Además de la resistencia heroica de Gaza, a través de cohetes más potentes y acciones en tierra, las movilizaciones en Cisjordania, Jerusalén Oriental y también en los territorios ocupados por el Estado de Israel desde 1948 apuntan hacia la tercera intifada.
25.000 en las calles
En la noche del 24 de julio y durante el día siguiente, 25.000 palestinos salieron a las calles en Cisjordania. El canto más popular entre la juventud es “Oh Qassam, Oh habib [querido], Bombardee Tel-Aviv”, lo que muestra una moral alta y combativa (Ezzedine al-Qassam es el nombre de las brigadas militares de Hamas, responsables por la mayoría de los cohetes lanzados contra áreas ocupadas por Israel desde 1948). La principal manifestación reunió 10.000 personas en Qalandia (villa entre Ramallah y Jerusalén que abarca un campo de refugiados palestinos y también el más importante checkpoint del ejército israelí). El ejército israelí abrió fuego contra los manifestantes, asesinando cinco palestinos. En otras ciudades también hubo muertes. Dos manifestantes fueron asesinados en Hawara, cerca de Nablus, y otros tres en Beit Omar, próximo a Al Khalil (Hebron).
Mustapha Barghouti, diputado palestino y secretario general de la Iniciativa Nacional Palestina, afirmó que fue la mayor manifestación palestina en toda la história da Cisjordania.
Esta movilización fue precedida por movilizaciones casi diarias desde el asesinato del joven palestino Mohammad Abu Khdeir, quemado vivo en Jerusalén por tres jóvenes sionistas, y de los bombardeos contra Gaza, que fueron seguidos de una invasión terrestre.
El periodista palestino Ahmad Melhem, en un reportaje para el site Al-Monitor, describe que los dias 11 y 12 de julio hubo manifestaciones que fueron reprimidas por las fuerzas israelíes en 30 ciudades y villas palestinas, tanto en Cisjordania como en Jerusalén y en los territorios ocupados en 1948. Los enfrentamientos fueron particularmente violentos en Belén, Al Khalil, Jerusalén e Ramallah. El famoso checkpoint en Qalandia fue atacado con piedras y cócteles molotov, y fue tomado por los manifestantes por un corto período.
En los territorios ocupados en 1948, las primeras manifestaciones fueron en Galilea, con enfrentamientos con la policía israelí en Nazareth, Arara, Umm al-Fahem, Taybeh y Qalanswa. La policía usó gas lacrimógeno y balas de goma mientras los manifestantes quemaban neumáticos y cantaban en árabe “el pueblo quiere el fin de Israel”. Después, las manifestaciones se extendieron a otras ciudades y villas palestinas, como Haifa y Jaffa, y en Naqab (Neguev).
Es necesaria una nueva dirección
Según Ahmad Melhem, ninguna de las organizaciones tradicionales palestinas convoca o lidera las manifestaciones.
La Autoridad Palestina (ANP) cumple el triste papel de colocar a la policía palestina próxima a los checkpoints israelíes para protegerlos de los manifestantes, y también de reprimir las manifestaciones. En Al-Khalil, Jenin, Nablus y Ramallah, la policía palestina dispersó manifestaciones violentamente.
La posición colaboracionista de la Autoridad Palestina, y la omisión de las diversas organizaciones de la Organización para la Liberación da Palestina (OLP) han ampliado la popularidad de Hamas y de la Jihad Islámica. Pero, además de eso, está llevando a camadas crecientes de activistas a la conclusión de que la lucha contra la ocupación israelí no se da apenas contra las fuerzas israelíes apoyadas por el imperialismo estadunidense, sino también contra sus colaboradores árabes, como o dictador egipcio al-Sissi, y principalmente contra la ANP.
Sobre este tema escribe la jovem ativista palestina Linah Al-Saafin en su artículo “Palestinian Resistance – The Necessity of Three Fronts”. Ella dice que “la Autoridad Palestina mostró otra vez que existe sólo para mantener la seguridad de Israel. Esta dominación física es acompañada de un desastroso orden neoliberal utilizado para pacificar y oprimir a palestinos que quieren vivir con dignidad”.
Es al calor de la lucha contra la ocupación que hay condiciones de forjar una nueva dirección para el movimiento nacional palestino, una dirección que rechace la conciliación con el enemigo, y unifique al pueblo palestino en la perspectiva de la liberación de todas las tierras palestinas, desde el rio Jordán al mar Mediterráneo.