Candidatos, candidatas y candidotes: los mismos con las mismas

Frente a la actual campaña electoral presidencial uno no sabe si reír, llorar o rabiar. Desde el propio candidato-presidente Juan Manuel Santos hasta el lamentable dueto de Clara y Aída, ninguno provoca entusiasmo. Todo es una farsa en la que sabemos que lo único que se disputan es el control de Estado en su propio beneficio o el de sus patrocinadores. Son los mismos con las mismas.
Santos, “Falso positivo”
Los colombianos debemos recordar que Juan Manuel Santos lleva casi veinticinco años gobernando. Desde que trabajó con César Gaviria ha estado con todos los gobiernos liberales y conservadores, incluido haber sido ministro de defensa de Uribe, gestión que lo hace responsable directo de los “falsos positivos”. Pero la mejor razón para no reelegirlo ha sido su gobierno al servicio del imperialismo y su represiva respuesta a las demandas populares.
El Zorro Zuluaga
Sólo le falta la máscara. Pero no importa; sabemos que detrás de la cara de vampiro de Oscar Iván Zuluaga hay otra peor: la de su jefe Álvaro Uribe, enemigo acérrimo de la solución política al conflicto armado y patrocinador de paramilitares. Mano firme para la protesta popular y corazón grande para los empresarios y las transnacionales.
La Bruja Ramírez
Marta Lucía Ramírez fue Ministra de Defensa del primer gobierno de Álvaro Uribe y su ficha confesa al interior del Partido Conservador. De talante represivo es además asesora comercial de transnacionales a través de su oficina de consultoría, y alguna vez fue gerente de la célebre Invercolsa, verdadera cueva de ladrones de cuello blanco.
“Bolardo” Peñalosa
Más de un elector anda confundido pensando que Enrique Peñalosa puede ser buen presidente porque supuestamente es un “técnico independiente”. En realidad es politiquero profesional desde hace treinta años y pertenece a una de las familias de la oligarquía bogotana. Es beneficiario de los jugosos negocios urbanísticos en los que se ha metido como inversionista y gobernante. Le dejó a Bogotá miles de bolardos inútiles, hasta en lotes baldíos, y el “Transmilleno” privatizado en manos de su socios.
Clara y Aída: el dueto de antaño
Clara López es una politiquera liberal oportunista e izquierdista conciliadora. Sirvió de amortiguador al final de la corrupta alcaldía de Samuel Moreno de quien fue estrecha colaboradora, como Secretaria de Gobierno. Su alianza con Aida Avella sólo es la prueba del oportunismo de las dos y sus partidos, pues el Polo y la UP se enfrentaron en las parlamentarias. Aída, quien fue una destacada dirigente sindical estatal y militante del Partido Comunista, hoy no es más que la patética lugarteniente de Clara.
En síntesis, en las presidenciales no hay nada nuevo. Son los mismos candidatos con las mismas candidatas. Los electores no debemos ser tan “candidotes” y votar en blanco. ¡Que se vayan todos y todas!