Elecciones de Octubre: Vote en Blanco

Como una verdadera plaga se multiplicaron los candidatos a alcaldías, gobernaciones, concejos y asambleas. Una sensación de hastío se extiende entre los electores. Si hace pocos años la ilusión electoral se reflejaba en el respaldo obtenido por el Polo Democrático Alternativo o, en las elecciones presidenciales pasadas, empujaba la ola verde de Antanas Mockus, esta vez no hay nada nuevo bajo el sol. Los partidos liberal y conservador, responsables centenarios de la miseria general, están en proceso de recuperación, gracias al acuerdo de Unidad Nacional, al que ya adhirió el Partido Verde. El Polo, por su parte, defraudó a los trabajadores, pobres y sectores de clase media que en Bogotá le dieron su apoyo, con la escandalosa corrupción de la alcaldía de Samuel Moreno y su familia. Ahora trata de borrar las huellas de este crimen político con la culminación desteñida de su gestión gubernamental en cabeza de la liberal Clara López y la candidatura del desconocido Aurelio Suárez. Se resisten a reconocer que el origen de su fracaso está en cogobernar el Distrito con lo más corrupto de la oligarquía bogotana y en tratar de aplicar un programa sin diferencias sustanciales con las alcaldías anteriores.
En el resto del país la situación no es mejor. De Navarro ya nadie se acuerda. Angelino ahora es el Vicepresidente de los falsos positivos. Julio Roberto Gómez dio el salto mortal del Polo al Partido de la U. Y, en todas partes, proliferan los señalamientos de corrupción y parapolítica entre candidatos que representan los intereses mezquinos de empresarios criollos y transnacionales, mientras todos sobrevuelan como aves carroñeras el erario, esperando el momento de entrar a la repartija. Más de cuatrocientos candidatos tienen problemas con la justicia.
Frente a este desolador panorama electoral, persiste la posibilidad de expresar nuestro descontento con el Voto en Blanco, aunque la Comisión Nacional Electoral quiere convertirlo en un negocio del que se lucren los vivos de siempre. Llamamos a la más amplia unidad para volver a proclamar en estas elecciones la independencia de los trabajadores que, imposibilitados para presentar candidatos que encarnen un verdadero programa de revolución social, protestamos en las urnas votando en blanco, al tiempo que impulsamos las luchas de resistencia frente a los planes de Santos.