¡Santos escucha: estamos en la lucha!

Marcha del 24 Enero de 2016.

 

Este 24 de enero, a raíz de una convocatoria iniciada por redes sociales, miles de colombianos nos dimos cita en las calles y plazas de varias ciudades del país para manifestar nuestra inconformidad con las medidas económicas del gobierno de Santos, entre ellas el mísero aumento del salario, el anuncio de una nueva reforma tributaria, el alza indiscriminada de la gasolina, y la entrega de la empresa más rentable del país Isagén.

Si bien inicialmente se convocó la jornada como un paro nacional, lo cierto es que es apenas del inicio de un movimiento que de continuar, podría dar el impulso para que el paro se concrete, y se convoque desde las centrales obreras, únicas capaces de hacerlo pese a su actitud vacilante.

En Bogotá hubo una concentración de 3.500 personas, 200 en Ibagué, 3.500 en Medellín, 300 en Barranquilla, 300 en Cartagena, y otros cientos en varias ciudades del país. Estas cifras muestran un creciente descontento social que ya no alcanza a ser silenciado con los bombos de la paz, ni los escándalos de la farándula criolla.

Los asistentes que recuerdan las masas urbanas que han protagonizado las últimas luchas contemporáneas (Egipto, Grecia, y hoy Haití), fueron provenientes de sectores obreros, juveniles y populares, en algunas ciudades marcharon, en otras se concentraron e intercambiaron ideas sobre sus problemas salariales, el transporte, el arriendo, el agua, etc.

Queda descartado completamente que se trate de una manifestación reaccionaria de corte uribista, si bien estos intentaron colarse, fueron rechazados. En la Plaza de Bolívar de Bogotá fueron expulsados de la concentración. Lo que primó fue el clamor de trabajadores y jóvenes que piden un PARO CIVICO NACIONAL urgente como única salida a los problemas que viven. Pues lo cierto es que la consigna del paro nacional pega, y es la hora de exigir a las burocracias que fijen pronto la fecha para su realización y que convoquen un encuentro obrero y popular para concretarlo.

Debemos mantenernos movilizados y promover que se concreten comités de impulso en las ciudades, los barrios, las fábricas, las universidades, para organizar democráticamente el paro, mediante asambleas y reuniones. Únicamente la lucha unificada nos podrá dar la victoria que necesitamos.

 

(Edición impresa, El Socialista 699. Febrero 2016)

 

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