No elegir entre dos males: elige un bien, vota en blanco ¡Derrotar a Zuluaga-Santos, votando en blanco el 15 de junio!

Entrevista al Dr. Jaime Araujo Rentería
Entrevista realizada por El Socialsita al ex Magistrado Jaime Araujo sobre los resultados de la primera vuelta presidencial del 25 de mayo y las perspectivas hacia la segunda vuelta.

El Socialista entrevistó al Dr. Jaime Araujo Rentería, uno de los más conocidos voceros de la campaña que por el voto en blanco se adelantó a nivel nacional. Le preguntamos sobre su interpretación de los resultados del pasado 25 y sobre las perspectivas y posición a asumir ante la segunda vuelta, a realizarse el 15 de junio entre Oscar Iván Zuluaga y Juan Manuel Santos. He aquí sus respuestas.
El Socialista.¿Dr. Araujo, cuál es su análisis de los resultados del pasado 25 y específicamente de los obtenidos por el voto en blanco?
Dr. Jaime Araujo Rentería. La enorme abstención del 60% y la altísima votación en blanco (770.610 votos, 6%, que nunca en una elección presidencial había superado el 1.9%) y que unida al 2,35% de votos nulos (311.758 ) y al 0,4% de no marcados (52.994),las cuales también significan rechazo y repudio a todos los candidatos, totaliza 8.75% (1.135.362 votos)– son los datos más significativos de la pasada vuelta electoral.
Ninguna sorpresa nos causa el paso a segunda vuelta de la dupla siniestra, Oscar Iván Zuluaga (29,25%) y Juan Manuel Santos (25,69%). La campaña fue orquestada durante las últimas semanas para lograr este resultado amañado y tendencioso, salpicándose mutuamente de acusaciones de acciones delictuosas (recibo de dineros del narcotráfico, interceptaciones, etc.), beneficiándose mutuamente de sus delitos.
Dos ex ministros del anterior gobierno de Álvaro Uribe Vélez (Santos y Zuluaga) asumieron y buscan presentarse como el “bueno” y el “malo” para intentar engatusar al pueblo. Éste masivamente les dio la espalda, absteniéndose o votando en blanco (o por otros candidatos), negándose a ser partícipe de la farsa con la que un régimen profundamente antidemocrático pretende legitimarse.
E.S.¿Existió la posibilidad de impedir el paso a segunda vuelta de Santos y Zuluaga?
J. A. R. La renuncia de los tres candidatos restantes (en rechazo a las acciones de Zuluaga-Santos) y su unidad y llamamiento al voto en blanco hubiese significado la derrota inmediata de Zuluaga y Santos; obligando a su retiro. Si se totalizan las sumas obtenidas por estas candidaturas (Martha Lucía Ramírez: 15,52%; Clara López: 15,23%; Enrique Peñalosa: 8,28%) con el voto blanco se hubiese logrado la estruendosa suma de 45,03% que barría del panorama político tanto a Zuluaga como a Santos, abriendo una situación inédita en la historia político-electoral colombiana.
Pero la unidad de estos tres candidatos con el régimen político actual (que los unta de “mermelada” según le conviene) les impidió dar tal paso, mostrando su verdadero carácter. Las denuncias que hicieron a las acciones de bandidos políticos de Zuluaga y Santos fueron de labios para afuera, sólo palabras. Se negaron a producir el hecho decisivo que hubiese derrotado a ambos.
Son esos tres candidatos los responsables de la farsa-comedia a la que intentan someter al pueblo colombiano durante las próximas tres semanas, vendiéndole la idea que es obligatorio escoger entre el sida y el cáncer, representados indistintamente por Zuluaga o Santos.
E.S. ¿Pero el dilema ahora no es entre la guerra y la paz?
J.A.R. Tanto Zuluaga como Santos chantajean al pueblo colombiano que, hastiado de un conflicto armado de más de 50 años, tiene que debatirse cotidianamente en la guerra contra el hambre, en el conflicto del desempleo, en la lucha por los servicios de salud, en la refriega por el acceso a la educación, a la vivienda y en la batalla por los más elementales derechos económicos, políticos y sociales. Es la negación de todos esos derechos a millones de colombianos la verdadera guerra social que tanto el uno como el otro continuarán, al servicio de la oligarquía que ha gobernado el país durante décadas. Las acusaciones y el chantaje de que el uno es garantía de “paz” (por las conversaciones en La Habana) y el otro será continuador de la “guerra” son una verdadera cortina de humo de mutuo beneficio. La solución a los más grandes problemas que actualmente aquejan al pueblo colombiano no pasan por el avance o retroceso de las conversaciones en La Habana. Sólo la lucha y movilización organizada de millones, como lo hicieron los estudiantes contra la reforma educativa de Santos, como lo han hecho los campesinos en los paros agrarios, como las luchas por el derecho a la salud, serán garantía de defensa y conquista de los derechos y de derrotar a la oligarquía en su guerra total, sea el próximo gobierno usurpador de Zuluaga o de Santos.
