La explotación, opresión y violencia que padecen las mujeres hoy se acerca a la sufrida por las mujeres de mediados del siglo XIX cuando por miles lucharon por la reducción de la jornada laboral y por mejorar sus condiciones miserables de existencia. En lo que va transcurrido del siglo XXI, las mujeres en todo el mundo, incluso en los países desarrollados en su gran mayoría carecen de estabilidad laboral, y ganan salarios de hambre; esta situación la sufren especialmente las mujeres inmigrantes, negras y de origen latino.
Colombia no escapa a la crisis económica
Desde la crisis económica mundial abierta en 2007, en las declaraciones sobre el 8 de Marzo, la LIT-CI (Liga Internacional de los Trabajadores) ha denunciado que las mujeres -y sus hijos- son las mayores víctimas de la sobreexplotación y de los planes de recortes impuestos por el imperialismo, (en Europa encabezado por Alemania con el gobierno de Angela Merkel), planes que se han aplicado en países como España, Grecia, Portugal y Norte de África.
Colombia no es la excepción y en forma tardía la crisis económica se ha entronizado, a pesar de que Santos y sus economistas de cabecera aseguraban que el país estaba blindado. En este marco, el gobierno le ha dado la bienvenida al 2016 con un salario mínimo por debajo de la inflación; el anuncio de la eliminación de la estabilidad reforzada de los discapacitados, recorte que afectará principalmente a la clase obrera femenina como las trabajadoras de las flores y las trabajan en las empresas atuneras como Seatech; así mismo, ha anunciado una reforma tributaria que aumentará el IVA hasta un 19% a los productos, en su gran mayoría de la canasta familiar; de otra parte, se ha anunciado una reforma pensional que eliminaría el régimen de prima media e igualaría la edad de pensión de mujeres y hombres por la edad más alta.1.
Las mujeres trabajadoras principales víctimas de la crisis
Si tenemos en cuenta que la tasa global de participación laboral femenina es casi del 50%, y que las mujeres trabajadoras son el sector de la clase obrera más explotada y oprimida, será sobre ellas sobre quienes recaerán en forma drástica los planes de la burguesía para tratar de paliar la crisis. Ello querrá decir que la sobreexplotación, la desigualdad y la miseria se incrementarán para las trabajadoras. Al igual que en Europa, en Colombia las mujeres trabajadoras urbanas, rurales y sus hijos serán las principales víctimas de estas medidas, veamos algunos datos que ratifican esta realidad: Según la CEPAL2, en Colombia hay 4.5 millones de mujeres cabeza de familia, por solo medio millón de hombres; esto significa que sobre un número muy grande de mujeres recae el sostenimiento y cuidado de la familia. Es sabido que la participación femenina en el trabajo remunerado es menor que el de los hombres; siendo el trabajo precario y la inestabilidad en laboral lo que impera para las mujeres, especialmente las jóvenes; ello está unido al hecho de que los trabajos peor remunerados están ligados a oficios considerados propios de las mujeres, tales como el sector de servicios sociales, comunales y personales; esta realidad está unida a la desigualdad salarial y la limitada participación de las mujeres en cargos de alta responsabilidad. En el 2009 los hombres ganaban 15.8% más que las mujeres, y en el 2012 esta disparidad se había ampliado al 20.9%. A escala mundial, se estima que la brecha de remuneración entre hombres y mujeres es de 22,9%. Según esta entidad, la tasa de pobreza de las mujeres entre 20 y 59 años de edad excede en un 30%, o más, a la de los hombres de edad similar.
En el Socialista 6993 analizábamos la doble jornada laboral hoy denominada por los organismos internacionales “economía del cuidado” significa para las mujeres más trabajo y menor salario: “Según el DANE, 9/10 mujeres realiza actividades de cuidado vs. 6/10 hombres, dedicando en promedio más de 7 horas diarias mientras ellos dedican 3. Lo anterior, afecta en todas las esferas la calidad de vida de la mujer, de tal modo que mientras 17% de los hombres practica regularmente una actividad deportiva o cultural sólo el 9% de las mujeres lo hace. Esto significa que la sobreexplotación de las mujeres sobrepasa significativamente a la de los hombres, puesto que la jornada de trabajo en el hogar no es remunerada. Y a ello puede responder
La violencia sobre las mujeres se ha incrementado
A pesar de que las leyes y decretos de los últimos años pretenden proteger a las mujeres del maltrato físico y sicológico, de los feminicidios, el acoso laboral, todos estos tipos agresiones se han incrementado en forma alarmante. El Centro de Referencia Nacional sobre Violencia dio a conocer las cifras de violencia contra la mujer entre enero y febrero de 2015, las cifras hablan por sí solas: 126 mujeres fueron víctimas de homicidio, 2.631 acudieron al Instituto para ser valoradas por un presunto delito sexual. En la violencia intrafamiliar, 735 niñas y mujeres adolescentes fueron víctimas de violencia por parte de un familiar o cuidador y 6.269 fueron víctimas de violencia de pareja. En mujeres mayores de 60 años 119 de ellas fueron agredidas físicamente y 1.482 fueron víctimas de violencia por parte de otros familiares.4
La violencia contra las mujeres producto de la cultura machista tiene su expresión más atroz en el feminicidio; sin embargo, no es menos grave la violación callejera y al interior de la familia, la violencia ejercida por agentes del estado y grupos armados que utilizan el cuerpo de las mujeres, en su mayoría campesinas e indígenas, como trofeo de guerra, generando el desplazamiento forzado fenómeno que afecta mayormente a las mujeres, al ser ellas aproximadamente la mitad de la población desplazada. Tampoco podemos olvidar el maltrato doméstico hacia las empleadas del servicio doméstico y hacia las esposas, hermanas e hijas; el acoso sexual de los jefes como el ejercido recientemente por el Defensor del Pueblo Jorge Armando Otálora contra una de sus subalternas hace parte de la oprobiosa violencia machista. También hace parte de esta violencia la publicidad y la propaganda que utiliza el cuerpo de la mujer como un objeto sexual, así como los chistes machistas tan populares entre los trabajadores en el que las mujeres son objeto de burla.
