Una joven de carácter fuerte, responsable, amante de la fotografía, el teatro, el periodismo y la política. Así describen sus amigos y familiares a Stephany Carolina Garzón Ardila, colombiana de 22 años, que desapareció en Quito el 28 de abril de 2012.
Militante de nuestro partido hermano de Colombia ( PST). Su centro de estudios es la Universidad Distrital Francisco José Caldas, en Bogotá. La última vez que la vieron fue en la casa que compartía con seis jóvenes más, ubicada en Monjas, barrio Palluco, a la orilla del río Machángara, en Quito, Ecuador donde había viajado para adelantar la tesis de su carrera.
El sábado 28 por la mañana fue la última vez que sus amigos vieron a Carolina. El 2 demayo, Sebastián Atehortúa y Óscar Morales, sus compañeros de viaje, denunciaron el hecho en la Fiscalía General del Estado.
Pese a los cambios de Fiscales, tres a la fecha, no existen avances en materia de investigación.Tanto el estado ecuatoriano como el colombiano no han puesto todas sus fuerzas y disposición para encontrar a Carolina.
Hoy, dos años después, los estados siguen ausentes, siendo cómplices y fieles a su política. En lo que respecta a la economía ilícita, la trata de personas es el tercer negocio más grande del mundo en términos de lucro, detrás del tráfico de drogas y armas, permitiendo a los empresarios y mafiosos llenarse los bolsillos de plata, y que miles de familias sean destruidas por la desaparición de sus seres queridos. Esta modalidad criminal moviliza un estimado de 6.600 millones de dólares al año en América Latina, de un total de 32.000 millones en el mundo. Según estadísticas de 2012 un total de 6.000 individuos son víctimas de trata de personas en el Ecuador cada año, de los cuales 66 % son mujeres, según informó el viceministro de Interior, Javier Córdoba.
Sin remordimientos ni culpa, al decir estas cifras, los gobiernos permiten y son cómplices con el silencio y la impunidad. ¿O acaso si esto le pasara a la hija de Correa, o de Santos, no dispondrían de todo lo que tienen a su alcance para encontrarla? Lamentablemente, quienes nos gobiernan no piensan ni legislan para los trabajadores, que somos los que sufrimos la explotación, la violencia, la pobreza, la desaparición de seres queridos.
En Argentina existe una ley que penalizaría y contribuiría a esclarecer los casos sobre trata de personas y la violencia contra la mujer. Pero estas leyes parece que solo existen en los papeles. Aquí tenemos, el claro ejemplo de la madre de Marita Verón, que la busca sin parar desde el año 2002 y no ha tenido respuesta favorable con respecto al paradero de su hija.
En el caso del Ecuador no existe una ley. Solamente se impulsó una a mediados del año pasado contra la trata de personas en la frontera con Perú, como intento de dar respuesta a 1.960 casos de víctimas de trata en esa zona. Ecuador es país de origen, tránsito y destino de hombres, mujeres y niños sujetos de tráfico sexual y explotación laboral.
Este problema atañe no sólo a Latinoamérica sino a todo el mundo; como tercer negocio lucrativo en el mundo, tiene cómplices y garantes. Los gobiernos tanto locales como nacionales son responsables de cada desaparición: empresarios, funcionarios y políticos, en complicidad con la policía, y la impunidad del Estado y sus instituciones.
Desde Lucha Mujer y el PSTU seguiremos luchando para que se esclarezca la desaparición de nuestra compañera. Exigimos tanto del gobierno ecuatoriano como del colombiano que realicen todas las medidas que son realmente necesarias para encontrar a Carolina. Al igual que en el caso de nuestro país sabemos que todos los responsables de la trata están impunes gracias a que los gobiernos hablan mucho y hasta plantean leyes pero no hacen nada. Es necesario desmantelar la complicidad de gobiernos provinciales, distritales, la policía y otros funcionarios para que deje de existir esta situación.