E.S.¿Es posible derrotar ese plan de ambos, en segunda vuelta?
J.A.R. Aún existe, en el terreno electoral, una opción política para propinar una derrota contundente a la dupla siniestra Zuluaga-Santos. Logrando en la segunda vuelta la más amplia unidad de las corrientes sociales, populares, étnicas y políticas que se reclaman democráticas, la unidad entre todos los que han dicho rechazar los métodos de bandidos políticos de Zuluaga y Santos, llamando todos a votar en blanco, se produciría un hecho imposible de desconocer. Un presidente que sería “elegido” por una ínfima minoría de votantes y que no tendría, en consecuencia, ninguna legitimidad para gobernar ni aplicar sus planes de guerra total contra el pueblo o de continuidad (o diálogo) del enfrentamiento militar con las FARC-EP, y que por ser ilegitimo debe renunciar, pues el pueblo soberano le habrá dado la espalda.
A este camino llamamos a las bases honestas del Polo Democrático Alternativo, de la Alianza Verde, del Progresismo del alcalde Petro, de la Unión Patriótica. Por esta vía es posible precipitar una crisis política de tal dimensión que abra nuevas perspectivas, desde la renuncia del presidente “electo” (dada su ilegitimidad política) hasta la convocatoria a nuevas elecciones o a una Asamblea Constituyente.
E. S.El voto en blanco, sin recursos ni garantías obtuvo una votación muy alta. ¿Qué exigen ahora?
J. A. R. El Voto en Blanco fue víctima de la más inmisericorde persecución, nos fueron arrebatados todos los derechos que nos dio el constituyente, atacado y calumniado con igual saña por la llamada izquierda, el centro y la derecha, por el Gobierno que quiere reelegirse y el Congreso que ya se reeligió; perseguido por el Registrador Nacional del Estado Civil, el Procurador General de la Nación, el Consejo Nacional Electoral; por los medios masivos de comunicación del Estado y los de los grupos económicos privados, en una campaña concertada de desinformación, que más parecía un concierto para delinquir contra el voto en blanco; configurando con todas esas acciones un verdadero fraude a la voluntad popular.
El voto en blanco, en unidad con los grupos, colectivos, las organizaciones políticas, personas, que hemos levantado esta opción, declaramos públicamente:1) que ante los atropellos de que fuimos objeto en nuestros derechos tanto en el proceso electoral del 9 de marzo, como el 25 de mayo, no reconocemos los resultados electorales para el Congreso ni para la presidencia de la República y por lo mismo declaramos al Congreso y al Presidente cualquiera que sea: ¡Ilegítimo!; 2) Que la batalla continúa. Profundicemos la campaña, llamando a una votación masiva en blanco el próximo 15 de junio.
E. S.Pero existe el chantaje político que Zuluaga es la guerra y Santos la paz y que hay que optar entre el uno y el otro. ¿Usted qué dice al respecto?
J. A. R. Nuestro derecho a La Paz, no es una dádiva del gobierno ni de las FARC-EP, es un derecho propio que nos los da nuestra Constitución (artículo 22), como sociedad civil, y no renunciamos a él; como no abdicamos de los otros derechos, pues el voto en blanco tiene el deber, como sociedad civil, de defender todos los derechos de todos los colombianos, aún aquellos que no se están discutiendo en la Habana. Quienes votamos en blanco, no somos enemigos de la paz ni amigos de las FARC, somos pueblo sin derechos, a quienes los violentos dentro o fuera del Estado, nos robaron también el derecho a la Paz. No somos la causa de la violencia sino las víctimas de ella. No queremos ni la guerra de Uribe ni la paz de los sepulcros de Santos. Queremos una paz grande, con justicia social y cuando decimos justicia social queremos decir una paz con genuinos derechos: los que estamos inconformes con la corrupción, la falta de salud, de trabajo, de educación, de vivienda, etc. queremos hacer realidad esos derechos para todos los colombianos y tenemos la certeza que esa paz grande no nos las da Santos ni Zuluaga.
El 15 de junio no compiten Zuluaga y Santos. El 15 de junio compite el voto en blanco, por tus derechos, contra Zuluaga-Santos. ¡A derrotarlos! A ello llamamos al pueblo colombiano y para ello exigimos plenas garantías.