“…tú has sido un grande amigo, un ejemplar camarada y un insustituible revolucionario. Tú perteneces ya, en la escuela de la vida revolucionaria, a la vanguardia de los luchadores imprescindibles.”
Con estas palabras finalizaba la carta que el XVI Congreso del PST-C dedicaba al camarada Libardo Rodríguez Marín, en reconocimiento a su militancia de 40 años, su labor como constructor del Partido y dirigente sindical y comunal, quien por su enfermedad no pudo asistir al máximo evento del Partido. De manera inédita en nuestra tradición, Libardo presidió la mesa honoraria al lado de Carolina Garzón, joven militante desaparecida en Ecuador en 2012, y de Roberto Oñoro, joven camarada fallecido inesperadamente en enero de este año.
Libardo quien padecía un cáncer desde hace algún tiempo, haciendo un gran esfuerzo, participó en Ibagué en la marcha del pasado Primero de Mayo, portando la bandera del PST. Estando muy delicado también escribió, de su puño y letra, su visión de la traición de la dirección de Fecode en el pasado paro del magisterio. El compañero y su familia tuvieron el acompañamiento del Partido hasta el último momento.
El Partido era su vida y la familia consciente de ello siempre lo apoyó y fue cómplice de todas sus empresas partidarias. Ello explica la consulta que Betty, su compañera hizo a la dirección del Partido, de incluir en el sepelio la ceremonia religiosa. De común acuerdo con ella y la familia, respetando sus sentimientos religiosos se organizó el homenaje político sindical incluyendo la misa en la iglesia de Flandes. Durante el acto, en las palabras pronunciadas por Betty describió a Libardo como un militante para quien el Partido “estaba primero que su familia”.
El desfile fúnebre se desplazó desde la funeraria a la sede comunal de la Asociación Provivienda de los Trabajadores de la Educación de Flandes (APROVITEF), el barrio que Libardo, al lado de otros maestros, luchó por construir. El cortejo fue recibido con aplausos y con las banderas del PST ondeando a su paso. Al acto asistieron unas 300 personas entre familiares, docentes, amigos y habitantes de la comunidad de APROVITEF. Se destacó la presencia de dos exalcaldes de Flandes. SIMATOL, sindicato del magisterio del Tolima se hizo presente con el Fiscal quien leyó la resolución emitida por la junta directiva en homenaje a nuestro camarada. Según Mario Botero, miembro de la Subdirectiva de SIMATOL de Flandes, dirigentes sindicales como Libardo que lucharon incansablemente contra la burocracia sindical, “nunca se volvería a ver en Flandes”. Su hija Ángela, muy emotiva lo resaltó como el amor de su vida y un padre sin igual y como luchador por el pueblo.
Dos intervenciones políticas y el mensaje de la la LIT-CI marcaron el perfil político del acto. Nuestro camarada Hernando de Ibagué, leyó un hermoso discurso recorriendo la historia de la lucha de clases y destacando la construcción del partido revolucionario, tarea a la que se dedicó Libardo. La intervención de Edgar, a nombre de la dirección nacional del PST, se centró en resaltar al camarada como militante trotskista partiendo de la única solicitud que Libardo hiciera a su compañera: una placa en su tumba que dijera “aquí yace un revolucionario trostkista”. Se leyeron mensajes enviados por los jóvenes de Unidad Estudiantil (UNES-PST), la dirigente sindical Amanda Rincón de Dignidad Educativa. La Alcaldía y el Concejo de Flandes emitieron sendos decreto y acuerdo resaltando la memoria de Libardo.
No podía faltar el tinte cultural con las canciones de protesta y una poesía escrita por un camarada en su memoria, actividades que para Libardo eran consustanciales a la vida revolucionaria. El homenaje finalizó con el himno La Internacional, que según su hija Ángela era la canción de su padre.
Desde APROVITEF la caravana se trasladó a la iglesia donde se celebró una misa. Varios militantes pararon el tráfico con las banderas rojas del PST para que el desfile pudiese llegar al cementerio. Cerró el sepelio su hijo Camilo con una emotiva dedicatoria agradeciendo todo lo vivido junto a su padre.