El ZIKA conspira contra las mujeres y su familia: Exijamos del Estado la protección de las madres y sus hijos
El ZIKA virus portado por Aedes Aegypti, trasmisor del dengue y del chikunguña fue decretado como emergencia de salud pública de carácter internacional por la Organización Mundial de la Salud (OMS) al haberse expandido a 36 países en el mundo y a 26 de ellos en América. Quienes más sufren con este flagelo son las mujeres pobres. El gobierno ha descargado en la población, la responsabilidad de combatir el mosquito y de protegerse de éste. A propósito de este problema de salud pública, Trotsky señalaba lo siguiente respecto a la madre y el hijo: “El destino de la madre y del hijo, hablando en términos generales, depende en primer lugar del desarrollo de las fuerzas productivas de una sociedad, de la extensión de su riqueza y en segundo, de la distribución de esta riqueza entre los miembros de la sociedad”5 y las mujeres pobres no están en el renglón de importancia adecuado para esta sociedad capitalista.
Las mujeres, en particular, se han visto afectadas al contraerlo en estado de embarazo, ya que podrían tener hijos con las graves secuelas de microcefalia o padecer el Síndrome Guillain-Barré. El Estado tiene la obligación de garantizar a la población la fumigación masiva de todas las zonas de influencia del mosquito, además de la entrega gratuita de anticonceptivos y repelentes para toda la población y en particular a las mujeres garantizarles el permanente control médico, el derecho al aborto para aquellas que siendo sospechosas de poseer el virus quieran abortar.
El paro nacional del 17 de marzo una oportunidad para luchar por nuestros derechos
Como vemos, el panorama para las mujeres trabajadoras no es halagüeño y en el marco del sistema capitalista cada vez más voraz y putrefacto, las mujeres no tenemos opción de librarnos de la explotación la opresión y la violencia; sólo luchando por una nueva sociedad, el socialismo, en la que no seamos víctimas de la explotación del hombre por el hombre las mujeres tendremos las mejores condiciones para acabar con las condiciones oprobiosas que padecemos con nuestros hijos.
Para comenzar a caminar hacia la sociedad socialista, las mujeres trabajadoras debemos organizarnos y participar activamente en nuestros sindicatos en iguales condiciones que nuestros compañeros hombres; exigir en los pliegos de peticiones los derechos económicos, sociales, democráticos y políticos de las mujeres, como salario igual para mujeres y hombres; reducción de jornada para las mujeres en especial para las mujeres cabeza de hogar; por una maternidad digna; por el derecho a decidir sobre el propio cuerpo, educación para decidir, anticonceptivos para no abortar; aborto legal, seguro y gratuito para no morir; castigo para los asesinos de mujeres, violadores y acosadores sexuales; reparación integral y de forma preferente para todas las mujeres víctimas del conflicto armado. Lograr estos derechos, las mujeres trabajadores y toda la clase trabajadora debemos exigir a las direcciones de las centrales que organicen de manera democrática el paro nacional del 17 de marzo como única medida que obligue al gobierno de Santos echar atrás el paquete de medidas que está implementando contra los trabajadores y el pueblo.
El paro nacional es una gran oportunidad para despertar la actividad femenina, participando en acciones de masas, en la lucha contra la explotación y contra los gobiernos burgueses como el de Santos, a echar atrás el paquete de medidas que está implementando contra los trabajadores y el pueblo. Hombres y mujeres unidos para movilizarnos y luchar. Las distintas posturas que se tienen frente al proceso de paz no pueden ser obstáculo para la movilización. El paro nacional, obrero y popular debe ser una necesidad inaplazable, debemos apoyarlo y prepararlo desde la base y como termina el Manifiesto Comunista “Los proletarios [hombres y mujeres] no tienen nada más que perder […] que las cadenas”.
