Durante los últimos años se venía presentado una coyuntura política nacional favorable a la lucha y la movilización, en la que se lograron importantes reivindicaciones para los trabajadores y sectores populares. Esta fue abierta por el exitoso paro nacional de los estudiantes universitarios y el SENA que le propinaron una derrota a la política educativa de privatización de la educación superior al obligar al gobierno de Santos a retirar la ley del Congreso.
El camino de la lucha lo siguieron los trabajadores judiciales que en 45 días de paro le arrancaron al gobierno un billón trescientos cincuenta mil millones de pesos de nivelación salarial; recogieron el ejemplo los trabajadores carboneros del Cerrejón con conquistas de reivindicaciones salariales, en salud y estabilidad; simultáneamente los trabajadores de la Universidad Nacional en 27 días de huelga y toma de la institución le quitaron una nivelación y reajuste salarial de un 30% al gobierno. La avalancha de lucha continuó con el paro cafetero, cacaotero y del transporte que con bloqueos de carreteras y la parálisis del eje cafetero, le quitaron a Juan Manuel Santos y su ministro de agricultura más de un billón y medio de pesos en subsidios para mitigar los efectos de los TLC. Por último, el reciente paro de los paperos y cebolleros que con 72 horas lograron conseguir billón y medio de pesos en subsidios y otras medidas favorables para el sector.
Todas esas luchas expresaron radicalidad y un método que enfrentó las amenazas y la brutal represión policial implementada por el gobierno. Estas movilizaciones triunfaron y pusieron al gobierno a la defensiva, en medio de la pugna interburguesa entre el uribismo y la extrema derecha contra el gobierno con sus partidos de Unidad Nacional; “el choque de trenes” institucional entre el procurador, la fiscalía, el gobierno y el Congreso ante las negociaciones de paz y la reelección de Santos.
La radicalidad de esa confrontación se debe a la crisis de la economía, que explica la aplicación de planes de ajuste preventivos y la presentación de la reforma pensional y a la salud que son debatidas en el congreso de la república.
Una oportunidad dilapidada por la dirección sindical
La dirección de la Federación engañó al magisterio, pues mientras llamaba a respaldar el pliego de peticiones, negocia el Estatuto Único a espaldas de las bases y tenía dos mesas de concertación simultanea (comisión tripartita – pliego), en medio de la algarabía y la radicalidad del discurso, levantando la consigna del paro nacional indefinido, que no paso de ser una consigna demagógica de la campaña electoral para la reelección y el carrusel de la ADE a Fecode, de la Fecode a la CUT y viceversa. En conclusión el acta final de la negociación, concertada y sin lucha, le favoreció al gobierno y se convirtió en una nueva frustración para el gremio. La junta nacional valora los acuerdos como un gran avance porque continúan las negociaciones en las comisiones creadas, y la comisión tripartita donde se negocia el nefasto Estatuto Único que es el acuerdo estratégico de la dirección y el gobierno para desmontar la conquista histórica del 2277.
El contenido de las negociaciones
Según el acta final de las negociaciones hubo 16 acuerdos y 7 desacuerdos. En lo económico aceptaron el pírrico reajuste de 3,44%, el más bajo de los últimos 10 años, recogiendo la fórmula de inflación más un punto para 2013 y la misma fórmula para 2014. ¡Semejante miseria! ¿Dónde quedó el salario profesional?
La negociación de la prima de servicio es el colmo de la entrega. La corte en un fallo reconoció el derecho. Entonces, la negociación era exigir el pago inmediato con los tres años de retroactividad. Los negociadores pactaron: pago de siete días en el 2014 y quince a partir del 2015 sin retroactividad. Ahora hay que demandar para no perder la retroactividad. Según la Ministra el costo de la prima equivale a cuatrocientos ochenta mil millones de pesos anual, de trescientos treinta mil educadores, esto quiere decir, que la Fecode entregó doscientos cincuenta y seis mil millones de pesos. La deuda del 5.5%, del raponazo que el gobierno le dio a los docentes del 1278, el resultado es cero. ¿Por qué tanta generosidad con el gobierno?
En lo laboral (Directiva 02 de 2012), se tranzó una modificación quedando abierta la posibilidad de aplicar la jornada global y es una ratificación de los parámetros establecidos en los decretos 3020 y 1850. ¿Y del acoso laboral y el hacinamiento de estudiantes qué? Lo de los 3 días de permiso, ya estaba establecido en el 2277 en el artículo 65 y en el 1278.
En cuanto a lo de la salud es escandalosamente negativo, no hay nada que mejore inmediatamente el servicio; una serie de comisiones y veedurías que darán informe en cuatro meses y la revisión del costo de los tratamientos y medicamentos especializados para definir el aumento del presupuesto para los operadores privados, es decir, más plata para los mercaderes de la salud. Se convirtieron en los defensores de los empresarios privados de la salud. ¿A cambio de qué?
En el aspecto de la privatización, del derecho a la educación y de las deudas, ¡nada! Lo rescatable es el decreto de protección a los docentes amenazados.
Necesitamos un cambio de Dirección
La conclusión es sencilla la concertación y la conciliación de la dirección con el gobierno, significa un golpe a las aspiraciones del magisterio y queda comprobado que sin lucha, paro y movilización no hay triunfo. El paro se debió realizar durante las negociaciones, desde el momento mismo en el que el gobierno expresó su política de no ceder en nada. Para eso son los paros para presionar y arrancar derechos y conquistas.
El gobierno de Santos debe estar muy agradecido con la dirigencia sindical de las Centrales Obreras y Fecode, al desmontar el proceso de paro y movilizaciones en la actual coyuntura, con la concertación del aumento salarial para el 2014 le garantizan paz laboral. Tanto que Santos al día siguiente de firmado el acuerdo concertado, lanzo la campaña electoral para su reelección.
La dirección de Fecode tiene la costumbre de presentar las derrotas en las mesas de concertación como grandes triunfos. Esta situación hay que cambiarla, convocamos al magisterio a pronunciarse desde cada institución educativa, a acompañarnos con el plebiscito en el que le exigimos el retiro del proyecto de estatuto único de la dirección de Fecode de la Comisión Tripartita de la que Pedro Arango es integrante.
Negociación de Fecode: una burla al magisterio
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