Dos años sin Carolina Garzón: la lucha continúa

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Fue un Primero de Mayo. Después de realizar un balance satisfactorio de la participación en la marcha que conmemoraba el día internacional de la clase obrera, cuando departíamos al calor de la música, nos enteramos que Carolina es taba desaparecida desde el 28 de abril. Esta noticia nos llenó de angustia y desconcierto, pero guardábamos la esperanza de que aparecería pronto. A partir de ese momento, la familia, el MAS (Movimiento al Socialismo), nuestra organización hermana en Ecuador y nuestro partido, el PST-C , al lado de la Liga Internacional de los Trabajadores, LIT-CI y todos sus partidos, emprendimos una batalla que aún no concluye: encontrar a Carolina.
Una lucha contra los gobiernos burgueses
Quienes militamos en el PST tenemos la convicción política y moral de que la vida de nuestros camaradas es tan o más valiosa que la nuestra. A pesar de los discursos hipócritas de la burguesía sobre el sagrado derecho a la vida humana, sus gobiernos no hacen todo lo que tendrían que hacer para defender la vida de la hija de una madre y un padre de la clase trabajadora como es Carolina. Defender la vida, en este caso, es batallar sin tregua para que los gobiernos –el de Rafael Correa, de Ecuador y Juan Manuel Santos, de Colombia– cumplan con el ordenamiento jurídico de cada país. Que el gobierno ecuatoriano garantice las investigaciones necesarias y suficientes para que la desaparición de Carolina sea esclarecida y castigados los posibles responsables y para que el gobierno colombiano ejerza consecuentemente como garante de los derechos de los connacionales en el extranjero y actúe diligentemente para que, en el caso de Carolina y de su familia, no sean vulnerados.
Una lucha contra el machismo
Porque Carolina, para nuestra organización nacional e internacional, no es sólo otra joven desaparecida, sino que simboliza la lucha que tenemos que dar para que en esta sociedad capitalista putrefacta no se siga agravando la violencia contra las mujeres. Para que no haya más Carolinas Garzón ni más Sandras Fernandes –nuestra camarada asesinada en Brasil junto con su pequeño hijo–, víctimas del machismo que enferma al conjunto de la sociedad. Para reafirmar nuestro reconocimiento a su militancia revolucionaria, Carolina estuvo presente en nuestro reciente acto de conmemoración del 8 de marzo, y presidió, al lado de varios luchadores más de nuestra corriente, la mesa honoraria del XI Congreso Mundial de la LIT-CI.
Una batalla por la solidaridad
Desde hace dos años, son innumerables las acciones realizadas alrededor de la batalla que como partido decidimos realizar por encontrar a Carolina. Plantones ante los gobiernos respectivos, solicitudes, derechos de petición, videoconferencias, campaña de solidaridad con personalidades democráticas y dirigentes sindicales de diferentes países exigiendo al gobierno ecuatoriano resultados en la investigación y condiciones democráticas para que los padres de Carolina, puedan ejercer su derecho de estar al tanto y participar activamente en la búsqueda de su hija.
Pequeños triunfos
Pequeños triunfos ha producido esta campaña. El gobierno de Rafael Correa ha ofrecido, ya en dos oportunidades, recompensa para quien dé información sobre Carolina y demás desaparecidos en Ecuador. Este aspecto de la campaña que contó con la decidida participación de Walter, padre de Carolina, a lado del Movimiento al Socialismo en Quito, logró posicionar el caso de Carolina ante la opinión pública ecuatoriana, hecho que ayudó a revelar que la desaparición de personas es un problema social de graves dimensiones. Producto de esta lucha se creó la Asociación de Familiares de Desaparecidos de Ecuador, ASFADEC, organización que desde entonces viene exigiendo al gobierno ecuatoriano resultados y eficiencia en las investigaciones de las desapariciones de sus familiares.
La lucha continúa
Pero estas pequeñas victorias no significarán nada hasta tanto no se logre esclarecer la desaparición de Carolina. Mientras ello no ocurra, los padres y familiares de Carolina, y nuestro partido, seguiremos de manera persistente exigiendo que se aceleren las investigaciones y todas las diligencias que sean necesarias para que el caso de Carolina no duerma en el arrume de empolvados papeles en los anaqueles de las fiscalías colombiana y ecuatoriana. Seguiremos tocando todas las puertas que sean necesarias y continuaremos llamando a todas aquellas organizaciones y personalidades democráticas para que se solidaricen y nos ayuden en este batalla tan desigual que venimos librando contra la impunidad, la indiferencia y la ineptitud de los organismos investigadores y de control y de las instituciones políticas de ambos estados.