Comisión de la Mujer
PST-C
Sobre la emancipación de la mujer
La opresión de la mujer como ama de casa, madre y esposa ha sido de poca importancia incluso para el proletariado que lucha contra los opresores Por eso los principios del Tercer Congreso de la Tercera Internacional son aún vigentes y es hora de retomarlos. Es así como ninguna mujer que alcance el más alto cargo al interior del orden capitalista, puede ejercer un liderazgo que remplace a la clase obrera en el movimiento de mujeres por la lucha de la liberación femenina. “Nos debemos declarar enérgicamente contra todo tipo de organización femenina separada del seno del partido [obrero], de los sindicatos o de otras asociaciones obreras” (Tercera Internacional, 1921)
“la gran pasividad y el bajo nivel político de las masas femeninas, defectos explicables por el secular alejamiento de la mujer de la vida social y por su esclavitud en la familia”6 Lo anterior nos demuestra, que entre las luchas que debe librar el proletariado, está en la de hacer “conciencia de la necesidad de liberar a la mujer de su servidumbre y de darle las posibilidades para que participe en la vida social y cultural”7.
El problema de la discriminación, explotación, opresión y violencia es producto del modelo de producción capitalista, es decir del dominio de clase de la burguesía sobre la clase obrera y en la que a su interior, la mujer sufre una doble explotación en las fábricas y en los hogares. Como vemos, el panorama para las mujeres trabajadoras no es halagüeño y en el marco del sistema capitalista cada vez más voraz y putrefacto “la mujer es en esencia un punto vivo donde se cruzan las fibras decisivas del trabajo económico y cultural” (Trotsky, 1989) y para liberarnos no tenemos otra opción que el de la revolución socialista por medio de la dictadura del proletariado y el desarrollo de una formidable organización en un partido revolucionario que avance en la organización del proletariado internacional a nivel mundial para derrocar el régimen imperialista; solo así, tendremos las mejores condiciones para alcanzar la real emancipación femenina que está ligada, material y espiritualmente, al de la transformación de la vida familiar, comunal y social; “sólo se puede modificar la situación de la mujer desde sus raíces si se alteran todas las condiciones sociales, familiares y domésticas” (Trotsky, 1989) así se podrán acabar con las oprobiosas condiciones que padecemos las mujeres con nuestros hijos en la actualidad.
La opresión de la mujer como ama de casa, madre y esposa ha sido de poca importancia incluso para el proletariado que lucha contra los opresores (Trotsky, 1989). Por eso los principios del Tercer Congreso de la tercera internacional son aún vigentes y es hora de retomarlos. Es así como ninguna mujer que alcance el más alto cargo al interior del orden capitalista, puede ejercer un liderazgo que remplace a la clase obrera en el movimiento de mujeres por la lucha de la liberación femenina. “Nos debemos declarar enérgicamente contra todo tipo de organización femenina separada del seno del partido [obrero], de los sindicatos o de otras asociaciones obreras” (Tercera Internacional, 1921)
“la mujer es en esencia un punto vivo donde se cruzan las fibras decisivas del trabajo económico y cultural” (Trotsky, 1989) y para liberarnos no tenemos otra opción que el de la revolución socialista por medio de la dictadura del proletariado y el desarrollo de una formidable organización en un partido revolucionario que avance en la organización del proletariado internacional a nivel mundial para derrocar el régimen imperialista; solo así, tendremos las mejores condiciones para alcanzar la real emancipación femenina que está ligada, material y espiritualmente, al de la transformación de la vida familiar, comunal y social; “sólo se puede modificar la situación de la mujer desde sus raíces si se alteran todas las condiciones sociales, familiares y domésticas” (Trotsky, 1989) así se podrán acabar con las oprobiosas condiciones que padecemos las mujeres con nuestros hijos en la actualidad.
1 “Concesiones para los capitalistas, garrote para el pueblo.” (febrero de 2016) El Socialista 699, página 3
2 Osorio Pérez, Viviana. La situación laboral de las mujeres: entre lo invisible, lo precario y lo desigual. (7 de marzo 2014) Área Temática Mujer Trabajadora ENS, recuperado en: http://www.ituc-csi.org/IMG/pdf/iwd_2014_final_es.pdf).
3 Más trabajo y menos salario ¿Economía del cuidado o doble jornada laboral? , febrero de 2016, elSocialista 699, página 8.
4 Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses/Grupo Centro de Referencia Nacional sobre Violencia/Sistema de Información Red de Desaparecidos y Cadáveres Fecha de corte: 28-02-2015.
5 Trosky, León. La mujer y la familia. Perspectiva editores. 1989. 110 páginas.
6 Resoluciones de la tercera internacional. Tercer congreso.
7 TROSKY, León. La mujer y la familia. Perspectiva editores, 1989. Páginas 110.