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* Los subtítulos son de la redacción de El Socialista.
Con la firma de los acuerdos entre el gobierno de Juan Manuel Santos y el CE de Fecode, el pasado 10 de septiembre, y el levantamiento del paro nacional del magisterio, saltó a la luz pública una profunda crisis sindical que se venía incubando de tiempo atrás. No se trata de una crisis desatada por uno que otro error, se trata de la crisis producto de una política y un método de conducción, aplicados durante años de manera consciente.
Partimos de reconocer y defender a las organizaciones sindicales como organizaciones de clase, que tienen por objetivo defender los derechos de los trabajadores y luchar por obtener las mejores condiciones laborales y sociales para sus afiliados en contra de las políticas del Estado y sus gobiernos de turno. Rechazamos de manera categórica el conjunto de contrarreformas de claro corte neoliberal que se han venido aplicando no solo en el terreno educativo sino en contra de la clase obrera en su conjunto, los sectores populares y campesinos y que han llevado al enriquecimiento desorbitante de un puñado de empresarios nacionales e imperialistas a costa de la miseria de la mayoría de la población. Nos declaramos enemigos de todas las contrarreformas que se han venido aplicando en los últimos 20 años y estamos dispuestos a seguir en la lucha por derrotarlas.
Crisis histórica
Esta crisis es histórica porque el descontento con la política y los métodos de la dirección de la Fecode, se ha expresado de manera masiva y en todo el territorio nacional. No se trata de que algunos “grupos políticos” o colectivos de maestros “anarcosindicalistas” se hayan venido lanza en ristre contra la organización, como señalan a coro los dirigentes de Fecode y sus amigos. No hay peor ciego que el que no quiere ver, ni peor sordo que el que no quiere oír. La reacción de la dirigencia de Fecode y de la mayoría de los sindicatos regionales, lo único que ha hecho es confirmar que las bases tienen razón: Tenemos una dirección absolutamente impermeable al clamor de la base.
Desde las elecciones del 7 de junio el descontento se expresó en el voto en blanco, el voto nulo, la abstención y el voto por algunos pocos candidatos de oposición. La respuesta de la dirección de Fecode fue la de realizar el escrutinio a puerta cerrada, sembrando la total desconfianza en la transparencia del proceso. Hoy han salido de manera prepotente a señalar de divisionistas a quienes desde la base buscan y proponen distintas alternativas para resolver la crisis que ellos han generado. Su campaña contra el paralelismo sindical, oculta, que las fuerzas políticas que están en la dirección de La CUT y Fecode lo han practicado a su conveniencia. En Cauca por ejemplo desconocen a ASOINCA, sindicato histórico, porque su dirección no come entero y cuestiona las políticas de Fecode, y con la ayuda de un ejecutivo de la Federación han creado otro sindicato.
Los responsables
La responsabilidad de esta crisis recae directamente en los últimos comités ejecutivos de la Federación y sus juntas nacionales así como en la mayoría de las juntas directivas regionales, quienes han adoptado, impulsado y apoyado, una política de conciliación con el gobierno y las administraciones de turno, lo que ha significado la pérdida de importantes conquistas, la división del gremio de acuerdo a las fechas de ingreso con la consecuente aplicación de dos estatutos y dos regímenes pensionales, siendo el magisterio nuevo el más afectado; el aumento de la carga laboral, la parametrización de estudiantes y docentes, la privatización del servicio de salud, y la pérdida del valor adquisitivo del salario.
La dirección sindical es la responsable porque siempre, como lo hizo en mayo y lo volvió a hacer en septiembre, ha engañado a las bases presentando las negociaciones como grandes avances, cuando en realidad han significado retrocesos en algunos puntos, aceptación de las políticas estatales, pérdida de conquistas o simplemente el no reconocimiento de derechos y aspiraciones del magisterio.
Es la responsable porque ha utilizado la herramienta del paro como cañazo, no cree en la lucha directa y la movilización como mecanismo de los trabajadores para arrancarle e imponerle al gobierno mejores condiciones económicas, prestacionales, profesionales y salariales. Ha reemplazado el método de la lucha directa y la movilización por el del lobby parlamentario y la confianza en los organismos y mecanismos de la democracia burguesa, al punto de señalar al presidente Santos como garante de los acuerdos, ¡un presidente que le ha hecho conejo a todos los trabajadores!. Ha convertido la lucha por los derechos en un jugoso negocio de un selecto grupo de abogados a través de las demandas.
Es la responsable porque ha abandonado el principio de la solidaridad y la independencia de clase. Se negó a adelantar el paro programado para septiembre de manera que confluyera con el paro agrario, mientras que por la base del magisterio se desarrollaba la más amplia simpatía y solidaridad con la lucha de los campesinos, particularmente de los campesinos pobres, y al levantar el fugaz “paro indefinido” de un día, le ayudó al gobierno de Santos a desmontar la coyuntura de luchas que le estaba causando un creciente desprestigio. La lucha de los trabajadores de la Universidad Nacional, que también se desarrollaba por esos días no le valió ni siquiera un comunicado de respaldo y eso que quieren convertirse en la “federación de trabajadores del sector educativo”.
