadura Militar. Como son países capitalistas, podemos complementar – dictadura militar burguesa. Preguntamos: ¿cuál es la diferencia con la China de hoy?
Desde ese punto de vista, no hay ninguna diferencia. También hay otras semejanzas, aunque menos nítidas, como en la economía. A pesar de los importantes números de la economía china presentados por los medios de comunicación, colocando al país como una amenaza a la hegemonía norteamericana, China es un país dependiente del imperialismo y en proceso de semicolonización. Dependiente en relación a las exportaciones a los países imperialistas y a la participación del capital extranjero en las inversiones domésticas. Según Bai Ming, miembro del Ministerio del Comercio, “en consonancia con el 12º Plan Quinquenal, China hará más esfuerzos para mejorar el clima de inversiones y ofrecer más oportunidades de inversiones a las empresas extranjeras”.
¿Donde está el internacionalismo obrero?
Por eso, la política externa de China es diametralmente opuesta a la de Lenin inmediatamente después de la toma del poder. Lejos de atraer inversiones extranjeras, Lenin buscó establecer relaciones políticas con las alas revolucionarias de los partidos reformistas de la Europa y con nuevos partidos que surgían, muchas veces con una política ultraizquierdista, para construir la III Internacional.
Sería de esperarse que un partido autodenominado comunista, al frente de un país poderoso como China, y que dice seguir los pasos de Lenin, pudiera construir una nueva Internacional para poner un fin definitivo al capitalismo.
Sin embargo, Ay Ping, miembro del Departamento Internacional del Comité Central del PCC, desmiente esta hipótesis. Ping afirma que el partido no tiene relaciones con partidos ultraizquierdistas e ilegales (es decir, clandestinos) y que “el ejemplo más típico es el Partido Comunista de la India (¡de orientación maoísta!), un partido ultraizquierdista.” Y, para no dejar dudas, otro miembro del CC, Huang Huaguang, complementa: “Desde el año pasado el PCC inició contactos de alto nivel con el Partido Demócrata y con el Partido Republicano de los EUA”. No hay mayor demostración de sumisión al imperialismo que esa.
Lo que es el PCC hoy
Con eso se puede completar una definición del PCC al día de hoy: un partido-ejército burgués al frente de un Estado capitalista, subordinado a la economía imperialista y que mantiene su pueblo subyugado por un régimen de dictadura militar. Definitivamente, no hay nada que celebrar.
Si al lector le interesa conocer una breve historia de las transformaciones sufridas por el PCC, basta con hacer click en el link para leer el artículo “La metamorfosis del Partido Comunista Chino”, publicado en la revista de la LIT, Marxismo Vivo nº 18.