Con el lema SÍ ACEPTO se hizo en los pasados días una campaña a favor del matrimonio entre parejas del mismo sexo. Este derecho hace parte de las reivindicaciones de la comunidad LGBTI por dejar de ser ciudadanos de segunda clase. El objetivo era cumplir con el fallo de la Corte Constitucional que reconoce a las parejas homosexuales los mismos derechos sociales y patrimoniales de las heterosexuales y ordena al Congreso legislar antes del 20 de junio de 2013. El proyecto fue presentado por Armando Benedetti.
La disputa fue entre las personas LGBTI representadas por activistas que realizaron marchas y acciones virtuales en varias ciudades, y la derecha representada por funcionarios como el procurador Alejandro Ordoñez, la iglesia y los conservadores, que han dejado clara su postura en contra. El procurador dice que está comprobado científicamente que una familia la forman hombre y mujer porque para él la biblia es ciencia y el libre desarrollo de la personalidad nos hace animales tal como lo argumenta en su libro (¿Cuál libro?). Otros actores como la iglesia representada por los católicos y cristianos militantes manifestaron que el matrimonio de personas del mismo sexo es contra natura y un pecado. Esto bastó para encender el debate polarizando la opinión pública y logrando la caída del proyecto de Ley.
Falsos temores
Se teme que si los homosexuales se casan puedan adoptar menores, y se desconocen los estudios que desmienten cualquier tipo de afectación psicológica de niños criados por parejas homosexuales, se desconoce la ya existencia de hogares con hijos de relaciones anteriores o producto de inseminación y niños que ya viven con homosexuales (hermanos, ahijados, sobrinos) sin que esto les haya hecho daño alguno, se desconoce también las familias de sólo madre, sólo padre, madre y abuelos, padre y tía, etc.; temen que los niños se conviertan en homosexuales por el ejemplo, cosa que está comprobada no ocurre, pero no temen que los niños que crecen con padres abusadores, borrachos, machistas sigan estos caminos.
También se argumenta que las personas sexualmente diversas ya tenemos muchos derechos, pero lo que queremos son los mismos derechos; se ha dicho que la sigla LGBTI ya tiene demasiadas letras y les decimos que hemos de llenarla con el alfabeto entero si con ello contribuimos al reconocimiento de la equidad en la diferencia; otros falsos demócratas nos llaman a abandonar la lucha por el matrimonio igualitario porque el matrimonio es una institución patriarcal, obsoleta, pero queremos nuestro derecho a NO casarnos por nuestra libre elección y sabemos que para nosotros la palabra matrimonio no es sinónimo de patriarcado sino sinónimo de iguales derechos y garantías para nuestra pareja en caso de muerte o incluso frente a parejas abusadoras.
Una derrota inevitable
La mayoría de la población pertenece a la iglesia católica y a comunidades cristianas con gran influencia y poder en las decisiones legislativas, esto lo evidencian las múltiples manifestaciones y comunicados de activistas católicas y cristianos en contra del matrimonio igualitario y la presencia de diputados elegidos por partidos-iglesia como el movimiento MIRA.
El congreso niega el proyecto de ley sobre el Matrimonio Igualitario con 51 votos en contra y 17 a favor; luego de varios debates en los que se manifestaron desde las posturas más reaccionarias como la del senador Gerlein que manifiesta su desprecio por los ciudadanos LGBTI llamando a su sexualidad “excremental”; también posturas democráticas como las de los senadores Benedetti y Avellaneda.
Como era de esperarse el procurador Ordoñez y sus procuradoras delegadas hicieron “lobby” en contra del proyecto influenciando las votaciones, amenazando a los congresistas con investigaciones y aprovechando el rabo de paja de éstos, así el procurador tuvo asegurado su triunfo; es sabido que Roy Barreras firmó un acuerdo con la iglesia para no aprobar el proyecto. Pero mientras los derechos se discutían en el recinto del congreso, en la plaza de Bolívar se congregaron personas a favor de la iniciativa; y también grupos cristianos en contra.
El ordenamiento jurídico
La Constitución del 91 garantiza la diversidad sexual y posibilita a los ciudadanos la participación en asuntos públicos, la Constitución garantiza el libre desarrollo de la personalidad, sin embargo estos son los derechos más vulnerados. Estas supuestas garantías se ven obstaculizadas por situaciones estructurales como la concentración de la riqueza, la fractura entre incluidos y excluidos, la falta de solidaridad y responsabilidad social en un mundo donde el capital y el interés privado prima sobre lo público, de lo cual se deriva que en el capitalismo no se podrá gozar realmente de ellos, pero no por eso dejamos de luchar por ellos y de llamar a la organización y movilización para conseguirlos.
Se habla de los derechos económicos, sociales y culturales (DESC), en ellos está inmersa la calidad de vida, la igualdad, solidaridad y la no discriminación, esto tiene que ver con disminución de las desigualdades ¿Es posible en el seno del capitalismo acabar con las desigualdades? Nosotros consideramos que NO, en tanto el capitalismo utiliza las desigualdades para profundizar más la explotación sobre toda la humanidad, del mismo modo que lo hizo con las personas negras, que lo ha hecho por milenios con las mujeres, también lo hace con las personas sexualmente diversas.
Una lucha de la clase trabajadora
La defensa por los derechos democráticos, la lucha contra la discriminación por cualquier causa es una tarea constante y fundamental de la clase trabajadora, sólo con la derrota del capitalismo las personas podrán gozar de plenos derechos. Los movimientos que pretenden hermanar a todos los LGBTI al igual que a las mujeres, sólo los conducirán a derrotas o a conquistas parciales porque no atacarán la raíz del problema, la polarización de la sociedad sólo sirve a las clases dominantes y desvía la atención de los problemas estructurales.
Parafraseando a Marx decimos: nos acusáis de querer destruir la familia y efectivamente eso es lo que queremos, nos declaramos culpables de querer acabar la familia patriarcal, ¡nos declaramos culpables de querer acabar con el núcleo de la sociedad capitalista!
¡Iguales deberes, iguales derechos!
¡Que viva la ciudadanía plena de las personas LGBTI!
¡Alto a los crímenes de odio!
¡Fuera el Procurador Ordoñez!
Matrimonio entre parejas del mismo sexo: Sí acepto
DERECHOS DEMOCRÁTICOS