Métodos burocráticos
Esa dirección burocrática es la responsable de la crisis porque ha convertido los sindicatos en aparatos clientelistas, en verdaderos trampolines desde donde se lanzan senadores y representantes y se rotan los cargos sindicales desde los sindicatos de base hasta la CUT pasando por Fecode, dirigentes que muy poco tiempo laboran como maestros de base y se convierten en burócratas de oficio que defienden sobresueldos millonarios, viáticos y todo tipo de privilegios.
Es la responsable de la crisis porque como corolario de su política de conciliación, ha impuesto un método de conducción absolutamente burocrático que se expresa en la casi total abolición de las asambleas de base como mecanismos de expresión y decisión de las bases, y cuando las citan es para hacer sus campañas políticas; ha convertido el funcionamiento de las asambleas de delegados y la junta nacional en copia fiel de los mecanismos parlamentarios en donde se funciona por acuerdos de “las bancadas” de los partidos políticos que tienen la mayoría en la dirección sindical. Son los responsables de la crisis porque han negado sistemáticamente el derecho de las bases a decidir qué se negocia, hasta donde se cede y en qué no y cuando se hace o se levanta una lucha. Son los responsables porque a las minorías en las juntas directivas o en las asambleas de delegados, los persiguen, los señalan, los calumnian. Son absolutamente intolerantes con la libertad de opinión y los principios de la democracia sindical.
Impedir la traición
Son los responsables porque ante el fuerte cuestionamiento a su proyecto de estatuto único de la profesión docente, en lugar de ir a una discusión amplia y democrática con las bases, pactaron con el gobierno acelerar su negociación para que a diciembre o a más tardar en marzo de 2014 se consolide tremenda traición. Este tema es de una enorme trascendencia para todo el magisterio nacional afiliado o no a la Fecode. Se trata de una negociación para 30 o 40 años, se trata de la estabilidad laboral, de los derechos profesionales, de la carrera docente, de los criterios de régimen disciplinario, de los términos de ingreso permanencia y retiro, en fin se trata de la convención colectiva que regirá en adelante. La propuesta de la dirección de Fecode acepta los criterios neoliberales de la meritocracia y la evaluación consagrados en el 1278 y a cambio entrega las conquistas alcanzadas en el 2277.
El magisterio no puede aceptar tremendo disparate. Llamamos a todos los maestros a firmar el plebiscito por el retiro de ese proyecto y por la convocatoria de asambleas de base que definan cuál es el estatuto que quieren defender. Nosotros proponemos que sea el 2277 con modificaciones.
Alertamos y denunciamos sobre la intención, de fuerzas de derecha como la “Fundación Centro de Pensamiento Primero Colombia” dirigida por el uribismo, de aprovechar la crisis de la Federación y el descontento de la base para organizar su trabajo al interior del magisterio. No nos podemos dejar engañar por la ultraderecha uribista, pues ésta sí tiene la intención de “quebrarle el espinazo a Fecode”.
Las fuerzas que constituimos la Coordinadora Nacional Magisterial Independiente -CONMI- proponemos al magisterio nacional, luchar por el rescate de nuestras organizaciones sindicales, por la recuperación de los principios de independencia de clase, por el rescate de la democracia sindical impulsando reformas estatutarias que impidan la burocratización de los sindicatos, por el rescate de la lucha y la movilización para alcanzar nuestros objetivos contra el gobierno, por el rescate de la solidaridad y la coordinación de la lucha de los trabajadores. Exigimos a la Dirección de la CUT y de Fecode que impulsen la más amplia campaña de solidaridad por la libertad del compañero Huber Ballesteros dirigente de la CUT detenido durante el paro agrario.
Convocamos al magisterio de base y a todas las fuerzas que están por darle una salida positiva a esta crisis a que nos acompañen en el impulso al plebiscito por la revocatoria del mandato a los ejecutivos de la Fecode y a que los desconozcamos como representantes del gremio en negociaciones con el gobierno.
Los invitamos a convocar encuentros regionales que tengan por objetivo discutir la crisis sindical y proponer alternativas. Nosotros estamos dispuestos a colocar todas nuestras fuerzas y recursos para impulsar acciones con todos aquellos que desde la base y con una postura de clase, estén por profundizar este proceso en beneficio del magisterio y los trabajadores colombianos.
Octubre de 2013
Coordinadora Nacional Magisterial Independiente CONMI - Aló maestro del Tolima, Colectivo Ariadna de Cundinamarca, Nueva Cultura de Antioquia, Unidad Docente-PST, Alternativa Socialista-maestros indignados, activistas independientes de distintos departamentos.